Jared

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No parecía estar amedrentado, era un completo chulito, me resultaba gracioso que se creyera tan confiado por el poder de Dante, que no era de él la fuerza, era como esos que presumen el dinero de sus progenitores, pero mira pasmado cuando me quito la camiseta ahora me veía mas intimidante y me acarque a él, de manera decidida hasta acorralarlo.

- ¿sabes los que los desviados como yo les hacen a los niños consentidos y lindos como tu? - le preguntó sonriendo de manera lobuna.

- estas fingiendo, no eres tan tonto para hacer eso - me dice veo como su pulso se esta acelerando, estas asustandote mocoso idiota, abre sus ojos de par en par cuando me quito la camisa y se queda como hipnotizado, me recuerda a las ratas cuando se quedan paralizadas, pero pude percibir algo mas.

- ¿te parece que bromeo? - le preguntó señalándome mi pantalón, yo usaba ropa ajustada, por que la verdad estaba orgulloso de mi cuerpo trabajado así que se podía notar perfectamente como se marcaba el enorme bulto de mi pantalón ajustado, la verdad estaba excitado, nunca había tratado de seducir un niño, era una sensación rara, de verdad me sentía como el gato que se quiere comer un ratón.

- ¿le hiciste algo a ese niño? - me pregunto Diego, era claro que me estaba juzgando, normal, ese niño casi tenía la edad de Raymi.

- en ese momento me estaba calentando la idea de desflorar a ese chiquillo insolente - Jared estaba frente a mi con los ojos abiertos como platos y comenzaba a temblar levemente.

- mi papá no deja que nada me dañe y matara a todo el que lo intente - me dice tratando de amedrentarme.

- niño, tu papá no esta aquí a para defenderte, no siempre lo va a estar así que preparate - le digo lanzándome sobre él y tomándolo del brazo para acercarlo a mi, podia desaparecer con él y aparecer en mi apartamento, aunque solo eran ideas fugaces evidentemente no iba hacer eso.

- papá me protege - susurro con su labio tembloroso, bueno ya lo tenía aterrado así que podía ponerme la camiseta de nuevo no me iba a molestar... - papá me protege - volvió a decir como un mantra, me di cuenta que parecía en una especie de trance, lo solté y se acurrucó en un rincón y comenzó a mecerse sobre si mismo - papá me protege, papá me protege - parecía estar ido, no podía dejar que Dante lo viera así, no iba a decir que que lo había acosado, no lo haría por vergüenza de decir que se había dejado intimidar, pero si estaba en shock no podría explicarlo.

- calmate niño no te voy hacerte nada - le digo apurado, tratando de confortarlo palmeandole la cabeza.

- no puedo creer que hayas dejado a ese niño en ese estado - me reclama Diego

- amor lo que hice no era suficiente para ponerlo de ese modo, parecía que tenía una especie de trauma severo.

- ¿crees que abusaron de él?

- no, bueno en ese momento se le paso por la cabeza pero mas adelante comprobé que era virgen - al decir eso mi esposo se cruzo de brazos - ¿quieres que siga con la historia o no?

- bien

Ya escucha a la voz de Dante estaba hablando con la niña, seguro convenciéndola de que saliera del baño pronto entraría, así que carge al niño en un impulso y me trasporte con el anillo a un callejón vacío cerca del consultorio.

- ¡¿por que me traes aquí?! - grito él, de seguro se le paso por la cabeza que le haría algo.

- te llevare con tu papá cuando te hayas calmado - le digo alzándolo de los hombros, habían personas pasando y echaban un ojo dentro del callejón.

- ¿pasa algo chico? - le pregunto un policía que se nos quedo mirando.

- no, estoy bien - dijo Jared, el cambio brusco debió haberlo hecho reaccionar, lo saque del callejón y lo senté en una banca dándole un botella de agua, la bebió al tiempo que respiraba profundamente.

Detrás de tu rostroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora