Crueldad

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Pase saliva sintiendo su mirada en el cuello.

- ¡¿qué se supone que haces?! - me grita casi histérico, no es para menos si lo pensamos bien yo era un pervertido acosando a su hijo de 14.

- hola amigo, ¿que tal? - le digo tratando de sonar tranquilo, el alza una ceja haciendo una mueca que interpreto como un tic.

- ¡eres un infeliz!

- oye se que se ve mal, pero...

- ¡pero te quieres coger a mi hijo!

- no, yo no... bueno seria tan malo - le digo dándome cuenta de la tontería que acabo de decir.

- ¡tiene 14!

- tienes razón, si te sirve de algo no se que pensaba hacer exactamente, es que me gusta mucho - tuve que decirlo en voz alta para ver que era cierto, yo hasta ese momento después de que murió Yukari me había vuelto un autómata del sexo, veía personas me atraían y pues quería tener sexo con ellas pero no podía decir que realmente me gustaban, ahora que veía a ese chico pues, como que me gustaba podía sentir una atracción muy fuerte, era el primero que me gustaba, gustaba.

- ¿te enamoraste de el? - me pregunto Diego

- no, tal vez si hubiera estado mas tiempo con Jared me habría enamorado, es obvio que no me funciona eso del amor a primera vista, pero no dejaba que nadie de acercarse lo suficiente como para conocerlos, pero ese niño en apariencia engreído pero que me pareció tan frágil aquella vez había despertado mi interés.

- ¿Jared era mas hermoso que yo? - me pregunta, se que tiene celos aunque eso paso hace mucho.

- no, conocí a la persona mas hermosa del mundo muchos años después - le digo haciéndolo sonreír - no, no me refiero a ti - le digo haciendo que se enoje, pero era cierto y mas adelante se lo iba a contar.

Volviendo a Dante y Jared me paso por la cabeza decirle que sentía algo por el chico, y que me diera una oportunidad pero las cosas se veían mal, era prácticamente un niño.

- tienes razón - le volví a repetir suspirando - es totalmente abusivo de mi parte, no voy hacer nada, tu me importas mas que cualquier otra persona y no quiero que te enojes conmigo - le digo sinceramente y veo que eso lo desarma.

- ¿entonces por que lo buscas?

- me gusta y quería estar cerca de él...

- todos te gustan hasta que "destrozas la próstata a vergazos" y después ya no te gustan - me reclama

- no, con la mayoría solo quiero un acostón, pero este no es el caso, además no haré nada, no quiero que te enfades conmigo.

- bien, por que no quiero que te acerques a mi hijo, ¿bien? - me dice de manera autoritaria que me recuerda a un papá.

- ¿aunque quisiera que? No significa que lo haré, sabes que no soy un violador, él no me hará caso... - veo como se revuelve un por incomodo - a menos que ese niño tenga su caída - el hace otra mueca - ¡si! Al pequeño mamón le atraen los hombres - le digo sonriendo.

- hubo un problema en el orfanato donde estaba, descubrieron que le mandaba cartas románticas a un compañero, al profesor no se le ocurrió otra idea que exponerlo, ese imbécil ahora esta limpiando baños.

- por eso se portaba así conmigo - si se me volvió a pasar por la cabeza pero me lo sacudí - no importa, yo no voy a traicionarte, a propósito, ¿me estas siguiendo?

- me resulto extraña la manera en la que actuaste con Jered así que decidí seguirte - me dice aun con el seño fruncido, le prometí que no pasaría nada y le di un beso en le mejilla, Diego me mira molesto, se que a pesar de todo le tiene celos a Dante y se va a poner mas celoso de el conforme avance la historia.

Detrás de tu rostroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora