❀¦treinta y uno.

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JungKook escuchó la puerta ser cerrada pero no tenía conocimiento de donde estaba, si sabía con quién y suponía que eso es lo que hacía el problema.

Mordió su labio inferior y recostó su espalda en donde sea que estaba, se sentía como si fuera una pared y al juzgar por lo asfixiante que se sentía ese lugar – más allá de su corazón volviéndose loco por tener a TaeHyung junto a él – podía deducir que lo más probable es que fuera el armario del conserje o algo así.

Él castaño podía sentir sus piernas temblar —T-Tae... —le habló quedamente por su nombre al de cabello oscuro quién rapidamente dirigió su mirada hacía donde se encontraba aquella pequeña y temblorosa voz —¿Ya saldremos de aquí? —volvió a hablar.

Se supone que solo esperarían a la entrada de YoonGi y quizás estando lejos no escucharian por tanto y para aliviar la preocupación de JungKook, sacó su móvil para así textearle a JiMin, diciendole más o menos su ubicación y que le avisará cuando YoonGi ya haya entrado.

Caminó hasta donde suponía se encontraba JungKook, alumbrando con la pantalla de su celular hasta dar con ojos brillantes y tímidos que directamente veían a la luz, segundos después, esos ojitos se encontraban viendole a él.

—No estaremos mucho tiempo aquí... —susurró TaeHyung totalmente embelesado por las achocolatadas orbes de JungKook quién asintió en respuesta. Él azabache apretó sus labios entre si antes de volver a hablar —¿Ves tan malo el hecho de quedarme contigo a solas? —cuestionó con cierta suavidad que denotaba inseguridad.

JungKook pudo notar esto y sin pensarlo negó a la pregunta lo cuál era estúpido tomando en cuenta que no se podía ver nada—Hemos estado un sin fin de veces... A solas —mencionó y TaeHyung le dio la razón —Lo que usted no sabe es que, ah, realmente me pongo nervioso estando a su alrededor —él menor procedió a tocar el posterior de su nuca tratando de aliviar la tensión que su cuerpo sufría, tratando de aliviar el seguro paro cardíaco que en algún momento tendría.

TaeHyung abrió sus ojos un poco sorprendido con el dato, si lo había notado antes pero eso a que JungKook se lo dijera con sus propias palabras era preciosamente diferente.

Él mayor apagó su móvil llevándolo hasta su bolsillo, con el poco valor que mantenia, puso ambos brazos a los lados del cuerpo de JungKook así acorralandolo con lo que seguramente era una pared y él castaño se alteró, su corazón se alteró, lo sentía en la garganta.

Su nariz no pudo evitar inhalar el fresco y varonil aroma que TaeHyung emanaba, no podía evitar sentirse bien contra la calidez de su cuerpo, sentirse cómodo pero a la vez nervioso.

Estaba siendo jodidamente gay, él es jodidamente gay por su jefe y definitivamente ya no tenía dudas sobre ello.

—¿Porqué te pongo nervioso, Jeon? —su profunda voz taladro los oídos de JungKook mandando a la mierda sus sentidos totalmente, su garganta se selló para dar una respuesta coherente y su primera opción era huir pero ¿Como demonios lo iba a hacer si ni siquiera tenía una idea de donde estaban?

¿Como demonios todo esto terminó así? Es la idea menos romántica pero en esos momentos estaba acorralado, más allá de estar encerrado por TaeHyung se sentía como si sus sentidos le dijeran << hazlo de una vez >> igual a la escena de la sirenita en que todos esos animales cantantes le decían a Erick que besara a Ariel.

Así se sentía y a diferencia de Erick, él si lo hizo.

🍥🍥🍥

Por otro lado, JiMin tecleaba y tecleaba en su teléfono luego de haber saludado a su esposo quién ahora estaba recibiendo felicitaciones de los demás invitados.

JiMin desvío su mirada del celular y se acercó hasta HoSeok quién se encontraba al igual con su teléfono —¿Buscabas a alguien? —él de cabellos rosados suavemente le preguntó haciendo que HoSeok alzará la mirada hacía él y consiguiente, asintió.

—No veo a JungKook desde hace un rato —le hizo saber y sin decir algo más, JiMin volvió a sacar su teléfono, desbloqueandolo y entrando a los mensajes recientes, mostrandole su chat con TaeHyung donde él azabache le hacía saber que estaba en compañía de JungKook — ¿ Tú crees....?

JiMin mordió su labio inferior y con emoción que sabía discimular mínimamente a la vez que asentia hacía HoSeok —Queda esperar —musito y luego, escuchó la voz de YoonGi llamandole a lo lejos —Permiteme.

Se acercó a YoonGi quién miraba a todos lados totalmente extrañado —¿Y TaeHyung? —preguntó tomando a su amado de la cintura mientras le susurraba la pregunta al oído.

—Haciendo las cosas bien, seguramente...

🍥🍥🍥

TaeHyung definitivamente no se esperó el hecho de tener su boca una vez más chocando contra la de JungKook de una forma tan suave y tierna, sentía al menor aún totalmente nervioso por no corresponderle y cuando él pequeño castaño decidió finalizar ese roce de labios, miró tímidamente a TaeHyung, esperando una respuesta por no haberle correspondido antes y lo que consiguió fue al azabache tomando la iniciativa.

TaeHyung bajó una de sus manos hasta la cintura de JungKook mientras sus cerezos se acomodaban contra los ajenos, succionando levemente en un suave vaivén queriendo prolongar el sentir ese dulce sabor, esa suavidad que solo ha experimentado en los labios del castaño gruñón.

Los besos que se dieron a continuación eran seguidos, tomaban un poco de aire entre cada uno y sus bocas volvían a fundirse, como si fuera una adicción, una necesidad tener los labios del otro para ese entonces, JungKook ya estaba rodeando el cuello de TaeHyung, sus dedos jugando con las hebras negruzcas de su nuca. Sentían sus bocas arder, tanto en necesidad como por el tiempo de tener sus labios juntos, sus estómagos se revolvían en un mágico cosquilleo, como si estuvieran haciendo lo correcto, como si la espera finalmente valió la pena.

—¿Entonces...? —La voz de TaeHyung se escuchaba tonos más bajos a la vez que sus pulgares acariciaban la cintura del más pequeño que aún sostenía con firmeza, sus frentes juntándose al igual que sus respiraciones, compartiendo el aliento —¿Que significó esto, Jeon?

JungKook mantenía sus ojos cerrados más luego de aquella pregunta, entre abrió sus párpados mientras una sonrisa se dibujaba en sus rosados labios, se encontraba feliz, se sentía tranquilo y pleno aceptando el amor que le tenía a su amargado jefe.

—Significa que te quiero, TaeHyung.

—Significa que te quiero, TaeHyung

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sugar ➳ taekookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora