¿Nuestra relación solo es en OT?

~ XII ~ BARCELONA

Llegamos al restaurante y cenamos en familia. Me integré completamente en la conversación y dejé de pensar en ti y en la academia de OT. Había sido un día muy raro y necesitaba relajarme un poco con mi familia. Me di cuenta de que hacía tiempo que no hablaba con ellas como antes solíamos. Y me entraron ganas de volver a aquella época en la que éramos una familia súper unida. Porque aunque ahora también estuviésemos bastantes unidos, antes yo no estaba tanto en mis pensamientos. Bueno, cenamos tranquilamente y hablamos como en los viejos tiempos. Fue una de las mejores noches para todas y salimos de aquel bucle en el que llevabamos desde que había empezado OT. Sentíamos que volvíamos a ser totalmente normales.

Acabamos de cenar, pagamos y abandonamos el restaurante. Volvimos a las calles de la ciudad y nos perdimos en la oscuridad y el silencio que nos rodeaban. Nos convertimos en silenciosas sombras divagantes, envueltas por oscuras capas y alumbradas por la fría sonrisa de la luna.

No tardamos en volver a casa. Cogí el móvil y entré en Instagram. Te busqué y me puse a mirar todas tus publicaciones. Me encantaban. Me quedé mirandolas hasta que me dormí.

Me desperté a las 9:30 la mañana siguiente. Y te mandé un mensaje.

- Buenos días churri😘😘❤

Tú, como siempre, me contestaste al instante.

- Buenos días cariño🖤🖤

Los días pasaron. Íbamos hablando de vez en cuando, llamándonos o enviándonos mensajes por Whatsapp. Tú habías vuelto a Pamplona y estabas con tu familia y tus amigos. Yo en Elche, también con mi familia y mis amigos. Las dos teníamos unas ganas terribles de volver a estar juntas. Y cada vez quedaba menos para volver a vernos. Las fechas de los conciertos por toda España se iban acercando silenciosa y peligrosamente. Yo tenía ganas de empezar la gira, pero estaba muy nerviosa ya que nunca había dado un concierto. Además de que nos tendríamos que preparar y volveríamos a estar todos juntos como en la academia.

Así pasaron los días hasta que llegó el día. Lo tenía marcado en el calendario como un día muy especial y mis padres sabían que aquel día iba a ser muy importante tanto para mí y mis compañeras como para mi familia. Aquel día llegó, por fin, con muchos nervios.

Yo estaba en mi habitación, acabando de preparar la maleta. Mis padres lo organizaban todo y iban de un lado al otro de la casa, preguntándome si necesitaba algun tipo de ayuda. Yo les decía que no y se volvían a revisar que todo estaba ordenado y organizado.

Cuando acabé de preparlo todo y estaba lista para salir, vinieron mis amigas y el resto de mi familia. Las abrazé a todas y me despedí. No me iría para siempre, pero para ellas era importante decirme que me echarían de menos y que deseaban que todo me fuese súper bien. Yo lo agradecí y me despedí. Por último, me despedí de mis padres y mi hermana. A quien les di un fuerte abrazo y muchos besos. Después me separé, cogí la maleta y me despedí con la mano. Todos me correspondieron y me desearon suerte. Yo empezé a caminar y pronto desaparecí.

Llegué al aeropuerto. Entré, dejé la maleta y pasé los controles. Me sobraba tiempo, así que fui a la puerta de embarque y me senté en una silla. Saqué el móvil y abrí tu Whatsapp.

- Hola Nat❤
- Estoy en el aeropuerto, a punto de coger el avión para ir a Barcelona.
- Tú ¿Qué tal?
- Tengo muchísimas ganas de llegar y estar un rato contigo. 😘😘😋
- Te quiero churri😍❤

- Hola Albi🖤🖤
- ¡Qué bien!😀
- Yo todavía estoy en casa. Apunto de ir al aeropuerto para coger el avión.🤣
- Yo también tengo muchísimas ganas
- Además... tengo que hablar contigo😊

- ¿Si? ¿De qué?

- Si, ya verás👀
- Quiero estar contigo a solas ya🔥🔥😄
- Te quiero mucho😶❤❤

Dejé el móvil. Acababan de anunciar que ya podíamos empezar a embarcar. Me levanté y me dirigí a la cola que se había creado para embarcar. Esperé hasta que me tocó pasar a mi. Me planté delante de la entrada y le enseñé mi billete a la asistente que contolaba la entrada.

Pocos minutos después, subía al avión, saludaba a la tripulación y me dirigía a mi butaca. Me senté, me abroché el cinturón de seguridad y saqué el móvil. Esta vez no te escribí a ti, sinó a mi familia. Entré en el grupo familiar de Whatsapp que teníamos y escribí.

- Ya estoy sentada en el avión.
- Dentro de poco despegaremos🛫🌌
- Va todo súper bien😍😗❤
- Cuando llegue llamo😀😘
- Os quiero❤❤❤

- Vale Alba
- ¡¡Que vaya bien!!😘😘❤ - escribió Marina casi al instante.

Yo saqué los auriculares y me puse a escuchar música. No tardaría mucho en llegar, pero igualmente me apetecía escuchar un poco de mi música favorita.

El avión despegó al cabo de poco tiempo y yo me senté bien en la butaca, cerré los ojos y me concentré en la música. Te imaginé, cogiendo el avión para hacer el mismo viaje que yo pero desde otro punto de partida aunque con el mismo punto de destino. No tardaron muvho en sacarme de mis pensamientos y mi música. Pronto noté que aterrizábamos. Me quité uno de los auriculares y observé por la ventana. Estaba en Barcelona. De nuevo. Para mi Barcelona ya era como mi segunda casa, así que me emocioné cuando me sentí tan cerca de la Academia y de todos aquellos meses que habíamos vivido allí queriendo cumplir un sueño.

Bajé del avión y entré en el aeropuerto. Fui directamente a recoger mi maleta. Quizá alguna de mis compañeras rondaba por allí, acababa de irse o acababa de llegar. No lo sé, pero yo decidí coger mi maleta, coger un taxi y ir a la casa donde habíamos quedado todas. Allí ya nos reuniríamos todas, como la primera vez.

No tardé en coger mi maleta y coger un taxi. El taxi me llevó bastante cerca de la casa. Pero aún así, tuve que caminar unos minutos. Llegué a la casa con dos minutos de sobra. Pero para mi sorpresa ya había bastante gente dentro, que me saludaron cálida y agradablemente.

Estaban Noe, Manu, Miki, María, África, Joan, Noelia, Damion, Marta, Vicky, Mamen, Capde, los Javis y Laura. Tú todavía no habías llegado.

Me senté a esperarte y les envié el mensaje a mis padres diciendo que ya había llegado a Barcelona. Te esperé, ansiosa. Deseaba verte, hablar contigo y besarte. Sobretodo tenía ganas de besarte y estar contigo a solas, Nat.