XXXI

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Por la puerta había aparecido lo que para algunas fue el prospecto perfecto en la batalla por el trono. Sintiendo las miradas sobre él trató de mantener la calma arreglando su cintillo -Buenas noches- saludó encaminándose hacia su princesa

Sintió las miradas de los masculinos clavarse en su persona sin ningún pudor, se acomodó el cuello del haori tratando de no verse nervioso siguiendo su andar

Shampoo no tardó en identificarlo, su dirección le indicaba hacia donde iba además de los ojos de Akane completamente enfocados en el recién llegado dejaban claro su identidad. Rápida dejó su copa de sake y se acercó a Ranma interviniendo en su camino cuando pasó a su lado -Hola- le habló con un pequeño saltito juntando las palmas de sus manos -Quieres sentarte aquí- lo invitó señalando el tatami que ella ocupaba dejando perplejos a Mousse y Ranma. El primero por haberlo dejado con la palabra en la boca justo a la mitad de su anécdota llena de hazañas un poco exageradas y el segundo por el atrevimiento tan abrupto de ella

No es que se considerara una persona importante, sin embargo habían discutido con anterioridad aunque la chica de pelo morado fuera inconsciente de ello, además Akane esperaba por él. Intentó no sonar grosero retrocediendo un paso -No gracias- se hizo a la izquierda avanzando nuevamente pasando de largo su sonrisa de perfectos dientes blancos. Y es que Shampoo sin duda era una de las contendientes más exóticas con su cuerpo bien trabajado y pelo exuberante, pero le faltaba carisma auténtico. Quizá sería su única desventaja contra Akane a los ojos de Ranma, incluso su boca algo impertinente le parecía de mal gusto

Al contrario de Mousse, de quién pudo atisbar su fascinación por ella

La joven se quedó muy asombrada y hasta ofendida, el chico había pasado de largo sobre su insinuación sin preámbulos ¿Quién se creía? Inflando las mejillas calientes de vergüenza ante tal desaire delante de todos apretó los puños mirando con avaricia la espalda ancha de Ranma que se iba más lejos de ella. Lo había decidido, ese hombre iba a ser suyo de una u otra forma, más que por la disputa que sostuvo con la princesa lo haría por su honor y orgullo femenino, nadie se iba resistirse a sus encantos de eso estaba muy segura

Se sentó sin delicadeza alguna salpicado sake con su brusca acción, resignada a escuchar el parloteo fastidioso del joven ojoverde

Akane se rió con el sabor de la victoria desde su mesa, estaba destellando felicidad por la manera tan poco digna de Shampoo al lanzarse hacia su Ranma y cómo él la rechazó claramente para ir a su lado, simplemente fascinante

-Princesa- se acercó denotando su llegada, pidiendo permiso silencioso para sentarse

-Ranma- su amplia sonrisa le delataba esa alegría que de pronto la abordó -Ven siéntate- palmeó el mullido cojín a su lado, se meneó moviendose de lugar dándole más espacio

-Gracias- dijo una vez sentado -Buenas noches- saludó a su acompañante que no se inmutaba por su llegada

-Buenas noches- Saludó Kiema quitando el tallo de su cereza con mucha calma. Al principio lo ignoró pero no pudo evitar mirarlo cuando la soberana le habló emocionada por presentarlo

-Kiema- la llamó Akane -Él es Ranma, uno de mis ex concubinos- la albina le dedicó una mirada escrutadora pero rápida, luego sostuvo su vista en algún punto perdido detrás de él -Ranma, ella es Kiema, una de las participantes para el torneo

El aludido le hizo una pequeña reverencia mostrando respeto. A lo lejos podía verse a Kodachi mirar sin discreción hacia la mesa que compartían sus contrincantes y el muchacho de pelo azabache de quien se presumía ser Ranma. Hijo del general Genma Saotome; superior de su hermano Tatewaki

PoliandríaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora