Capítulo 28: Una última vez.

546 75 281
                                    

Finales del mes de diciembre.

La época navideña se hacía presente en cada rincón del atareado Tokio. Personas iban y venían con un aura más relajada, ya que las vacaciones estaban próximas.

Los ciudadanos vestían con largos abrigos y bufandas, gracias a que la nieve se agolpaba en las calles; del frío ni hablar, el viento que se colaba entre las prendas de los ciudadanos era helado, calaba en los huesos, pero aún así eso no impedía a los habitantes salir con una sonrisa en los labios. El ambiente navideño les ponía de buenas, les alegraba la noche.

El cielo nocturno estaba puesto en escena, y no era para menos, faltaban veinte para las nueve. La mayoría de las personas disfrutaban de un paseo nocturno, digno para despejarse del estrés acumulado por las arduas horas de trabajo, a excepción de los editores de Marukawa Shoten, en especial los encargados de Emerald, la sección de manga shōjo, éstos últimos no lograban estabilizar su ritmo ajetreado de trabajo, retrasándose de más, aún cuando la fecha limite se aproximaba.

—C-Creo que veo... doble —murmuraba Kisa mientras se desplomaba en su escritorio por última vez en el día. Tanto él como los demás no habían descansado lo suficiente por un largo periodo de tiempo, salvo unos escasos minutos para comer algo, pero de ahí en fuera, siguieron con sus labores. Estaban desaliñados y eso que apenas era el inicio del fin.

—¡Oye! ¡Si tienes tiempo para quejarte, deberías de acabar ya el trabajo! —vociferaba Takano desde su escritorio, dándole de golpes mientras gritaba—. ¡Takahashi, muevelo antes de que vaya yo a levantarlo! —ordenó por última vez a quien estaba más cerca.

Apenas le fue dado un corto vistazo por parte de Misaki, y sin hacer mención a un sí, hizo lo que se le pidió. Tomando del hombro a su compañero, lo sacudió un poco para despertarlo.

Takano observaba una vez más aquella actitud que mostraba hacia él, no venía siendo producto de algo de escasos días, por lo contrario, era ya de un par de meses, desde aquel día del incidente con el mangaka Ijuuin Kyō. Aquél día fue el punto de partida para que la actitud de Misaki cambiara radicalmente con él.

El mismo castaño había declarado que era mejor sólo mantener una relación de jefe-subordinado, pero nunca pensó que aquello lo iba a cumplir al pie de la letra.

Sí, a los ojos de los demás mantenían una relación normal, charlaban una que otra cosa, pero sin indagar en la idea, sólo cruzaban un par de palabras para demostrar a los demás que todo estaba bien. Era algo que indirectamente Takano aceptó, ya que no era necesario que terceras personas se enteraran de sus líos, en especial Kisa, quien hacia los problemas de ellos dos como propios.

También cuando Misaki tenía una duda que requería la ayuda de Takano, lo consultaba, pero de ahí a mantener la misma amistad de antes, de pasar ratos hablando de trivialidades, o siquiera de comentar de The Kan, el manga que los había hecho más cercanos, era algo que Misaki no permitía. Porque sabía que Takano en cualquier momento aprovecharía la oportunidad para intentar algo con él y eso era algo nulo, porque amaba a Usami Akihiko.

Aún así, Takano no podía rendirse con el chico, y aunque sea de lejos, lo observaba en todo momento, lo cuidaba desde la lejanía, esperando que aquella fría actitud que le mostraba, cambiaría a la de antes. Que volvería a recibir una amable sonrisa suya. Aunque por fuera siempre se mostraba indiferente, por dentro era todo lo contrario, le molestaba, después de todo, tiempo atrás había caído en cuenta que estaba enamorado de Misaki Takahashi.

Pero aquello era imposible, lo sabía. ¿Pero cómo haces para que el corazón lo entienda?

Sacudió su cabeza; no era momento de estar pensando en aquello, estaban demasiado atrasados como para distraerse en tonterías. Continuó con su trabajo.

Similitud.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora