Poliandría

XXI

—Ranma... Dame un beso— el pedido de la joven Tendo descoló totalmente al aludido, el color de sus mejillas se fue intensificando conforme los segundos pasaban. Sintió un contacto suave en su cara, tan leve que apenas pudo percibirlo y para cuando salió de su asombro los labios de Akane se habían alejado de su maxilar —Cuando pelee por el trono, aún si no gano, promete que seguirás conmigo— finalizó cayendo dormida

—Princesa— la vió dormir tranquila, esperando que pudiera descansar plácidamente, no era tonto, las ojeras de la chica la delataban siempre en sus desvelos

—Muy romántica la demostración— Genma aparecía por la ventana —Pero en poco tiempo tienes una audiencia Ranko, apurate

Ranma salió de la habitación informando a Sasuke que la princesa estaba durmiendo y por favor nadie interrumpiera su merecido descanso —Seguiré entrenando por si me necesitas sabes donde estaré— y se marchó. Regresó a la habitación de su padre echándose agua fría y poniéndose el kimono nuevamente —No puedo creer lo que estoy haciendo

Era la hora de la verdad, con muchos nervios y apenas en tiempo la pelirroja se puso nuevamente las esposas dándole la cara a la puerta. Después de ver a Akane sus planes se renovaron y modificaron en una fracción mínima de tiempo

—¡Atención! La señora Rio Fukui está presente— anunció un guardia tras la puerta. Después de aquello una mujer ataviada con armadura y pequeñas cuchillas repartidas estratégicamente en ésta apareció meciendo su alta coleta

—Ranko— sus ojos vivaces la examinaron tanteando terreno —¿Por qué mi hija está esposada y cautiva como una vil ladrona?— demandó saber con altivez —Genma

—Señora yo...— intentó explicar el hombre pero fue interrumpido por Cologne

—Entonces ¿Si es su hija?— la pregunta no tenía ninguna emoción latente pero al no ver de frente a la invitada no pudo evitar su cara de estupefacción

—Es la heredera de mi familia, lleva mi emblema en la ropa ¿Y todavía preguntas eso?— Rio se giró para encarar a Cologne —Para ser una antigua emperatriz eres muy poco astuta... Amazona

Era cierto, Cologne había gobernado Poliandria pero no procedía del Japón, su ascendencia era China, de la aldea amazona en Ju-Che-Su —Aún hay quien no ha superado el pasado

—Dímelo tú, ganaste con artimañas a los merecedores del trono y no te dió vergüenza ponerte esa corona manchada de sangre inocente— Rio habló mordaz, a pesar de entablar un ácido parloteo con una antigua emperatriz no temía —¿Ordenas que liberen a mi hija o lo hago yo? 

—No puedes dar órdenes aquí— mascullo la anciana entrecerrando los ojos —No tienes autoridad

—Y tu tampoco tienes la suficiente para aprisionar a mi heredera ¿Hablamos de derechos? Ella es una potencial postulante al trono. Si ella exige su derecho no tienes oportunidad. Es mi hija de quien hablamos— Ranma se mantenía estático observando cada argumento, nunca pensó que una desconocida se atreviera a proteger su vida, su honor y su causa de estar en el palacio —Es ahora Cologne ¿O tengo que llamar a Soun Tendo para que tome la decisión?

Con un movimiento de cabeza la mayor ordenó liberar a Ranko —¿Estás felíz ya?

—Ahora que lo dices... No— se quitó el broche del pecho dándoselo a la pelirroja —Exijo la audiencia para que mi hija aspire al trono

Y después de tres días Ranko había sido la noticia en todo el pueblo y el palacio, Rio se hizo de oídos sordos ante las críticas de la mala crianza de una hija que apareció sin más. Jamás mencionada