~ XXXIX ~ LA ESENCIA DE VOLAR

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Despertamos. Era el esperado día del concierto en Barcelona. Desayunamos con nerviosismo. Las ganas envueltas de nervios eran palpables. Todas estábamos muy animadas y ansiosas por que llegara la tarde, en el justo momento en el que nos reuniríamos todo el equipo, incluyendo profesores, de OT y nos prepararíamos para el primer concierto de nuestras carreras. Nos quedamos sentadas en el sofá, jugando a diversos y divertidos juegos. Tú estabas a mi lado, con María y África.

Nos pasamos lo que teníamos de mañana jugando, hablando y acabando de ensayar algunas canciones. A las dos y media nos fuimos a comer a un restaurante, donde habíamos quedado con las profesoras de la academia. Fui corriendo a darle un abrazo a Capde mientras tú abrazabas a Javi Ambrossi. Nos abrazamos a todas y nos recibimos con cariño y entusiasmo. Hablamos animadamente y despejamos la tensión y el nerviosismo que se había acumulado. Pasamos la comida entre risas, anécdotas, recuerdos y miradas cómplices que tranquilizaban.

Acabamos de comer y nos quedamos allí sentadas durante un buen rato. Después nos fuimos levantando y salimos en tropel a la calle. Hablabamos animadamente y aquel nerviosismo que nos había invadido al despertar ya había desaparecido. Me situé junto a Noe; tenía ganas de hablar con ella, ya que era nuestra mami.

- ¡¡Hola Noe!!

- ¡¡Alba, hija mía!! - saludó con entusiasmo. - ¿Qué tal? ¿Nerviosa? ¿Con ganas?

- Sí - me reí. - La verdad es que tengo muchísimas ganas pero también estoy súper nerviosa porque es la primera vez y no sé exactamente como nos van a recibir o si lo vamos a hacer todo perfecto.

- Tranquila - dijo sonriendo y riendo de vez en cuando. Me encantaba la simpatía que transmitía. - Ya verás como todo sale bien. Habéis ensayado mucho y las galas os sirven de base. No te preocupes.

- Ya. - hubo un cómodo silencio que no se prolongó por mucho tiempo. - ¿Vosotras estaréis?

- Sí, yo y Vicky estaremos a un lado, disfrutando. Y los profes que podamos iremos de vez en cuando al backstage y a los camerinos para acompañaros en esta noche tan especial.

- ¡¡Qué bien; qué guay!!

Ambas nos reímos. Y caminamos juntas. Tú estabas con Manu. Os miré y sonreí.

- Sois novias, ¿¿verdad??

- ¿Qué? - pregunté distraída, dejando de mirarte de pronto.

- Natalia y tú. Sois novias, ¿no? - volvió a preguntar la directora de la academia.

- Ahh, sí. - dije yo con entusiasmo, sin poder evitar una sonrisa. - Ahora estamos genial, aunque hemos pasado por momentos dificiles.

- ¿Sí? Pues me alegro que estéis bien.

Seguimos en silencio porque no quedaba mucho para llegar al Palau Sant Jordi. Entramos por parejas, ya que habían guardias de seguridad. Entramos y nos acomodamos, esperando a que entrase todo el mundo y pudiesemos empezar el ensayo general de cuatro horas que teníamos por delante.

Primero nos dejaron pulular por toda la parte interna y por el escenario, para tener una idea de cómo nos debíamos mover por allí. Miki estaba súper ilusionado; había estado allí varias veces de espectador y tenía muchísimas ganas de poder actuar. Todas las demás estabamos muy ilusionadas porque era el primer concierto, pero la mayoría nunca habíamos estado en el Palau Sant Jordi.

Hicimos todo el ensayo general. Salió genial. Escuchábamos atentamente todas las instrucciones que nos daban y las aplicabamos lo mejor possible, aún tener muchísimos nervios. Hubo un momento en el que solo se le escuchó a Marta mientras cantábamos Somos. Todas estábamos muy felices de poder cantar esa canción delante de todas las personas que vendrían a vernos. Era increíble poderles cantar nuestra canción.

Después pasamos por vestuario y maquillaje y nos dedicamos a esperar. Las profesoras nos acompañaban de un lado a otro del Palau Sant Jordi, intentando tranquilizarnos para que pasáramos un buen rato y nos diésemos cuenta de que saldría bien. Yo hablé con casi todas. Julia, Sabela, Miki y Marta nos acompañaban bastante; estábamos todas muy pegadas.

Quedaba media hora para que empezase el concierto. Fui al lavabo mientras tú hablabas con todas las demás, sentadas en el backstage. El nerviosismo se mezclaba con las ganas y creaba un sabor agridulce que provocaba una perfecta sensación de volar. Me encantaba sentir aquello. Aquel cosquilleo en las entrañas mientras una sonrisa endulzaba los labios.

Volví del baño, sonriendo. Me encantaba aquel sabor a sueño a punto de cumplirse. Me encantaba aquel perfume a emoción contenida que invadía el aire. Y todo iluminado por aquellas luces de la fama y la admiración. Los colores de la magia concebida en la voz. Y los sonidos de la profesionalidad y el júbilo que encadenaba aquel momento. Todo empaquetado en aquel gran espacio era lo mejor que jamás se podía encontrar.

Nos sonreimos y me besaste dulcemente los labios antes de escuchar el potente murmurllo de la ilusión de las fans y sus acompañantes. Nos abrazamos, sinitiendo los latidos de nuestro corazón intentando ir al compás de la música de bienvenida que sonaba por todo el Palau Sant Jordi.

Vicky y Noe se despidieron y se situaron en un lugar privilegiado al lado del escenario. El nerviosismo iba en aumento y nuestro abrazo se tornó más dulce y agradable.

El concierto empezó. Y nos obligó a separarnos para disfrutar, junto a todas nuestras compañeras que ya eran familia, de aquel único momento.

Durante todo el concierto tuve la sensación de estar volando por un paraíso de colores. No sabría describirlo al detalle, todo era como un sueño perfecto. Como esos sueños que siempre deseas volver a soñar para guardar la esencia. Era increíble. Sentí que por fin había conseguido lo que tanto había deseado y por lo que tanto había luchado.  Y, además, tú estabas a mi lado, cumpliendo tu sueño junto a mi. Sentía que la felicidad me invadía por dentro y me alzaba en aires de color. El público rugía y yo sonreía. Cantábamos con ilusión y pasión. Pasó todo volando. Entre nuestras actuaciones, las de las compañeras, las visitas de las profesoras.

Acabamos todas abrazadas mientras las fans gritaban. Tú y yo, enredadas en aquella multitud de alegría y aquella maraña de brazos y cuerpos cálidos,  nos besamos suavemente. Apenas duró medio segundo, pero supimos que alguien lo habría visto. No nos importaba.

La gente se fue a sus casas y el Palau Sant Jordi, antes repleto a rebosar, quedó vacío de nuevo. Nosotras estábamos en los camerinos, hablando animadamente con las profesoras. Acabábamos de vivir una de las mejores experiencias de nuestras vidas. Era maravilloso. Sabía a sueño cumplido después de un gran esfuerzo. Olía a ilusión de niños pequeños. Era tan perfecto... y todas soñabamos en seguir conseguiéndolo durante muchos años. Eso deseábamos, Nat.

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Siento haber tardado tanto. He tenido muchísimo trabajo y muchos exámenes.

Espero que os guste este capítulo.
Gracias por leer.😘❤ ¡¡¡Sois increíbles!!!💞

¿Nuestra relación solo es en OT?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora