Capítulo 32

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Cuando sintió que ya estaba tan dilatado como para penetrarlo empezó a bajar su pantalón de algodón junto con sus bóxer y alineó su pene erecto en su entrada para empezar a empujar con suavidad.

Los gemidos de Louis se hacían cada vez más fuertes, más sonoros, así como los gruñidos y jadeos de Harry tampoco parecían ceder al placer que envolvía sus cuerpos.

Empezó a embestir lentamente para que el híbrido se acostumbrara a su tamaño, en cuanto se relajó y poco a poco se dejó caer más profundo supo que podía moverse más rápido, así que levantó sus caderas para entrar de lleno en el ojiazul y aceleró el ritmo.

Colocó sus manos a los costados de la cintura de Louis, él se mordió el labio inferior para silenciar más sus gemidos. El rizado pareció darse cuenta de eso y se acercó a su boca para acallar los ruidos con sus besos, los cuales amortiguaron cada sonido en un vaivén de labios.

–Más. –Pidió Louis dejando resbalar un par de lágrimas por el placer que lo abrazaba con fuerza.

Pasó sus manos por los hombros del rizado y jugó con sus cabellos antes de enredar sus dedos y sostenerse, Harry había empezado a embestirlo de una manera tan desesperada que lo hizo rodar los ojos y arquear la espalda.

Taladró ese punto en su interior, no mucho como para lograr que se corriera sin previo aviso derramándose en el vientre y pecho de Harry, quien minutos después depositó su semilla dentro de Louis dejándolo realmente exhausto como para siquiera querer moverse.

Lo dejó en su lado de la cama quitándole las bragas con cuidado, observando con una sonrisa como el líquido blanquecino salía de su orificio y corría por sus muslos. Louis aún gemía, sus piernas temblaban un poco y sus ojos se cerraban por el cansancio que lo abatía.

Harry se dedicó a limpiarlo y a colocarle ropa interior limpia. Después lo besó un poco, repartió caricias por todo su cuerpo y susurró tantos te amo que perdió la cuenta y noción del tiempo antes de cubrise a ambos con una sábana y quedarse totalmente dormidos.

[...]

Johanna volvía a casa de los Styles porque Anne le propuso organizar el cumpleaños de Louis y también Navidad.

Siempre habían celebrado su festejo como el día en que llegó a su hogar, así que se hacía respetar ese punto. Johanna ya estaba viendo precios de pasteles, adornos para la fiesta... Este sería el primer cumpleaños que pasaría con su hijo después de haberlo encontrado; estaba realmente feliz.

Anne y Gemma abarcaban comida, bebidas, locación, y postres. No querían una gra fiesta, pero sí les agradaba la idea de juntar ambas familias y hacerlo de una manera especial.

Harry tenía algo más planeado, ya vería la manera de hacerlo antes o después de su cumpleaños. O quizá...

–Mamá, Gemmame dijo que están organizando una fiesta para Lou –tocaba su labio inferior con sus dedos, claramente estaba nervioso.

–Sí, Johanna nos está ayudando.

–Me preguntaba si... Si tal vez era posible que lo sacara de la fiesta por la tarde. Yo también le tengo una sorpresa.

–¿Me dirás qué es? –se le acercó sigilosa enmarcando las cejas, acto que lo puso aún más nervioso.

–Vamos, mamá... Tú lo arruinarías a última hora –rió y tapó su rostro sonrojado con las manos.

–Uh, puedo guardar un buen secreto si me lo propongo –lo codeó, risueña... Harry no se resistió.

[...]

La fiesta había quedado perfecta. Había adornos navideños por toda la casa, el árbol tenía luces que centelleaban y lo hacían lucir mágico, la chinenea estaba encendida y había regalos en alguna mesa que Louis anciaba abrir. En otra barra estaban los platillos y postres que Anne, Gemma y Johanna habían preparado, algunos también eran comprados. Todos vestían con elegancia, aunque no muy refinada.

Las gemelas parecían un par de muñecas envueltas en mallas de seda blanca y bonitos vestidos pasteles con brillos y listones. Harry y Louis optaron por vestir con sacos y pantalón negros, al igual que el esposo de Johanna. Y ella en conjunto con Anne y Gemma decidieron usar vestidos largos que las hacían verse preciosas.

Cenaron mientras hablaban de varios temas triviales, disfrutaron también de la música ligera que había de fondo en algún reproductor, y degustaron los platillos que se habían hecho antes de que Louis repartiera de su pastel.

Por su lado, Louis estaba feliz por la sospresa que le habían regalado, muy agradecido con todos por aportar algo a su fiesta, con una sonrisa enorme entre los labios que le robaban suspiros a Harry cada lapsp de tiempo.

Y Harry, a pesar de estar contento por cómo había resultado todo, estaba nervioso por rebelar lo que él había planeado. Cuando faltó poco para la hora en que empezaría lo suyo se vio en la necesidad de decirle a Louis.

–Renté un auto para ir al bosque, también una pequeña cabaña por dos días. –Susurró en su oído sintiendo como todo el cuerpo le temblaba por las emociones que sentía.

–¿Iremos todos? –cuestionó asombrado dándole la cara.

–Sólo tu y yo. Pero el auto está por llegar, y debemos irnos ya.

–Claro, yo... Solo dejame preparar unas cosas y nos vamos.

–Ya hice maletas para ambos, bebé –le guiñó un ojo. –Lo mejor sería que nos despidieramos ya. El camino es algo largo y tendré que conducir de noche.

Así fue como se fundieron en un abrazo con todos los presentes.

Louis no podía negar que estaba algo confundido, aún así le encantaba la idea de ir al campo con Harry.

–He preparado una sorpresa para Louis, debemos irnos...

–Harry, conduce con cuidado –advirtió su madre. Él asintió.

_¿No se quedarán otro rato?

–Me temo que no, Troy. Renté un auto y está por llegar. De igual forma fue un placer conocerte, espero que mose veamos muy pronto.

–El gusto es mío, Harry. Cuida mucho a Louis.

–Le prometo que lo haré. Gracias por todo, Johanna –se dirigió a la mujer tomando sus manos –prometo que lo traeré con bien.

–Gracias a ti, Harry. Vayan con cuidado.

Así fue como se fundieron en abrazos y frases de despedida como si el viaje fuera para nunca volver –aunque Harry explicara que sólo serían dos días–; el auto llegó y ellos, no del todo listos, salieron emocionados.

Louis mirando como Harry conducía sin dejar de sonreírle a sus pensamientos, y Harry sintiendo que por primera vez estaba conduciendo hacia su propio destino.









Pregunta: ¿Notaron algún avance en mi manera de escribir esta historia?

Este especial de Navidad, y regalo de Louis por su cumpleaños, lo he hecho como agradecimiento en todo su apoyo, millones de gracias por todo. ¡Felices fiestas!

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