~ XIV ~ TE DESEO

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Cuatro horas después, saliamos todas de todas las clases. Nos despedíamos de las profes y volvíamos al almacén a coger las maletas. Decidimos irnos todas juntas. Nos habían alquilado una casa bastante grande donde cabiamos todas. Así que cuando ya estuvimos a punto para ir, salimos de la casa y pedimos cuatro taxis.

Tú y yo íbamos en el mismo, con Miki y Joan. En el primero iban Sabela, Carlos, Julia y Dave. En el tercero iban María, Áfri, Damion y Famous. Y en el último iban Noelia, Alfonso, Mailia y Marta.

Tardamos unos veinte minutos en llegar. Cogimos nuestras maletas, pagamos los taxis y nos giramos para ver la casa.

No se veía muy bien ya que estaba a oscuras, pero tampoco parecía muy bonita por fuera. Entramos suspirando. Yo te cogí fuerte de la mano y juntas entramos. Encendimos las luces y observamos la cálida casa que nos aguardaba para darnos la bienvenida. La Mari cogió su maleta y entró corriedo mientras gritaba.

- Yo me pido dormir con la Áfri.

Cerramos la puerta y Sabela comenzó a organizarnos.

La Mari y Áfri cogieron una habitación de dos. Julia, Noelia, Sabela y Marilia se fueron a una habitación de cuatro. Marta, tú y yo nos cogimos una habitación de tres. Miki, Joan y Dave cogieron otra de tres. Carlos y Alfonso otra de dos. Y Famous y Damion la última habitación de dos.

Esa fue la distribución inicial, aunque antes de irnos a dormir había gente que ya se quería cambiar.

Carlos y Julia pidieron de dormit juntos. Al principio Sabela dijo que no porque no se podían hacer habitaciones mixtas y sabía perfectamente la razón por la que querían dormir juntos en una habitación de dos. Y se negaba a dejarlos. Pero después de estar un rato discutiendo con ellos, accedió y todas las demás aceptamos su decisión y la apoyámos.

Así que al final Carlos y Julia se mudaron a la habitación donde ya estaba Carlos, echando a Alfonso. Y con Alfonso fuera de cualquier habitación y una plaza libre en la habitación de Noelia, Sabela y Marilia, no supimos cómo redistribuirnos y volvimos a asignar todas las habitaciones de nuevo.

Julia y Carlis iban en una de dos. Noelia, Sabela y Marilia cogieron una de tres porque querían ir juntas. La Mari, Áfri y Marta cogieron otra de tres. Miki, Joan, Dave y Alfonso cogieron la habitación de cuatro. Famous y Damion se quedaron en su habitación de dos. Y nosotras nos encontramos en una habitación de dos. Justo lo que queríamos, un rato a solas, tú y yo.

Me fui al labavo mientras todo el mundo se iba instalando en sus habitaciones y empezaba a cerrar las puertas para dormir tranquilamente. Tú ya te estabas instalando en nuestra habitación, como todas las demás.

Salí del baño y me dirigí a nuestra habitación. Estaban casi todas las otras puertas cerradas. Nadie tenía ganas de hablar o jugar, estábamos todas súper cansadas después de las clases de hoy. Así que me entré en la habitación después de apagar la luz del pasillo.

Tú ya te habías instalado y estabas sentada en la cama de la derecha, que habías escogido como tuya. Yo te sonreí y miré mi cama. Me habías colocado bien la maleta y me habías preparado la cama. No me lo esperaba, pero me gustó tu detalle.

- Gracias Nat - te dije sonriendo mientras me acercaba a ti y me sentaba en tu cama. Me miraste, sonriendo.

- Nada, cariño. - me diste un beso en la mejilla. Me cogiste la mano y me la empezaste a acariciar. Sonreí, sin mirarte.

Estuvimos un rato así, hasta que te pregunté:

- ¿No tienes sueño, churri?

- No si tu estás conmigo. - dijiste con un tono pícaro y una sonrisa traviesa en los labios.

No pude separar mis ojos de tus labios. Y supe que tú tampoco podías de los míos.

- ¿Retomamos lo del almacén, amor? - preguntaste mientras te acercabas peligrosamente a mis labios.

- ¿Ehh? - dije yo haciéndome la tonta - ¿El qué?

- ¿No te acuerdas? - dijiste siguiéndome el juego. - Jo, pues eso es que no te ha gustado. - añadiste con cara de pena.

Yo no me pude resistir más. Me acerqué a ti y te besé apasionadamente.

- Si, lo retomamos - dije cuando nos separamos para coger aire.

Me miraste durante unos segundos y esta vez fuiste tú quien me besó. Me tumbaste en la cama y te pusiste encima de mí. Nos besabamos tan apasionadamente que si nos separábamos un segundo perdíamos la vida. Eran besos largos que duraba más de medio minuto. Pero al cabo de poco se fueron acelerando y la pasión se convirtió en deseo. Iban subiendo de tono y iban subiendo la temperatura de nuestros cuerpos.

No tardé mucho en introducir mi mano debajo de tu camiseta. Mientras nos besábamos te acariciaba la espalada. Tú bajaste los besos a mi cuello. Se me escapó un gemido y nos sonrojamos las dos. Después me acerqué y te besé. Mientras te besaba, te desavroché el sujetador y te quité la camiseta y el sujetador. Me quedé observando tu hermoso cuerpo. Pero tú te sonrojaste de la vergüenza y me volviste a besar. Yo me las apañé para ponerme encima tuyo y me quitaste la camiseta. No llevaba sujetador. Acercaste tu boca a mi pecho y empezaste a jugar con tu lengua. Yo gemí. Me volviste a dar la vuelta, poniéndote tú encima mío. Yo te cogí el culo y te quité los pantalones. Gemiste. Nos volvimos a besar intensamente.

- Perdón... - dijo la Mari entrando en la habitación.

Nos separamos de golpe, rojas de la vergüenza. ¿No sabía llamar a la puta puerta o qué?

- Podríais hacer menos ruido. Intentamos dormir. - dijo irritada.

- Joder, Mari - te indignaste.

La Mari nos miró.

- ¿Dejais de hacer ruido si o no? Enserio. Que si no cada una a una habitación y ya.

- Sí - acabamos accediendo las dos después de un rato.

Nos separamos y nos vestimos. La Mari cerró la puerta y se fue a su habitación. Nos miramos. Nos habían cortado el rollo.

¿Nuestra relación solo es en OT?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora