Popper

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Cuando llegamos al aeropuerto, hubo un problema con el equipaje, en especial por que parece que alguien trato de robarse a Andy, cuando me lo entregaron venía agotado, le di de comer y Dante lo llevó cargado como si fuera un bebé, el animalito estaba profundo, el hotel donde nos quedamos no era muy lujos.


- creí que no podías vivir sin lujos.



- es uno de los mejores hoteles que aceptaban mascotas - me dijo sentándose en una cama, vivimos hay un par de meses, Andy dormía con él, era un gato ya de mediana edad, estaba mas gordo después de que Dante lo castro




Nos pasamos a un apartamento de lujo, fue la primera vez que fuimos compañeros de casa, el gato tuvo su propio espacio, era un lugar amplio donde Dante la puso su camita, su caja de arena, rascaderos y juguetes.



Era un vida tranquila, yo no necesitaba trabajar así que me dedicaba a los excesos, pero Dante jamás paraba, él estaba involucrado algo parecido a trata de blancas, se oye feo, pero no es que en especial me escandalizara eso, se que la esclavitud es lo peor, pero yo había trabajado para la mafia y ellos siempre estaban en ese tipo de cosas.



Lo que me pareció raro es que después de un año de escuchar conversaciones y de acompañarlo un par de veces había algo que no cuadraba, siempre secuestraban a mujeres solitarias, eran chicas de orfanatos, las cogía entre 15 y 18, pero había un detalle, normalmente en estos casos las mujeres bonitas eran las indicadas, su organización tomaba todo tipo de chicas aunque fueran muy feas, se me paso por la cabeza que fuera tratante de órganos.



Pero si había clientes, hombres que el seleccionaba, el problema era que eran escasos, una chica podía tener hasta uno por año, el tipo iba un par días, hasta a una semana y luego no había mas, eso era raro para un negocio, las ubicaciones de los lugares quedaban en lugares subterráneos, o sitios de los que se era imposible escapar, nos hallábamos cenando, recuerdo que era una tarde de domingo.


- ¿Dante?


- ¿qué?



- ¿por que tienes trata de blanca? - él pareció mirarme como si no entendiera la pregunta.


- bueno, es que en algunos lugares soy un espacie de mafioso, tu debes saberlo, tengo tratos ilícitos con ese tipo de gente.

- no estoy siendo moralista, no me importa realmente, me refiero Dante a que la manera en que lo llevas no es rentable, por lo que he escuchado y visto, cada chica tiene un cliente por año, me suena a que no es trata de blancas a pesar de que lo parece.



- ¿y que piensas? - me pregunta enarcando una ceja, tal vez no debía preguntar, ya se dio cuenta de que ando pendiente de todo lo que hace y que es mas, escuchó sus conversaciones, si me hubiera reclamado no le habría puesto tenso, pero el hecho que se viera tan amable era una mala señal eso significaba peligro así que aliste mi anillo por si tenía que escapar, pero lo vi respirar profundo y sentarse a mi lado, para poner una mano sobre mi espalda.


- ¿qué piensas? - me pregunta sobandome la espalda como si me tratara de Andy, entendí que yo era una especie de mascota, eso era bueno por que el no dañaría al gato.


- escuchó mucho la palabra granja, ganado - le digo, lo cierto es que no quería que me dijera que era verdad lo que me imaginaba.



- bueno la granja es como llamamos al lugar y pues ya sabes como son ese tipo de personas, para ellos son ganado los que explotan, y estas confundido sobre los hombres, si hay mas clientes.



Se que miente pero no puedo comprobarlo, nosotros habíamos llegado a un acuerdo, él no leía mi mente, y yo tampoco hacia nada por violar su intimidad, pero sabía que yo tenia razón sobre los hombres.



Detrás de tu rostroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora