A veces pienso que para ti soy como Dios, ignoras mi existencia, rechazas mis creencias y difamas mi palabra; hasta que necesitas algo de mi, entonces me tratas como a un demonio, me temes y respetas no osas contradecir mis palabras, por miedo al silencio, me reclamas, invocándome solo cuando es necesario, cuando lo que ya se cansó de amarte te termina expulsando de su vida. A veces pienso que para ti soy Dios, esperas mi amor sin que tú lo correspondas, que dominas sobre mí, que sin fé no hay dioses.
A veces maldigo a Dios, maldigo sus creencias, maldigo a la idea que tiene de mi; muchas veces pienso en matar a Dios en un acto de santa blasfemia.