CANDY CAT

Capítulo 1

Era de mañana y Louis corría con una caja de cereal en sus manos. Estaba contento, más que nunca.

–Lou… ¡Baja de ahí, gatito, te vas a caer! –gritó cuando el castaño pegó un brinco encima de
la mesa.

Anne entró a la cocina con una canasta de ropa sucia y sonrió al ver a Harrry persiguiendo
por entre las sillas a Louis.

–Si sigues corriendo él que se va a caer serás tú. Déjalo, sólo está jugando.

–¡No, mami! –reprochó. –Lou-Lou no puede lastimarse, por eso lo voy a atrapar.

–Mejor busca una manta limpia para su cama, anda –el rulado asintió.

–Vamos, Lou. Tienes que decirme cual es más suave para ti. –Louis ronroneó.

Habían pasado tres días desde que Harry y Anne llevaron a Louis con ellos. Se portaba
bien, no hacía travesuras, y comía por montones.

–Mira, Lou… ¿Te gusta esta?
–extendió la sábana y se la mostró. –Es de gatitos, como tú.

Louis lamió su manita y se frotó en su pantorrilla. Le encantaba jugar con su dueño, tomar leche caliente todas las noches y obtener galletas.

–Ojalá pudieras hablar… –se hincó en sus rodillas y atrajo al híbrido en su regazo. –Louis, quiero que hables, quiero saber lo que piensas.

Louis dormía con Harry, en una cama más pequeña, con cobijas menos gruesas, ya que podía mantener el calor de su cuerpo con su brillante y suave escaso pelaje, con la luz encendida porque Harry siempre tenía miedo, acurrucándose en los brazos del rizado por las mañanas, lamiendo toda su carita, dando suaves mordiscos a su piel y esperando a que se durmiera para poder susurrar ronroneos y palabras cortas que Harry no sabía que podía decir.

Esta tarde irían a comprar ropa para Louis, más leche y galletas para Louis, y una juguete para Louis, y todo lo que comprarían sería para Louis. Porque era un híbrido y su mitad humano le pedía cuidados y atenciones como tal.

–Harry –llamó Anne a la puerta.

–¿Si? –le abrió. –Pasa, má.

–Necesito un favor. Hoy no podré llenarte la bañera con aromas, amor. Si te das el baño de
todos los días no tendremos tiempo para comprar las cosas de Louis. Entonces quiero que
tomes una ducha rápida, ¿de acuerdo?

–Sí, mami –Louis corrió a su lado.

–Busca tu ropa mientras equilibro la temperatura del agua.

Harry, sin hacer caso, empezó a quitarle a Louis la playera que usaba. El castaño levantó sus manos ayudando en el proceso. Luego bajó sus pantalones y quitó sus zapatos.

Cuando Anne regresó, dejó caer la toalla al suelo.

–¿Por qué lo desnudas, Harry?

–Quiero que Lou tome un baño conmigo. Huele mal, mami –apretó sus fosas nasales
mostrando una mueca de asco, sin embargo, la escena era tan tierna que su madre no se
pudo negar a dejarlos bañarse juntos.

–Está bien, pero se apuran.

Salió de la habitación, no sin antes dejar otra toalla en el baño para Louis y bajó a preparar
sandwiches por si a los niños les daba hambre en el camino.

Ahora el híbrido era como su
hijo, y debía proteger a sus dos niños, cuidarlos, mimarlos, como la familia que eran.

Estaba terminando de agregar la lechuga a los panes cuando recordó que Harry no buscó su ropa y Louis tampoco. Subió rápidamente las escaleras, abrió la puerta y...