XXXVII

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Kasumi se encontraba en la última reunión con Tofu, debido a la campaña y la ausencia del emperador su boda se había pospuesto durante más tiempo. Eso había permitido que las ceremonias prenupciles se llevaran a cabo en intervalos más prolongados de tiempo

—Majestad Kasumi, me alegra tanto que usted me eligiera para ser su honorable esposo— Ono se inclinaba con respeto hacia la joven —A pesar de que nuestro compromiso ya fué concretado usted ha asistido a las reuniones de manera amable, es un gran ejemplo de respeto a nuestras tradiciones

—No te preocupes, estaré dispuesta a seguir todas nuestras costumbres. En cuanto a la ceremonia la más antigua ex mandataria llevará a cabo el casamiento— informó mientras un sirviente le proporcionaba más té —Mis sastres vendrán a preparar las vestimentas de tus padres, como regalo de mi parte, por favor aceptalas

—Es un honor Majestad, la familia estará eternamente agradecida

La reunión continuó hasta el atardecer, entonces la soberana se marchó de vuelta al Palacio. En la puerta estaba Akane esperandola junto su hermana Nabiki —Bienvenida hermana ¿Cómo te ha ido?

—Muy bien hermanas, la reunión se llevó a cabo con éxito. Los preparativos están listos y en cuanto llegue papá llevaremos a cabo la ceremonia— informó entrando a paso lento al edificio principal —¿Apetecen una taza de té en mis aposentos?

—Claro hermana ¿Has decidido ya tus atuendos de bodas?

—Si, estoy revisando las últimas confecciones para el kimono tradicional y el wataboshi. Podrían darme su opinión sobre los bordados, así que vamos a revisar con Tsubasa. Akane no sabes lo feliz que soy de tener un sastre tan bueno como tu concubino

—Me alegra que te sea útil— las tres hermanas se dirigieron adentro para continuar con los preparativos

Una semana después Soun llegaba por fín a tierras imperiales. La boda de su hija mayor debía llevarse a cabo al día siguiente y a penas volvía con un poco de tiempo para prepararse

En el palacio las odaliscas preparaban las decoraciones de boda, limpiaban hasta el más pequeño rincón procurando que nada saliera mal

Sarutoru no se acercaba siquiera a las doncellas quienes descansaban de sus clases debido al matrimonio por llevarse acabo. El suceso era esperando con gran alegría por todo el poblado, en las calles la gente también ordenaba para la tradicional procesión después de la ceremonia

—Kasumi, hermana tus joyas están terminadas— Akane entró a la habitación sin anunciarse debido a la emoción —¿Qué opinas?— extendió la tela mostrando sus accesorios

—¡Son hermosos!— se emocionó la mayor —Harán juego perfecto con el kimono de celebración— la idea de casarse al fin después de siete años conviviendo con su concubino le producía felicidad, su fortuna le sonrió otorgándole amor a su relación

Miró a Akane quien seguía contemplado las joyas y notó un poco de nostalgia en ella —Akane, antes de que me case quisiera decirte algo

—Dime hermana— la aludida volteó el rostro con atención

—Si pierdes en el torneo por el trono no te preocupes. Estaremos juntas en esto, si quieres casarte con la persona que ames puedes desistir de la contienda

—Kasumi, creí que ya habíamos hablado de eso— sonrió comprensiva la menor —Es mi deber y me honra ser yo quien represente a la familia, nuestra difunta madre estará orgullosa

—Pero...

—El amor puede llegar después. Así pasó con la abuela y con madre— A pesar de decirlo muy segura, Akane esperaba que Ranma y ella pudieran llegar juntos al trono o al menos perder para contraer matrimonio por su cuenta —Por hoy vamos a celebrar en tu nombre ¿Si?

PoliandríaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora