Después del nombramiento se celebraba un carnaval, todos los habitantes servían platillos exquisitos a las nuevas postulantes. El ser elegidas era de mucha honra para la familia de las jóvenes quienes adquirían un estatus casi tan importantes como las princesas
Ranma al ver los deliciosos banquetes en la mesa no pudo resistir su hambre. Haber pasado algunos meses con las raciones limitadas de alimentos le provocaba mucho apetito, todavía no se acostumbraba. Se sirvió de todo lo que su cuenco pudo albergar y como si no existieran las miradas molestas o el mañana se dispuso a comer indiscretamente -¡Esto está delicioso!- cada bocado desaparecía de su boca con rapidez y daba paso a uno nuevo cada vez más grande -¡Qué sabroso!
Akane se encontraba frente a él observando atónita el apetito insaciable de la pelirroja, a diferencia de su adversaria no tenía muchas ganas de comer limitándose a ingerir frutos sólamente. El resto de doncellas miraba también en su dirección con una expresión de desapruebo rotundo
Al atardecer todas fueron trasladadas al Palacio dónde se les pondría una marca en la muñeca. Símbolo de su participación en el torneo
En cada una fue inscrito el símbolo de Meiyo en la cara interna de su muñeca, después se repartieron prendas y obsequios por parte de los pobladores que esperaban buenos tiempos venideros en la nación. Todos los presentes significaban apoyo a las favoritas y sorpresivamente Ranma recibió una cantidad considerable para haber salvado su pellejo de puro milagro.
-Genma, que bueno que aparece general... Ésta jovencita ha causado muchos problemas ya. Decapitela- ordenó seria y gélida
Los latidos del chico se detuvieron por un momento, maldijo con todo lo que pudo a su padre. Solo él había sido la causa de su desgracia, a él le debía tantos problemas y deshonra, por él había adquirido un inhumana maldición -¿Cómo que decapitarme? ¡No he hecho nada para merecer ésto!
-¡General! ¿Va a obedecer o no?- la anciana perdía de a poco la paciencia. Necesitaba resolver todo el asunto del trono de una vez
-Lo siento señora- se inclinó con solemnidad el regordete hombre -No puedo... Hacerle daño a ésta persona- Genma tenía el corazón latiendo dolorosamente, sabía que su hijo tarde o temprano iba a provocar problemas de una forma u otra, pero no esperaba que alguien lo quisiera muerto por sus impertinencias
-¿Por qué? Es solo una odalisca- inquirió viendo soberbia a la joven
-¡¿Y eso a usted en qué le afecta?!- gritó ya exasperado -¿Ah?- seguía forcejeando con los guardias
-Señora, hay algo que debo confesarle- Miró a la pelirroja por última vez antes de condenar el futuro de ambos -Ella no es solo una odalisca, ella es la hija de Rio Fukui, es la primera heredera de la costa oeste del reino-
A Cologne le cayó la noticia como un montículo de piedra en la espalda ¿Fukui? La familia que era como la mano derecha de la realeza estaba ahí. Siendo aprisionada como cualquier vil ladrón -Sueltenla- ordenó nerviosa pero ocultando toda su confusión -Si es así general. Tiene que probarlo
A la mañana siguiente muy temprano Rio Fukui era recibida en el Palacio, de una manera muy discreta. Solo los involucrados con la corona sabían de su visita inesperada, Ranma esperaba encerrado en una habitación con los nervios hechos añicos ¿Por qué le pasaban estas cosas? Solamente se había enamorado de Akane ¿Cuál era su pecado para recibir tanta ira de los dioses?
