Olfato

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El chico no tardo en buscarme, sabía que la tal Annie no se iba a dejar tocar mas allá de unos cuantos roces, quede en pasar por él después del colegio, lo lleve a a mi apartamento.

- ¿y bien? ¿qué paso? - le preguntó sabiendo cual es el problema quita el gato y se sienta en el sofá

- ella no llega mas lejos, es decir no hasta donde quiero - se queja cruzándose de brazos.

- ¿como lo estas haciendo? - me explica y yo niego con la cabeza, ella le dejaba tocar sus pechos pero nada mas - puedes hacer que se excite tanto que se olvide de todo.

- ¿pero como?

- ¿ella te deja tocarle los pechos? - le preguntó

- pues si...

- puedes hacer delirar a alguien sólo tocando sus pezones - le digo

- pero yo no sé

- ven te enseño - le digo diciendo que se acerque

- ¿qué me vas hacer? - me pregunta receloso

- nada, solo te iba a mostrar como hacerlo - él no sabe si acercarse - somos hombres, solo a las mujeres le gusta que le toquen los pezones - le pico haciendo que venga, ya cayo, nos sentamos en el sofá, si lo llevó al cuarto de va a poner a la defensiva, me situó detrás de él en el sofá.

- primero con la punta de tus dedos has esto - le digo comenzando a masajear sus pezones por encima de la ropa, de inmediato se endurecen, lo siento tensarse, le esta gustando, pero no lo admitirá, mas a mi favor, soy un experto tocando esa parte, su respiración comienza a subir y bajar rápidamente se esta excitando me detengo y voltea a verme con cierto reproche.

- si sigo haciendo esto te irritare los pezones, es que se interponer la tela, abrete la camisa para seguirte enseñando - Jared ya temblaba sabía que le tenía la cabeza caliente, accedió y dejo que colara mis manos en el interior de su camisa para tocar sin nada que se interpusiera, al poco él ya estaba retorciéndose y mordiéndose el labio para no gemir.

- cuando la tengas en este punto bajas y haces esto con tu lengua - le digo al oído haciéndolo estremecer bajo mi boca hasta su pecho y succiono sus pezones lamiéndolos y mordisqueandolos.

- ¡ah! - no pudo evitar gemir, desabroche su pantalón para bajarlo, mi peso lo tenia inmóvil, reacciono y me miro con cierto espanto.

- no pasa nada, solo estoy enseñándote - mis dedos comenzaron a juguetear con su glande y Jared se volvió a recostar sumisamente en el lugar, de seguro ya se había tocado pero no de esta manera, no iba hacerle una mamada por ahora por que no quería que acabara, me recoste aun más en él y lo bese, al comienzo cerro los labios pero cuando delineé el contorno de su testículos lo hice gemir y le pude meter la lengua, casi no sabia besar pero yo le enseñe, entre las caricias me puse entre sus piernas y bese su cuello, podía sentirlo suspirar pesadamente, ya sabía lo que le iba hacer así que tenia la mano lubricante para embarrarme uno de mis dedos sabía que me estaban ayudando sus hormonas y no quería que recobrara la cordura, baje por su vientre hasta meterme su pene en la boca lanzo un jadeo fuerte, y yo metí un dedo, era una sincronía el dolor de dilatarlo no lo dejaba venirse y el placer del sexo oral le aplacaba el dolor, encontré lo que buscaba Jared se arqueo y tiro de mis cabellos, suspendí la felación y me puse de nuevo a la altura de su cara mientras mis dedos invadían su interior y oprimían con leves toques su g

- ¡mmmm! ¡mmmm! - volví a besarlo ya dos dedos bailaban dentro de él, allí pude sentir que nada había estado adentro nunca, estaba rojo y se restregaba contra mi cuerpo.

- ya estas listo - le susurré mordiendo su oído, coloque sus piernas alrededor de mi cadera un chorro de bálsamo en mi polla y lo empecé a penetrar, sus uñas se encajaron de mi espalda, mientras iba desvirgandolo poco a poco.

Detrás de tu rostroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora