Los habitantes del pueblo no se habían percatado del aura tensa que se provocó entre las doncellas. Akane a pesar de ser postulante tenía los derechos de princesa intactos, se quitó el velo de la cabeza sin cuidado destruyendo su peinado —Tampoco pienso perder Shampoo, ni mi honor. Ni a Ranma— se giró rápidamente comenzando a caminar fuera de la caseta —¡Sasuke!
El guardia se pegó a ella como sombra mirando amenazante a la amazona de pelo morado, advirtiendo que por el momento la joven Tendo era su superior y le debía respeto. Con una última mirada desapareció entre las sedas que colgaban de la tienda
—¿Eso no fue muy temerario?— Asuza se metía en la finalizada discusión —Retar a una princesa por... Despecho— la observó desde su asiento sin temor —Shampoo, podrías perder tu lugar si no sabes medir tu lengua
La aludida elevó una de sus cejas símbolo de su incredulidad —No sabes lo que dices Shiratori, no tengo miedo a esa mujer. Nadie debería temerle o respetarla, no es nadie
Las personas que se hallaban a su alrededor se quedaron sin aliento, la joven tenía una lengua afilada que no conocía la discreción ni en lo más mínimo
Ranko se contuvo de responder, la prioridad era seguir a Akane, su princesa necesitaba a Ranma al joven guerrero que aliviaba sus penas. Corrió fuera de ahí ignorando las miradas indiscretas sobre su persona, Sarutoru intentó detenerla pero fue en vano; con una mirada amenazante logró que el hombre le soltara
Corrió por las calles del pueblo sin encontrarla ¿A dónde había ido? Casi arrancó sus pelos por la desesperación de no hallarla en ninguna parte —¡Aka...— cortó su grito al verla de lejos, estaba subiendo a un carruaje seguida de su escolta. Apresuró su paso intentando darle alcance, se interpuso entre la entrada del carruaje y ella —¡Akane!— sus ojos se encontraron produciendo un brillo especial —Espera
La aludida se sorprendió mucho por ver a su futura rival en los combates, se sintió un poco mal porque a pesar de sus preocupaciones y quizá buenas intenciones no podía confiar en Ranko Fukui tampoco, si bien Shampoo había sido muy estúpida al hablar también tenía razón en algo. Aquello de crear castillos sobre las nubes no le servía de nada
Quería ser pesimista y así sorprenderse con los resultados positivos, a su vez, si las cosas salían mal no quería decepciones para su maltrecho honor, para su débil corazón. Ya que, a pesar de ser una princesa, la heredera de una dinastía respetable e imponente no dejaba de tener miedo, dudas. El desasosiego de su pecho no cesaba
Se movió rodeandola evitando mirarle la cara subiendo por fin al carruaje seguida de Sasuke, Ranko apretó los labios, sabía que Akane estaba herida, necesitaba apoyo moral que difícilmente dejaría que alguien le brinde; con un hábil salto quedó sobre el techo del transporte. Si se quedaba en el pueblo hasta que el banquete terminara posiblemente se darían cuenta de que Ranma estaba ausente
Cuando llegaron al palacio esperó paciente para poder bajar del carruaje sin que nadie lo viera, se escabulló hasta los establos cambiándose de manera rápida, salió cual bólido en busca de Akane. Debía verla.
La princesa se encerró en su manantial privado, dió órdenes de no ser molestada por nadie, a pesar de la situación tan critica y de que su reputación pendía de un hilo no le importó hacer una rabieta, sabía que los gobernantes no podían guiarse por sus impulsos. No se manejaba a una nación así
Pero no podía evitarlo, Shampoo se estaba metiendo demasiado en sus asuntos, estába empecinada a quitarle todo incluso a Ranma; apretó los puños. No la dejaría, ella había puesto empeño en su relación, lo cultivó como un guerrero y sin ser consciente se enamoró de él perdidamente, él era la base de su buen juicio por ahora
Se deshizo de la vestimenta metiéndose al agua fría de golpe, sintió todos sus nervios reclamar por el brusco cambio de temperatura pero ignoró cualquier sensación intentando no caer más bajo en su capricho, oyó un toquido desesperado en la puerta mientras fruncia el ceño, ignorando el sonido volvió a cerrar los ojos
Nuevamente tocaron haciendo que Akane saliera del agua —¿Qué ocurre Sasuke? Te dije que nadie me molestara— se puso un kimono cubriendo su desnudez, caminó sin prisa hasta el trozo de madera corriendola bruscamente —¿Qué?— su tono poco amistoso se vio turbado, frente a ella se encontraba precisamente un factor de su mal humor momentáneo a pesar de que Ranma no lo supiera
Sus mejillas se sonrosaron mientras cubría su mal puesta vestimenta —R-Ranma— balbuceó retrocediendo dos pasos —¿Sucede algo malo?
—Majestad— comenzó el sin despegar su mirada de ella, no tenía ni idea de cómo había terminado así, solo quería confesarle lo mucho que le quería —Yo...— pero repentinamente el valor se esfumó quedándose callado al mismo tiempo que sus mejillas adquirían un tono más rojizo y su corazón latía rápidamente
Se quedó esperando que dijera algo pero en vista de su mutismo ella actuó primero —Ven, quiero mostrarte algo— lo tomó del brazo asegurándose de que nadie los viera, encaminadolo a su oasis privado. Una vez dentro cerró la puerta para evitar mirones que pudieran interrumpir —Es algo de lo que nadie sabía a excepción de mi difunta madre— sonrió con nostalgia —Pero tu eres diferente, me ayudaste a creer y por eso voy a confiar en tí— Se dirigió a una de las paredes quitando la protección de bambú y deslizando una puerta oculta, el vapor salió de aquella nueva entrada a lo desconocido —Ven— sujetó su mano guiándose dentro, el calor que emanaba la recién descubierta habitación provocaba sudor haciendo que él comenzara a sentir bochorno por toda la ropa
Una vez dentro Akane cerró nuevamente la puerta dejando que el chico contemplara el panorama. Delante de ellos había un estanque de aguas termales más pequeño que el de agua fría pero lo suficientemente grande para abarcar un tercio de la habitación
La princesa se quitó el kimono animando a Ranma para despojarse de sus ropas también, al muchacho se le encendieron las mejillas, no quería ser indiscreto y mirar pero por todos los dioses, tenía delante de él a la mujer que amaba. Encima con poca ropa bañandose en aguas termales, invitándolo para unirse a ella
Despacio de deshizo de su vestimenta dejándola en una roca cercana, cubriendo un poco sus ojos entró al agua tibia ¿Qué haces Ranma? Se reprochó, a pesar de ser un hombre enamorado seguía teniendo una posición inferior políticamente
Sin embargo todas sus dudas se perdieron en el segundo plano de su mente cuando Akane se acercó acomodando su espalda en el pecho del muchacho
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Poliandría
Fanfiction[Advertencia⚠ Historia con contenido dramático de índole trágico. Se invita atentamente a todo lector de esta obra a tener la mente abierta y si es de su desagrado suspender la lectura] Akane es la princesa del imperio más importante de Japón. Desti...