❀¦diez

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23 de Diciembre del 2018

La puerta como era de esperarse fue abierta sin antes tocar, JungKook completamente cansado miró al pelirrojo acercarse con aquel porte elegante que tanto le caracterizaba, sus hombros alzados al igual que su mentón y sus fríos orbes paseándose por su escritorio.

—¿Se volverá costumbre que entre a mi oficina sin siquiera tocar? —cuestionó con ironía y un poco de sarcasmo en su tono.

TaeHyung sin verse afectado, mantuvo su postura, sentándose en la silla que estaba frente al escritorio de JungKook, cruzó una de sus piernas y una de sus manos sostenía su propio mentón.

—No hagas ver esto como si te quisiera ver —musito neutro —Estás a cargo de un documento importante que debe recaer en mis manos. Veo bastante justificable el estar aquí periódicamente para ver tus avances.

JungKook rodó los ojos sin molestarse en esconderlo de TaeHyung —Señor Kim, ¿Cómo cree que voy a trabajar en paz con usted presionandome cada cinco minutos? —pronunció entre dientes el castaño decidiendo mirar a su computadora porque estaba seguro que explotaría si seguía viendo el semblante de plena arrogancia y superioridad que su jefe cargaba.

Vaya que todo un sueño trabajar con él.

—JungKook, creí que en la universidad te enseñaban que es parte del trabajo la presión que el jefe exige —ahora sonaba burlón, JungKook se podía imaginar la sarcástica sonrisa en sus labios, esa que le quería volar de un puñetazo.

Kim TaeHyung podía ser un dolor en el culo cuando quería y él con tanta paciencia que poseía, sarcásticamente hablando, no eran buena combinación.

No sabía si agradecer o odiar a JiMin por conseguirle ese trabajo.

JungKook simplemente suspiró y apretando sus labios, alzó la mirada para sonreír —Me enseñaron a soportar la presión, Señor Kim pero tampoco sabía que iba a ser tan literal para tenerlo en mi oficina impidiendo hacerlo —respondió entre dientes y con su voz apretada en cólera.

Y entonces nuevamente, la puerta fue abierta —JungKookie y TaeHyung, juntos en el mismo lugar y sin matarse pero que divina novedad —la aguda voz de JiMin junto a una sonrisa que siquiera JungKook tenia idea de cómo cabía en su rostro se abrieron paso.

El castaño pegó su frente contra la madera del escritorio, completamente rendido —¿Qué hice para merecer esto? —se decía a si mismo y más temprano que tarde, JiMin se encontraba arrastrando una silla al lado de TaeHyung.

—No me esperaba que estuvieses aquí, TaeHyung, lo ultimo que escuche de ti por parte de Yoonie es que parecía que tú y JungKookie iban a matarse en el auto —el de hebras rosa se permitió reír ante la seriedad que abundó en el rostro del pelirrojo, más allá de la normal mientras arqueaba sus cejas y asentía a lo dicho.

—Fue una leve discusión, YoonGi exagera.

Y JungKook alzó la cabeza entrecerrando los ojos hacia el pelirrojo — ¿Leve discusión, dice?

—Bueno, como sea, no estoy aquí para presenciar otra discusión de casados —interrumpió JiMin inclinándose en el escritorio de JungKook ganándose una mirada asesina del mismo tras su comentario —Solo venia a avisarte que estás invitado a mi cena de navidad mañana. Quiero presentarte a un primo de TaeHyung que esta también en los negocios como te había prometido cuando entraste a la carrera.

JungKook pareció pensarlo unos segundos y ahora una irremediable sonrisa de conejito junto a ojos brillantes se hacía presente — ¿¡Lo harás, en serio?! —cuestionó tal niño y TaeHyung alzó una ceja extrañado por su actitud, JiMin asintió con una sonrisa orgullosa —¡Nunca terminaré de agradecerte, Jimin-ssi!

—Sé que soy genial, cariño —musitó con la misma sonrisa —Pero en fin, debo irme.

—Mh, te acompaño —hizo saber TaeHyung levantándose de la silla —Ya sabes, Jeon, el documento debe ser entregado a inicios del próximo año —índico y el castaño aún feliz por la anterior noticia asintió con una sonrisa que nunca le había dedicado a su jefe.

Cuando JiMin y TaeHyung salieron de la oficina, el de cabellos rosa iba a despedirse, sin embargo, el pelirrojo lo tomó del brazo sin fuerza alguna solo queriendo llamar su atención.

—¿En serio? ¿SeokJin es su modelo a seguir? —preguntó casi en un susurro.

JiMin quería reírse en su cara por la escena que estaba haciendo justo frente a la oficina de JungKook —Lo es ¿Celoso de compartir la admiración de tu gerente con tu primo?

TaeHyung sin darle importancia al comentario del mayor, lo soltó y dio una mirada indiferente —No digas tonterías, simplemente, me tomó desprevenido.

—Los Kim son magnates en los negocios, no debería y peor siendo SeokJin —JiMin se alzó de hombros diciendo nada más que la verdad que TaeHyung de por si ya tenía presente —Espero asistas mañana, Tae —dijo dándose la vuelta para seguir con su rumbo.

TaeHyung le miró irse sin confirmar su asistencia y también extrañandose ya que JiMin no insistió con ello aun teniendo un trato que cumplir.

Pero era algo positivo, al no tener presión de JiMin podía simplemente no asistir e incumplir sin problema alguno el trato ¿Verdad?

¿JiMin tenía algo entre manos acaso y por eso dejó a su elección su asistencia? En cierta parte le daba curiosidad, quería saber qué era. Al parecer estar con YoonGi le había pegado algo bueno, al fin y al cabo. Con un cansado suspiro, TaeHyung decidió regresar a su oficina.

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sugar ➳ taekookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora