❀¦doce

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El ambiente estaba siendo bastante cálido al parecer de JungKook. Cuando entró, JiMin fue quién lo tomó del brazo demasiado emocionado para presentarlo a la familia de los Kim ya que antes había conocido a la familia de YoonGi.

Lo único que no le agradaba de tan agradable y cálida velada es que el motivo de su visita no hacía acto de presencia y eso le desanimaba un poco. Tenía mil y un de cosas que preguntarle a una de las figuras que admiraba profundamente.

Desde el sofá donde se encontraba sentado tomando una taza de chocolate caliente veía como JiMin hablaba con una amplia sonrisa con la madre de YoonGi y este mismo estaba junto a la abuela de JiMin tomando una taza de café.

Se sentía de alguna forma tan ajeno al ambiente, las tres familias conviviendo como si de tener un lazo de sangre entre ellas habláramos y eso le hacía extrañar tanto a la suya, le hacía querer hablar con alguien y sentir el cariño que tanto emanaban todas las personas en la sala.

Y sintió el sillón hundirse a su lado poniendo los pies en la tierra —¿Qué tanto miras? —cuestionó aquella inconfundible y grave voz sorbiendo de su taza.

JungKook miró a su lado, el perfil de TaeHyung fue lo primero que se encontró y en su vida había visto algo tan precioso, con ese pensamiento dejaba su heterosexualidad en el olvido, lo sabía pero insistía en que solo era apreciar la belleza de su jefe.

Estaba bastante seguro que no encontraría de nuevo algo tan hermoso, tenía una fijación con verlo y pensarlo más a profundidad hizo que sus mejillas se pintaran de carmín, desviando la mirada nuevamente a otro lado.

—Extraño a mi familia —fue lo que respondió por primera vez teniendo una charla civilizada con el pelirrojo que hizo un sonido afirmativo indicando que le escuchaba.

—¿Irás con ellos?

—Lo haré, quizás mañana temprano estaré dejando Seúl para ello —suspiró para tomar castamente de su taza con chocolate, TaeHyung medio río tras lo dicho.

—¿Según tú esta reunión termina temprano?

JungKook confundido y perdido asintió sin convicción alguna —Y-Yo creo que si.

TaeHyung alzó una ceja tras el balbuceo —Creí que después de el viaje a Busan ya habías aprendido a hablar.

Las mejillas de JungKook se tiñeron de rojo tanto de vergüenza como de molestia por el comentario de TaeHyung —Callese, Don perfecto, parece un niño queriendo iniciar una discusión —contraataco el castaño frunciendo el ceño pero TaeHyung se notaba de lo más tranquilo tomando de su taza.

—Eres un mimado, Jeon, el mundo no gira entorno a ti y tampoco quiero iniciar una discusión, era un simple comentario —musito obvio y JungKook juraba que le daría un puñetazo a su perfecta cara —Lo decía para que no hicieras el ridículo en cuanto te tocara hablar con los demás. Si sigues balbuceando, poco o nada te entenderán.

JungKook levantó su dedo índice a punto de exclamar algo sin embargo los ladridos en la entrada llamaron su atención y en lo que menos esperaba, un pequeño cachorro yacía en el regazo de TaeHyung.

La linda aparición del pequeño canino hizo que el furioso color carmín de su rostro bajara y dirigiera su mirada a él —¿Es un perro alfombra?

La peculiar carcajada que provenía de la entrada no se hizo esperar, JungKook volteó mientras TaeHyung resoplaba y giraba los ojos, el castaño no cabía de la emoción.

Kim SeokJin estaba casi frente a él.

Kim SeokJin era jodidamente hermoso, no parecía real.

Podía aspirar la superioridad en Kim SeokJin.

sugar ➳ taekookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora