XXXVI

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El sol ardiente abrazaba la piel como un manto, sin embargo la guardia de Akane seguía cosechando los sembradíos de sus alimentos. Las hortalizas de frutas y granos se veían todos los días atendidos por los soldados bajo su cargo. Ella misma se encargaba de cuidar los cultivos también

Después de ser nombrada capitán del tercer batallón sus responsabilidades aumentaron cinco veces más. Se encargó de guiarlos en el arte combativo mientras ellos la ayudaban con las tareas más campestres. Cazar, pescar, alzar empalizadas, construir acueductos para las siembras e identificar plagas amenazadoras

Todos los días se levantaba antes del alba, las estrellas desaparecían conforme sus soldados se formaban para recibir desayuno. Encontró muchachos muy habilidosos para la cocina siendo ellos los encargados de instruir al resto. Se turnaban tareas diariamente para no perder un día de productividad

Las tierras que iban siendo recuperadas poco a poco se volvían nuevamente en poblados pacíficos con la capacidad de albergar a sus habitantes sin frío o hambre. Soun salía diariamente a recuperar nuevas aldeas y de a poco fueron ganando terreno hasta dejar a los rebeldes acorralados contra los valles sin oportunidad de una emboscada

La temporada de lluvias pasó trayendo consigo la mejor época para los voluntarios, todos los terrenos bien fertilizados y labrados dieron abundantes recolectas que servirían de víveres para el invierno. Así mismo el otoño vistió de naranja los campos, los follajes de los árboles iban cayendo de a poco y los vientos del sur ondeaban fuerte las banderas en la nueva villa imperial. Se había acentado una nueva población como apoyo a los residentes cercanos

Al final el invierno llegó dejando desnudo al paisaje, solo la nieve cubría el suelo y las ramas. Habían pasado el año nuevo en la urbe en compañia de los reclutas, llevaron a cabo el seibo¹ con los aldeanos de aquella zona, celebrando la venida de un nuevo ciclo de vida para la tierra

Para Ranma las cosas se habían calmado, los rumores comenzaban a desaparecer conforme lo veian más lejos de Shampoo, Mousse había detenido por un tiempo sus ataques y comenzaban a dejarlos entrenar solos por más tiempo dándole oportunidad de tener su forma natural, debían pulir ya sus estrategias por separado para poder tener una contienda más dificultosa, solamente compartían las clases teóricas y los entrenamientos de montura

El resto dependía de cada postulante. Fuera hombre o mujer. El Imperio demandaba alguien que fuese capaz de manejarse por su propio pie.

Tras siete meses de campaña en las tierras del norte, había llegado el día. Akane volvía a Palacio por el dictamen del senkō-toshi a cumplir con su deber

Revisó los alrededores por última vez, encargó a Sasuke la seguridad de su padre, se despidió de su batallón dejando a un soldado de nombre Herb en el puesto como capitán, recibió la bendición de Soun y acompañada por el ejército real partió de vuelta a Nerima. Dos semanas pasaron hasta que pudo vislumbrar las grandes puertas de la ciudadela adornadas con estandartes dorados

Seguramente un mensajero ya había anunciado su llegada con antelación. El firme paso de su caballo se adentró a su lar siendo recibida por los habitantes del poblado. Entre ovaciones y retazos de papel colorido se adentraba por las calles empedradas, la gente le agradecía su valentía, la animaba a dar lo mejor en los combates venideros y otorgaba obsequios de toda clase

El grupo recién llegado se dirigió al Palacio donde también los esperaban. Todos los sirvientes estaban en la entrada con la cabeza gacha en símbolo de respeto

El consejo de antiguas emperatrices aguardaba también a lado de las dos princesas mayores quienes lideraban las filas. Los postulantes estaban formados delante de los siervos y tras la familia real

Los soldados abrieron las pesadas puertas de pino dejando ver a la tropa arribar por fin

El tiempo había hecho su trabajo, el rostro de Akane había perdido los rasgos infantiles que poseía cuando se fué, su pelo creció nuevamente casi a la altura de los hombros. Se veía mucho más adulta, madura; pero al mismo tiempo su inocencia perdía fuerza tras las constantes batallas, se había convertido en una guerrera real

Cuando el escuadrón estuvo completamente dentro las puertas se cerraron nuevamente. Se formaron con los caballos en un contingente tras la princesa mientras ella descendía primero de su animal

Los trabajadores, postulantes y militares que esperaban en el Palacio les hicieron una profunda reverencia

Nabiki y Kasumi se acercaron para recibirla en un abrazo cálido —Bienvenida Akane— dijo la mayor anunciando con ese hecho el arribo oficial de la décima postulante al trono

El banquete se llevaría a cabo en el jardín principal del castillo, las odaliscas disponían de todo lo necesario para empezar cuando el sol estuviera en su punto más alto

La peliazul se encontraba cambiándose de ropa, tras el viaje su vestimenta tenía polvo y restos de hierba seca. Se aseaba dejándose inundar por la paz

Después de noches en vela donde tenía que estar alerta por si algún ataque sorpresa ocurría en la campaña, por fin podía destensarse a voluntad. Se sumergió en las aguas termales sintiendo la tibieza relajar sus músculos dándoles el merecido descanso que no tenía hace mucho

Casi se quedaba dormida al borde del estanque pero se obligó a salir del agua, tenía que cumplir con sus obligaciones primero

La comida transcurrió rápidamente, Tatewaki quien la había acompañado de vuelta se encontraba ya con Nabiki y el prometido de Kasumi, Tofu también se hallaba presente. Sentía el tiempo correr sin prisa aunque sin pausa. Hasta que la oscuridad de la noche comenzó a reinar dispersando la fiesta de bienvenida

Antes de irse a dormir decidió visitar a su develo eterno, al poseedor de esos ojos color topacio que tanto le pedían volver en sueños y cartas. Se colocó una yukata más cómoda saliendo de su habitación

Ranma recién volvía de bañarse hallándose con un pañuelo de seda y una nota sobre el baúl de su ropa. Al desenvolverlo se llevó una sorpresa encontrándose el anillo de Akane. El papel tenía escrito "Ten cuidado"

Estaba planeando cómo pedírselo a la mediana de las princesas pero ella había sido benevolente. Le debía una muy grande

Con cuidado se colocó el objeto en el dedo meñique, era el único en el que le cabía ya; lo contempló con una sonrisa al saber que de nuevo todo regresaba a su cause. Akane en casa y él con su anillo, oyó toquidos en la puerta sobresaltandolo un poco —Ranma ¿Estás ahí?— percibió del otro lado

Emocionado hasta el último de sus cabellos fue a abrir encontrándose con la joven de ojos almendra —Akane— susurró sorprendido y sonriente de verla ahí —Quiero decir, majestad— se corrigió haciendo una reverencia, ella rió con suavidad

—Oh Ranma— musitó la joven lanzándose a sus brazos —Te he echado tanto de menos— confesó apenas en un susurro

El azabache la estrechó más, hundiendo su rostro en el cuello femenino —También yo, la he extrañado todo este tiempo. No hubo un solo día en el que no pensara en usted— confesó con premura —Pero ahora que ha vuelto y pase lo que pase, no vamos a separarnos

—¿Lo prometes?

—Lo prometo

Continuará...

Seibo: Consiste en el acto de obsequiar cosas en año nuevo a las personas de quien se recibió ayuda en el transcurso del año anterior

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