El verde de tus palabras me obliga a sonreír, verde esmeralda, verde hoja, verde agua. Miro tus verdes ojos con una sonrisa azul, y tú esbozas una sonrisa, sabes que te quiero, lo disfrutas, pero no quieres decirme que tú no lo haces, disfrutas con el azul de mis días. Tu verde consciente quiere odiarme, pero no puede, ya que por casualidad o por obra divina, el mundo te obliga a estar conmigo, pero algo dentro de ti, tu verde inconsciente, me desea, necesitas de mis palabras, de mi tacto, mis sonrisas, las buscas sin saberlo, sin siquiera saber que sientes. El verde de tus actos no quiere que ame a nadie más, el verde de tus palabras me odia, el verde de tus ojos quiere que estemos juntos; tu verde vuelve azules mis días.
