Detrás de tu rostro

África

- ni que estuviera tan bueno - se queja Diego

- él tiene lo suyo, si quería podía seducirte, era una mezcla paternal que si estabas de su lado tendías a sentirte a salvo, por eso se enamoró de seguro Gabriel.

- si y trato de matarlo

- esa acusación es un poco injusta, pero te la voy aclarar después.

Diego se había extrañado ya que  jamás quise hacer nada en contra de Dante, no sabía que se conocían pero pensó que era por que no quería enfrentarse a la oscuridad.

Lo siguiente que paso o por lo menos lo significativo fue a comienzos del 1995.

- ¿qué paso? - preguntó Diego

- Andy murió

- ¿que le paso?

- había estado raro últimamente lo llevamos al veterinario pero dijo que todo estaba bien, le mando unas vitaminas y lo mando a casa.

El problema es que le dio una especie de paro respiratorio, amaneció muerto, me dolió, estaba muy acostumbrado a él, pero Dante estaba bastante abatido, incluso le pago un lote en el cementerio, y le puso flores.

Cuando llegue ese día en la noche él estaba mirando unos juguetes de Andy tenía los ojos húmedos.

- ¿estabas llorando? - le pregunté con la ceja alzada.

- si, lloro, ¿y que? - me dijo a la defensiva, pero luego suspiro, se veía desencajado, él quería mucho a ese animal - ¿crees que es estúpido llorar por un gato?

- creo que es adorable - le dije besándole la mejilla - ¿quieres que tengamos otra mascota?
¿quieres otro gato? - le pregunte sobando su espalda, las lágrimas hacían que sus ojos vieran aun mas verdes, nunca lo había visto llorar.

- me gustan los animales, pero a ellos no les gusto yo, es por lo que soy, no es su culpa, es puro instinto, los gatos se erizan y los perros me ladran, por eso Andy era tan especial - me dijo secándose las lágrimas, yo me encargue de recoger todas las cosas del animal, no creía que para él fuera cómodo, yo... tenía una sensación desagradable de verlo mal, no me gustaba verlo llorar era la primera vez que lo veía pero no quería que se repitiera, recordé cuando llegó a mi casa y Andy le había saltado encima, por eso se había emocionado tanto cuando no fue arisco con él, trate de buscarle una mascota sin que se diera cuenta, pero tenía razón lo rechazaban.

A mitad del 1995 nos fuimos del país, nos fuimos a Johannesburgo, Sudafrica.

- ¿tú que tenías que hacer por esos lugares? - me preguntó Diego.

- es que yo no tenía nada que hacer allí, me fui por seguir a Dante, no mal entiendas, es que habían muchas cosas que explotar en África, era rica en petróleo y diamantes, y yo tenía dinero, Dante los contactos y si ahora era rico con eso me haría millonario, además tenía curiosidad.

- ten cuidado con eso de la homosexualidad - me dijo el avión.

- entiendo

- aunque Johannesburgo es una urbe un poco moderna, hay partes en África que tienen normas hasta de muerte.

- no se para que arman tanto alboroto

- siempre pensé desde que era humano que las personas debían meterse en lo suyo, pero así es.

- los que joden deberían probar para que vean lo bueno que es.

- nunca se han tomado la molestia de aprender sobre eso, son muy ignorantes

- que idiotez, siempre hay una primera vez para todo - le dije poniéndome las pantuflas que dan en primera clase.

- eso no es cierto, hay personas que jamás experimentan muchas cosas, hay gente que jamás mata o a robado etc, pero te garantizo que hay una última vez para todo lo que has hecho, habrá una última vez para besar a alguien que ames, habrá una última vez que lo vieras, hubo una última vez que viste a tu tía, el asunto es saber cuando será esa última vez nada es para siempre, ni si eres inmortal, de hecho es mas tedioso tienes que acostumbrarte a que por mas que algo dure se va acabar, en una pareja normal una relación de toda la vida es de unos 60 años o más dependiendo de lo que viva cada uno pero tu podrías pasar décadas con una persona y luego sin mas comenzar de nuevo para pasar "tu vida con alguien mas"