Ranma había juntado ya sus pertenencias, todo lo que trajo consigo y algunas ropas que permitieron llevarle eran su escaso equipaje. Todo el tiempo había tenido un guardia escoltando su puerta sin dejarlo salir
Cuando estuvo listo, se dispuso a marcharse de ahí. La servidumbre lo miraba con recelo, conforme avanzaban sus pasos sentía la indiscriminada gente juzgandolo a sus espaldas, en el recorrido a las afueras se encontró con Akane, la chica tenía un semblante desmejorado, pudo atisbar en sus ojos la molestia —Akane— la llamó acercándose, el guardia hizo amago por detenerlo pero la joven lo dejó estar
—¿Por qué aún no te has ido? El carruaje que te llevará lejos de aquí te espera
—Por favor Akane, antes de que me vaya quiero que hablemos, quiero decirte la verdad
—La verdad la conoce mi padre y con eso me conformo
—Pero nosotros
—No. No hay nosotros. Lo que había se terminó, no quiero volver a verte— dichas esas palabras reanudó su camino sin voltear a verlo
El azabache se resignó. Le estaban obligando a renunciar a su amor, a todo lo que quiso construir hacia apenas unos días, a las promesas de permanecer unidos, pero por sobre todas las opiniones la de la joven se sentía como mil dagas. Su acompañante lo empujó levemente para que avanzara
Akane se encerró en su habitación, se retrancó contra la puerta evitando volver y reclamarle a gritos toda su mentira. Todas las falsas palabras que la debilitaron ante él. Ya no quedaba nada
—Akane abre la puerta— Oyó la voz de Nabiki desde afuera. Se limpió las pocas lágrimas que bajaron por su rostro abriendo al fin
—¿Qué sucede? ¿Por qué han venido hasta aquí su Majestad?
—Queríamos saber cómo te encuentras, hemos escuchado todo
—Estoy... bien. Sólo estoy descansando para poder pelear apropiadamente— respondió intentando sonar neutral —Es todo
—No debes cargar con esto tu sola— Kasumi también estaba presente, abrazó a su hermana menor tratando de infundir apoyo —Por favor Akane, confía en nosotras
—Claro que confío en ustedes, son las únicas junto con el emperador— afirmó —Es por eso que debo darles un hogar libre de peligros
—¿Piensas que Ranma es un peligro?
—¿Qué sería sino? Se aprovechó de todos para llegar lejos, afortunadamente lo descubrieron
—Estaba maldito, lo único que hizo fué proteger su vida— hizo ver Nabiki a lado de sus dos hermanas —No lo hizo de la mejor manera pero intentó no causar problemas
—Y ya ves cómo ha terminado, además ¿Qué es eso de la maldición? ¿De qué hablas?
—Ranma es la prueba de que aquel lugar lleno de pozas encantadas es verdad, él cayó en una de esas y por eso se transforma en mujer. Mamá nos prohibió ir allá para entrenar, todas crecimos oyendo las historias, ahora veo que son ciertas
—No puedo creerlo, no voy a creerlo— sentenció la menor separándose de Kasumi —Él no quería más que vengarse por la derrota de su madre. Iba a llegar hasta donde fuera posible por esa victoria. No intentes defender lo indefendible
—Tú no intentes cegarte ¿Duele verdad? Imagino que estás tan enamorada que tu decepción no te deja ver
—No digas tonterías
—No son tonterías. Le advertí que no tendría piedad si te lastimaba. Con una orden podría matarlo ¿Eso quieres? En este momento puedo ordenar que lo maten
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Poliandría
Fanfiction[Advertencia⚠ Historia con contenido dramático de índole trágico. Se invita atentamente a todo lector de esta obra a tener la mente abierta y si es de su desagrado suspender la lectura] Akane es la princesa del imperio más importante de Japón. Desti...