Capítulo 28

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Itzel. Ese era el nombre de la chica con la Liam había empezado a salir hace a penas unas semanas. Era una niña hermosa y tenía una chispa que la hacía ser especial. Liam estaba encantado con ella, la había presentado con sus amigos, con sus padres, con todos... Su relación era maravillosa, todos adoraban que estuvieran juntos.

Zayn y Niall intentaban entrar en una relación. Sabían perfectamente que ninguno de los dos habían una sensación así antes y por eso querían ir despacio para hacer qye funcionara. Zayn era demasiado romántico con Niall, cuando salían de cita siempre le compraba obsequios pequeños, incluso una vez le compró una paleta de caramelo colorido en una feria sólo porque Niall creía que cada color sabría diferente... Eso no era verdad.

Louis y Harry sentían su amor en su máximo esplendor, todo para ellos era perfecto a pesar de los percances que se cruzaban en su camino. Ellos eran magia. Harry deseaba una familia, un niño, una mascota, algo que para su edad no sería habitual, pero no oe importaba porque la idea de compartir su vida con Louis era suficiente. Louis pensaba en su boda, en un traje negro con un rosal blanco que lo combinara, y un hermoso chico de rizos esperándolo al final del altar.

Eran cosas que terminarían enlazadas entre sí. Sabían que su amor era poderoso y que lograrían llegar tan lejos como quisiesen si hacían lo que consideraran correcto, su hacían lo que su corazón decretara.

Y tal vez por eso Harry iba de joyería en joyería tratando de encontrar un anillo adecuado para Louis, un anillo tan hermoso como él. Y tal vez por eso Louis buscaba la posibilidad de lograr que Harry considerara tan sólo un poquito la idea de adoptar un bebé dentro de unos años.

–Harry...

Conocía esa voz calmada y chillona, sabía que cuando Louis hablaba entre susurros era porque quería hablar de algo importante.

–¿Si? –murmuró apartando la vista del televisor para ponerle total atención.

–Bueno, yo... –rascó su nuca. –Es que no sé cómo decirlo.

–Pequeño, siempre puedes confiar en mí, lo sabes. Dime lo que tengas qué decir, no pasará nada.

–¿Y si te enojas?

–No podría. Necesitaría buenas razones para molestarle contigo y aún así trataría de hablar para solucionar el problema. –Tomó las manos de Louis entre las suyas ignorando completamente el programa que transmitían por televisión.

–Yo me preguntaba si... ¿No te gustaría tener hijos?

Harry sintió que toda la sangre de su cuerpo se drenaba impidiendo seguir siendo bombeada, sintió sus piernas temblar y su vista nublarse. Parecía que en cualquier momento se iba a desmayar.

No sabía qué decirle, al menos no de la manera correcta. No pudo articular palabra alguna. Se limitó a bajarse de la cama y rodear el cuerpo de Louis con ambas manos para cargarlo y dar vueltas por toda la habitación.

Su chico quería un bebé, un hijo.

–De verdad me gustaría formar una familia a tu lado, Harry...

Un hijo de ambos.

–Vivir en nuestro propio hogar, adoptar también una mascota.

Una vida compartida.

–Nada me haría más feliz que poder llamarte esposo.

Matrimonio.

–Yo también quiero hijos, Louis. Y una mascota, las que quieras. Nuestra casa...

Los mismos sueños.

–Yo también quiero una vida a tu lado.

[...]

Gemma estaba de nueva cuenta con Johanna. Amaba visitarla, su familia era agradable. Cocinaban siempre juntas, como ahora...

–Oye, Jay –llamó desde la encimera cortando las últimas zanahorias para la sopa de verduras que prepararían.

–Dime, cariño.

–¿Te puedo preguntar algo? –cuestionó limpiando las manos en su delantal. –No contestes si no quieres, puede ser incómodo.

–No hay cuidado –hizo una seña floja indicándole que prosiguiera.

–¿Por qué dejaste a Louis?

Carraspeó un poco antes de sentarse en una de las sillas del comedor y se dispuso a hablar. Estaba nerviosa, no lo negaba.

Recordar el pasado siempre duele.

–La sociedad de ese tiempo no era tan liberal como lo es ahora, Gemma. Las cosas para mí podrían ser normales o aceptables, pero para el resto de las personas que me rodeaban sería algo incorrecto. Yo quedé embarazada de William... Louis, cuando recién cumplía los dieciocho años. Era muy joven, no tenía un trabajo siquiera para mantener los gastos que implicaba mi embarazo. Afortunadamente tenía algunos ahorros que guardaría para el parto, y me iría a buscar algo que nos ayudara a sobrevivir mientras él nacía. Y así fue. Mis papás me corrieron de la casa en cuanto se enteraron, así que me mude con una tía y ella me dio alojo todo el tiempo.

–Fue difícil, ¿cierto?

–Demasiado, Gemma. Todo iba bien incluso si las cosas se volvían algo turbias, pero cuando Louis nació y los doctores me dieron la noticia de que tenía orejas y cola... Yo simplemente no supe cómo seguir. Dijeron que esos casos pasaban a veces, que la genética siempre era sorprendente y que algo dentro de mí debió haber causado eso. Quizá un gen antepasado, algo casi primitivo. Pero la sociedad lo tachaba siempre y no soportaba verlo sobre nosotros. Louis creció algunos años conmigo, yo amaba a mi hijo con toda el alma. Y cuando amas tanto algo a veces debes dejarlo ir en busca de su propia felicidad. Por eso lo dejé.

–Él no fue feliz con eso.

–Lo sé, y ese fue mi error. Yo sólo pensé en mí más allá de pensar en mi pequeño y en su bienestar. Pensé que al dejarlo él encontraría una mejor vida, alguien que lo amara aún más de lo que lo amaba yo. La cobardía me tenía a sus pies, siempre fue así. No era lo suficientemente fuerte como para afrontar las críticas de todos los días, no pude hacerlo de una manera correcta.

–Harry y mamá lo hayaron el mismo día que fue abandonado. No pasó mucho tiempo solo.

–Tenía una familia, la tiene justo ahora. Pero a Louis siempre le falté yo y debemos aprender a vivir con eso. Tengo en cuenta su perdón, pero un perdón no arregla el daño causado. Y yo le causé más daño del que busqué evitar.







StylinsonIsLife14 para ti, gracias por tu amor a mi historia.

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