XXVII

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Akane caminaba rumbo las nuevas edificaciones que serían ocupadas para impartir las clases, Hiroshi y Daisuke la observaron entrar despacio —Majestad— los presentes le hicieron una reverencia

—Hola— sonrió tenue —¿Cómo van los preparativos?— cuestionó observando el lugar lleno de taburetes y tablillas para escribir

—Está listo alteza, desde mañana mismo podemos empezar.

—Me alegra mucho— confesó acariciando la mesita que de hallaba al centro —Este lugar me hace mucha ilusión, me alegra que esté terminado antes de la campaña— se acercó a la puerta a punto de partir —Esta noche habrá un banquete, deben asistir a la celebración— dicho esto salió por completo

Anduvo nuevamente por los patios del palacio yendo directo a la armería.  Se encontró con Mousse guardando las herramientas —Mousse— le habló acercándose

—Alteza— el chico se inclinó con respeto —¿Desea algo?

—Nada en particular, solo venía a avisarte que en la noche habrá una pequeña reunión. Por favor asiste cuando Sasuke venga por tí— pidió observando las armas sobre su área de trabajo —Eso es todo— tomó una daga yéndose por donde llegó

Luego se movió a los campos de entrenamiento donde halló a la mayoría de su harem, Shinnosuke, Toma, Konatsu, Ken, Ryu y Mikado se encontraban practicando sus movimientos de arte marcial, cuando la joven estuvo frente a ellos les informó sobre la celebración y se conmovió al verlos tan centrados en mejorar para proteger a su familia y al pueblo

Regresó al interior del palacio encontrándose a Ryoga y Tsubasa rumbo a habitación de su hermana mayor, al verla los dos se agacharon —Majestad

—Hola ¿A dónde van?— preguntó con curiosidad observando que llevaban lienzos y joyas —¿Los interrumpo?

—No Majestad, vamos a asistir a su Alteza Kasumi, nos pidieron arreglos para su atuendo de nupcias— informó el joven de la bandana aún agachado —¿Está molesta?

La chica se asombró por su pregunta —No claro que no estoy molesta, vamos yo los acompaño— era verdad, su hermana estaba a punto de contraer matrimonio. Con todo el asunto de la selección y las clases se olvidó que estaban a dos lunas llenas de bendecir a la nueva rama de la familia que unía a la primera princesa con la familia Ono, un legado de respetables curanderos y samuráis que habían servido al Imperio durante décadas, casi desde su inicio

—Por cierto, esta noche habrá una fiesta en el salón principal, deben asistir por favor— pidió mientras caminaban

En la habitación de Kasumi las odaliscas le mostraban telas finas, seda de la mejor calidad, velos y coronas que servirían como su atuendo de bodas, al escuchar los toquidos de la puerta habló lo suficientemente alto para que la oyeran desde fuera —Pase

—Hermana— Akane no aguantó su emoción caminando dentro —Buda te proteja— se inclinó en seña de respeto

—A tí también Akane— la recibió besando su frente —Pensé que ya no vendrías a visitarme, creí que habías olvidado mi boda

—Por un momento— confesó apenada  —Pero continúa que yo te observo ¿Nabiki ha venido a verte ya?— preguntó tomando unas peinetas y adornos para el cabello 

—No aún no, últimamente está ayudando a papá con los estudios para la campaña, deben ajustar los gastos de las nuevas tropas— informó dejando de lado los hilos brillantes que tenía en las manos

—Pueden empezar a medir— dijo una anciana a los sastres que se hayaban presentes. Tsubasa sacó un cordel de su bolsa acercándose también, marcó con una tiza las medidas de los brazos anotando en su tablilla

PoliandríaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora