Se frotaba el estómago, ya se le notaba mucho, pasaba de los 6 meses, yo venia conduciendo, él había pasado un embarazo diferente al de Diego y mis hijos, se había puesto gruñón, quería atención todo el tiempo aunque era muy orgulloso para decirlo, me decía que no pero se que quería mimos, se hacía el fuerte, pero cuando no lo hacia se enojaba, me miraba con sus hermosos ojos verdes como diciendo, ¿Cómo te atreves a no saber lo que quiero? ¿Cómo te atreves a no leerme la mente?, Se que se acurrucaba contra mi cuando dormíamos, ahora venía con el seño fruncido de una función de ópera, no le había gustado el actor había sido malo y para rematar yo lo había hecho llegar tarde, lo que se me hizo un poco tierno es ese puchero que no le había visto antes, jamás podría clasificar a Dante como alguien tierno, pero ahora lo parecía mientras sobaba su barriga.
- ¿qué te pasa muñeco? - pregunto calmado, estás pataletas no me son ajenas, pase por esto con mi rubio, Angel, y me encargue de Dylan cuando estaba en estado, se que estaba incómodo - dime qué quieres y te complazco.
- tengo hambre - me dice de manera saca, es increíble lo complementado que estoy con él, casi puedo escuchar "¡alimentame!".
- ¿algún antojo? - le pregunto mientras acaricio con ternura su mejilla, quería saber si deseaba que le preparara algo o que lo llevará a comer algún lugar, era un poco tarde pero creo que podía encontrar algo que le gustará - hay un buffet de comida italiana que abre todo la noche, iba cuando me quedaba bebiendo en un bar, hacen una excelente lasaña marinera pero ahí que ir antes de las doce por qué acaba...
- no tengo ese tipo de hambre - me dice de manera mecánica y bastante sombría - ya sabes que es lo que quiero.
Quiere comerse una persona, ok, claro que lo puedo conseguir, puedo dar unas vueltas para encontrar algún malviviente, tal vez atacando a alguien, supongo que eso me consolaba de la terrible muerte que le iba a dar a alguien, a diferencia de lo que piensan no es que le guste matar, pero se que eso es lo que come la avispa y de seguro mis hijos también quieren esos nutrientes.
- claro, ¿qué te parece si vamos a la zona rosa? - allí estaba la peor gente y más a esta hora - tú escoges el que te parezca... apetitoso.
- no, yo te diré dónde ir - me dice haciéndome tragar saliva, conozco esa mirada, esa mirada de te haré pagar, está enojado y lo peor es que se que no hice nada o por lo menos nada conciente, Dante se está portando ilogico y lo amo con toda mi alma, pero en el fondo le tengo mucho miedo no olvidó lo que es y ahora es mas peligroso, me guía a una zona recidencial y se señala una mujer joven como de unos 28 que viene con una niña que podría tener unos 5 más o menos.
- me las quiero comer a ellas - me dice mirandome de manera afilada para ver mi reacción, se oprime el corazón por que reconozco a la mujer.
- Malory - susurré
No sabía que ella estaba en la ciudad, claro que sabía que él estaba conciente de su existencia pero no pensé que le importara.
Todo empezó hace 8 meses, 2 meses antes de que quedará en estado, nos encontramos bebiendo un trago, había sido día especialmente aburrido, normalmente nos bastabamos solos, pero es ese sentimiento de hacer algo diferente con más personas.
- ¿quieres ir a la ópera? - le pregunto observando como empieza a comer los bocadillos que le trajeron, me resultaba un poco gracioso que fuera tan elegante hasta para eso, fácil vestido tan pulcramente parecía uno de eso príncipes de antaño.
- lo fui - me dijo - mi padre era conde, duque y tenía otros títulos, ofrecí a Altair en matrimonio con la hija bastarda de un hijo del rey con un título inventado, pero ella tenía su apellido, si se casaban Altair tendría un título y sus hijos también, pero no lo aceptaron, por evidentes razones no creían que fuera hijo de mi padre, pero para no hacerme el feo el rey me ofreció a una de sus hijas legítimas, claro ya tenía hermanos mayores y estos hijos, tendrían que morir por lo menos 20 personas para que yo fuera rey, sin embargo ella era una princesa asi que yo tendría ese título por casarme, pero matrimonio duro poco.
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Detrás de tu rostro
ParanormalAkira Ayamo esta establecido en Inglaterra, ve pasar su vida inmortal aburrido hasta que conoce a un hombre que fisicamente es insignificante pero que oculta un secreto y una personalidad muy distinta. "Todo hombre es como la Luna: con una cara oscu...