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En cuanto llegué Erika me saltó encima ronroneando.

- ¿me extrañaste? - le pregunté un poco extrañado, es que su antigua dueña siempre me decía que era muy arisca y a veces llegaba con arañazos, le di de comer, recibí una clienta ese día, era la anciana que pagaba mis cuentas.

La vieja llegó veinte minutos después que yo, sería una anciana pero pedía buena faena, después de atenderla bien ella me pide prestado el baño, veo como la gata salta a la cama y se eriza cuando ve salir a mi cliente.

- no sabía que tenías una mascota - me dice acercándose un poco

- es solo por ahora, ¿no le interesaría llevársela? Es muy cariñosa - le digo mientras Erika se restriega contra mi mano, pero en cuanto la mujer le acerca la mano esta le sisea con las orejas para atrás.

- parece que no le caigo bien - me dice dejando el dinero en la mesa.

- ¡por que no colaboras para encontrarte casa! - le digo molesto, pero luego caigo que estoy hablando con un animal como la loca de Glenda, era lógico que se llevará bien conmigo por que yo iba de ves en cuando a la casa de ella esa era otra cosa que me preocupaba que me relacionarán con esa desaparición, tener que usar el anillo ya me había advertido Hayate que no llamara la atención.

Pase por Annabel en la noche en un descuido de un tipo me hice de mas dinero y la lleve a una discoteca en la noche, bailamos un rato y luego nos sentamos un rato.

- hablame del tipo ese de la cafetería, ¿va muy seguido allí? - le pregunto

- va todos los días, pero hoy no fue - me dice acomodándose el escote se que me estaba coqueteando.

- ¿así? - no pudo haberse dado cuenta, yo se como observar sin ser visto

- siempre me invita a salir, pero que voy a salir con tremendo bobo - me dice sonriendo

- ¿como se llama? ¿si sabes?

- no me acuerdo, pero tengo varias tarjetas que me ha dado, pero no hablemos de él, pensé que querías hablar conmigo - me dice haciendo un puchero, bebemos mas y entonces se lo propongo.

- quieres ir a un mejor lugar - le propongo

- ¿como a donde?

- a mi apartamento - ella hace una mueca - entiendo, soy un desconocido pero vamos a tu casa.

Después de un par de tragos mas, terminamos en su domicilio teniendo sexo, me levanto temprano y uso el anillo para buscar la tarjeta y le encuentro debajo de un mueble.

- ¿quieres desayunar? - me preguntó saliendo del baño

- claro - cuando terminamos le pido las sobras - son para mi gata

- tan bello, no pareces del que le gustan los animales...

- no me gustan, pero era de una amiga, no te interesa tenerla, es muy cariñosa

- lo siento, soy alérgica - me dice besándome, la acompaño a su trabajo y quedamos en vernos mañana, esa día no voy al consultorio de ese tipo, primero veo si esta en la cafetería pero no esta.

- toma - me dice sonriendo y dándome una bolsa mas grande, eran sobras para Erika, quedamos en vernos mañana, no iría al consultorio de ese tipo, por lo menos no hoy, cuando por fin llegó a mi casa veo a la gata asomada por el viendo por el vidrio, en cuanto abro la puerta ella corre hacer sus necesidades afuera, entra maullando histérica y restregándose contra mi pierna.

Le pongo la comida, me recuesto un rato me desperté a eso de las cuatro, iba a ir al barrio japones al que me llevo Hayate, salí y Erika salió detrás de mi.

Detrás de tu rostroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora