Capítulo 7: Tiempo de nosotros.

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Paz, sería la palabra que describiría por completo lo que sentían todos y cada uno de los trabajadores de Emerald. Era lo que más reinaba al dar por finalizado el trabajo anterior.

El final del ciclo no sólo consistía en terminar lo pendiente como cualquier cosa. El final del ciclo, también abarcaba el recuperar el ambiente de relajación y el rosa que adornaba el área de trabajo de Emerald.

Los empleados, aunque contaban con trabajo, de alguna manera, disfrutaban tanto hacerlo; entre charlas amenas y una que otra risa. Era la época más linda entre todas, el inicio de mes.

El nuevo grupo de Misaki, tampoco era la excepción. El castaño se encontraba en su puesto de trabajo, haciendo alguno que otro papeleo, pero con un Kisa muy enérgico a su lado, quien lo mantenía entretenido con sus pláticas. Mino, estaba justo frente a ellos, claro que en su escritorio pero eso no le impedía participar de vez en cuando en su plática. Hatori se encontraba en el puesto que ocupa el jefe a cargo, pero podía escuchar bien de lo que hablaban, sólo que rara vez intervenía, típico de él, pues la seriedad era lo que más le caracterizaba.

Kisa, quien era el del tema de conversación y el que más incoherencias decía para hacer reír decidió tomar un pequeño receso, pues no estaba demás, después de todo, también cansa decir cualquier tontería.

—Esperen un momento chicos, iré por agua —mencionó el pequeño pelinegro, mientras se dirigía al dispensador de agua de ahí cerca.

—Ah Kisa-san, podrías traerme un poco a mi también —le pidió de favor Misaki.

—A mi también Kisa —se sumó a la petición Mino.

—Eso ya suena a que me tienen de su sirviente —dijo Kisa.

—Yo no quería darte una Etiqueta, pero ya que lo aceptas... —se burló Mino.

—Ja ja, muy gracioso —Kisa empezó a llenar los vasos para sus respectivos compañeros. Una vez hecho eso, tomó los tres con cuidado y los repartió.

—Gracias —mencionó Mino.

—Gracias, Kisa-san —dijo Misaki cuando le fue entregado su vaso.

—Para ti lo que quieras, Misa-chan —bromeó Kisa y Misaki sólo atinó a sonreír nervioso pues sabía como era la actitud juguetona. Lástima que no todos conocían a Kisa y su personalidad tan relajada, en especial Usami Akihiko, quien yacía en la puerta del departamento, pidiendo informes sobre el paradero de Misaki a Hatori Yoshiyuki, el actual editor en jefe. Éste último lo había recibido hace algunos segundos atrás, pero los otros tres al estar en su mundo no notaron su presencia.

Usami poseía un semblante relajado, pero claramente estaba enojado, pues escuchó como el pelinegro se llevaba con Misaki. Takahashi por su parte, no lo tomó en cuenta hasta que Hatori le llamó por su nombre.

—Takahashi-kun, te llaman —avisó el editor en jefe. Como si los otros fueran Misaki, voltearon a ver de quien se trataba. Vaya fue su sorpresa al observar que de nuevo el afamado escritor se encontraba ahí, buscando a uno de los suyos.

Misaki volteó de inmediato y pudo ver como los ojos de Usami lo veían por unos segundos para después dedicarle una mirada asesina a su compañero de al lado, Kisa-san. Éste último sólo le extrañó que Usami Akihiko lo observara tan fijamente.

—Voy —Misaki se dirigio junto con Akihiko.

Ambos salieron por el pasillo, uno seguido por el otro a un lugar mas ameno para charlar. Usami terminó por alejarlo notablemente de Emerald para mayor comodidad.

—¿Usagi-san, pasó algo? —preguntó preocupado Misaki.

—¿Por qué lo dices, 'Misa-chan'? —copió el apodo que anteriormente utilizó Kisa.

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