Justo cuando pensó ser el pilar de la princesa para superar la adversidad y entrenar con ella para que juntos pudieran llegar a ser un matrimonio, llegaba la mala suerte de una. Al menos tenía la cabeza aún en su lugar
-¡Ranma Saotome!- el grito de su nombre lo alteró de sobremanera. Sintió que su secreto fue revelado y temió por su honra, por Akane y por su vida. Pegó su oído a la madera de la puerta intentando oir el cuchicheo de los guardias -Ese muchacho ¡Nunca aparece cuando lo necesitas!- era la voz de Sasuke con mucho enojo
-Señor Sasuke-
-General Saotome, que bueno que lo veo ¿Sabe usted dónde está su hijo? Su Alteza Akane solicita verlo- perfecto justo en la situación más negra de todas Akane lo mandó llamar. Pero por alguna razón no pudo molestarle su situación actual ya que si bien era difícil salir en una pieza le hacía esperanza que la princesa lo necesitara
-Justo por eso vengo, mi hijo fue a entrenar conmigo. Está ahora en el bosque solo que el muchacho se ha desviado del perímetro permitido
-Que... Despistado es su hijo- El chico sintió más rabia que antes ¿Cómo era posible que su padre lo difamara tan estúpidamente? Suficiente tenía con estar esposado y convertido en mujer cuando su damisela lo necesitaba -Tendré que ir a buscarlo
-Si quiere yo le ayudo, simplemente quería que lo supiera para que fuera más rápido encontrarlo- comentó Genma -Vamos, me adelanto al campo de entrenamiento y usted avise a la princesa que tardará un poco en llegar
Sasuke resopló con cansancio y se fué de ahí
-Deberías agradecerle chico- una pequeña llave pasó por la rendija de la puerta -Es la llave de la ventana y las esposas. Apresurate
-Como si esto no fuera tu culpa- reprendió el muchacho casi rompiendo la cerradura de ambas cosas -¿Tienes agua caliente?
-Ve primero a mi habitación muchacho y cambiate el ridículo kimono, regresa aquí antes del medio día. Rio Fukui vendrá a verte, Ranko Fukui
Corrió con todo lo que sus piernas podían permitirle, sintiendo la adrenalina explotar en sus venas y el pánico recorrer todo su cuerpo ya cambiado y convertido en el muchacho azabache
Llegó a un claro del bosque fingiendo estar entrenando. Dando piruetas y golpes al aire, la anterior carrera le había robado aliento provocando sudor en su frente que de manera divina le venía bien a la situación
—¡Ranma Saotome!— el grito de Sasuke lo crispó y detuvo su danza —Por fin te encuentro
—¿Ocurre algo malo?— preguntó ocultando su temor
—La princesa Akane te solicita— el hombre dió la media vuelta —No te desaparezcas así ¿Entendido? O serás un sospechoso
Al regresar, Ranma no podía creer lo que veía, la princesa se encontraba en un estado etílico impresionante, con la botella de sake en mano y su espada en la otra veía fija el paisaje que ofrecía su ventanal tambaleándose. Luchando por no caerse del banquillo
—Majestad— el muchacho habló levemente, tanteando terreno —¿Me buscaba?
—Ranma— la ahogada y temblorosa voz de ella delataba que su embriaguez era más fuerte de lo que aparentaba —¿Esto... Está mal?— giró ciento ochenta grados para verle de cara pero al momento de hacerlo perdió el equilibrio tirando la botella en un intento fallido por sostenerse de algo
Como felino, los movimientos del muchacho fueron reflejos autómatas. Como si la situación ya la conociera —¡Princesa!— la sostuvo a tiempo encontrándose con la mirada más vacía que pudo haber visto en su corta vida. Igual que en la selección del harem sus orbes se mantenían estáticos a analizandose el uno al otro sin embargo ahora no poseían brillo ni vitalidad
—Ranma...— habló —Dame un beso
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Poliandría
Fanfiction[Advertencia⚠ Historia con contenido dramático de índole trágico. Se invita atentamente a todo lector de esta obra a tener la mente abierta y si es de su desagrado suspender la lectura] Akane es la princesa del imperio más importante de Japón. Desti...