Atrapado

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Lo llevo a su hotel a buscar las maletas, venían callados todo el camino, el mayor sabía que Diego había oído lo del beso, se sentía mal y culpable.

- Diego lo que escuchaste de Akira y yo...

- ya no me interesa nada, solo quiero irme a casa - su voz se quebró y comenzó a llorar de nuevo.

- ¡no hagas eso por favor! - Paul detuvo el auto y lo abrazo - todo va a estar bien.

- me siento tan insignificante, está con él, siento que solo hacia tiempo conmigo para volver a encontrarse.

- no pienses eso, no sabíamos que estaba vivo si no hace poco y lo del beso yo..., Ya sabes cómo es Akira me lo robo, es por una tontería que a veces digo...

- si, lo escuché - se refería a lo de que no le negaba un beso a nadie, Diego se recosto en el asiento y pensó por un momento - ¿a mí me también me das un beso? - le pregunta y por un instante el otro piensa que está bromeando, pero va enserio.

- mira cariño yo...

- ¿sabes que? Olvidado, al parecer al único que le vas a negar a un beso es a Diego - miro su imagen en el espejo retrovisor - yo tampoco me besaría, llévame a mi hotel - dijo haciendo un puchero.

- bueno mejor que estés enojado y no triste.

No hablaron mucho hasta que llegaron al aeropuerto, ahora Diego se sentía tonto por haberse enojado con Paul, no tenía nada que ver.

- lo lamento - se disculpo - es que siento que ya no tengo nada, ahora tengo que volver a mi casa y estar solo.

- ¿y Raymi?

- él me dejó, en cuando se graduó se fue al exterior a estudiar, me llama poco, supongo que es normal - había tanto dolor en sus ojos que a Paul se le contrajo en corazón.

- ¿te importaría si me voy a vivir contigo? Por lo menos un tiempo es que... - no tenía que esperar respuesta, la cara de Diego se iluminó con la idea de no estar abandonado, ya no se vería bien que viviera con sus hijos.

- si, si claro

- bueno he estado haciendo labor comunitaria y se que dónde vives allí cerca de la selva hay mucho que hacer - los ojos húmedos llenos de agradecimiento del menor lo enternecieron, solo era una escusa pero no era una mala idea.

- ¿pero y Eric? ¿Y tú mamá? - estaba tan contento que se le había olvidado ese detalle.

- Eric me dejó para estar solo con mi madre y mi madre me dejó para estar solo con Eric, yo sobraba y me tuve que ir.

Ahora Diego se sentía culpable, él tenía una familia a la que podía recurrir, pero Paul estaba solo.

- no puedo creer que alguien te cambie a ti por nadie, y menos por tu madre.

- pero si somos iguales - rio el de ojos azul gris

- se pareceran físicamente pero tú eres mas guapo, y no es por qué no me gusten las mujeres, además tu mamá pues...

- bueno algo tiene, estuvo con Akira, Dante, Eric, conmigo... Velkan.

- ¿Velkan? - eso no lo sabia, Paul pensó si también contarle lo de su nieto pero no le echaria más leña al fuego

- cuando él aún era un niño y estuvo en la casa tuvieron sexo, así que no es mala para conseguir galanes

- que bien come el perro - dijo sin darse cuenta, sonrio levemente - lo siento, es tu mamá

- tranquilo a mí tampoco me cae bien en estos momentos, es bueno verte sonreír - Paul acaricio su cabello poniendo un mechón detrás de su oreja - es bueno que huber tenido mis papeles y tarjetas conmigo, costaría más mandar a traer mis cosas, voy a comprar un par de prendas...

Detrás de tu rostroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora