El segundo día de trabajo había llegado para Misaki.
Eran alrededor de las 7:30 cuando se encontraba desayunando con Akihiko. Ambos estaban sentados alrededor de la mesa, uno frente a otro y con un Suzuki-san a un lado de ellos.
Akihiko, desprendía un aura oscura y veía algo raro a Misaki, el cual evitaba tener contacto visual.
Desde la noche anterior, Akihiko nombraba numerosas veces a Kisa pues alegaba que parecían llevarse muy bien cuando apenas era el primer día. Misaki por su parte le contradecía diciendo que no era cierto pues apenas al final del día lograron cruzar palabra. Akihiko, incrédulo, argumentaba que, para recién hablarse al final de jornada parecían muy cercanos, pues, incluso llegó a tocarle el hombro, o en palabras de Akihiko "Llevó la mano a su hombro para acariciarlo lenta y cuidadosamente". Sin duda, el ser escritor le había dado mucha imaginación, tanto así para utilizarla en tiempo real.
Misaki decía que cómo eso iba a ser posible si muy apenas duraron treinta segundos hablando, pero Akihiko no escuchaba razones.
El castaño no estaba enojado con Usami, de hecho, le daba gracia ver hasta que punto llegaban los celos de su conejo. Si apenas iba empezando en su trabajo, no quería ni imaginarse lo que sucedería en una semana, un mes o incluso un año.
—Sin duda, esto va para largo —pensó Misaki.
Ambos terminaron sus alimentos y partieron hacia la editorial. En el camino, pudieron disfrutar de una charla muy amena, de esas donde el tema inicial queda perdido entre palabras para llegar a otro totalmente distinto y sin coherencia alguna con el primero. Sin duda, ambos disfrutaban poder tener una plática así pero, todo lo bueno tiene su fin y cuando menos lo esperaron ya estaban frente a la Editorial Marukawa.
—Bien, Usagi-san, me voy. Sobró comida de ayer, así que la calientas en el microondas. Sin explotarlo ¿sí?
—¿Cuántos años crees que tengo, Misaki? —habló ofendido.
—Treinta y tres, pero de eso no estamos hablando —Usami frunció el seño—. No bebas sólo café ni fumes mucho.
—¿Ya acabaste con tus peticiones? —sin esperar respuesta, Usami prosiguió—. Para seguir con las mías.
No dejes que el pelinegro se te acerque, no bajes la guardia ni con él ni con nadie. Por alguna razón te has vuelto popular entre los hombres. Si ves que alguien te ofrece una bebida que ya está destapada, por ninguna razón la aceptes. Si ves al mangaka sacas el gas pimienta que te di...—¿Qué? —interrunpió Misaki—. A mi no me diste eso.
—Pues ahora sabes que lo tienes. Lo eché a tu mochila —rapidamente Misaki abrió el pequeño maletín que cargaba y vio el aparato. Antes de que el castaño le replicara algo, el mayor empezó a hablar.
—¿O sabes qué? Mejor me quedaré a vigilarte —Usami abrió la puerta del auto con intenciones de salir. Misaki lo tomó del brazo e impidió que saliera.
—¡Usagi-san, tú no vas a ningún lado! —Usami se frenó y volteó a ver a Misaki—. Sé cuidarme sólo, además, tú lo único que quieres es huir de Aikawa y de la fecha de entrega. Aparte Ijuuin no sabe ni a que departamento fui asignado. Ni siquiera lo he visto. Ahora entra al auto y no hagas tonterías —Usami, lo pensó durante unos segundos hasta que, desganado, cerró la puerta del auto—. Estaré bien —le habló Misaki más calmado. Sin duda, Usami se preocupaba mucho por su Misaki.
Despues de unos escasos segundos, Akihiko se resignó; comenzó a ver los alrededores y se dio cuenta de que no había nadie. Tomó a Misaki por la parte trasera de su cabeza y lo acercó a él, juntando sus labios en el acto. Aunque fue correspondido un par de segundos, Misaki lo apartó violentamente mientras Akihiko sonreía al ver su rostro totalmente sonrojado.
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Similitud.
FanfictionFanfic de Junjō Romantica & Sekai-ichi Hatsukoi [TERMINADO] Misaki Takahashi de ahora casi 23 años y recién graduado de la universidad, entra a laborar en la famosa y aclamada editorial: "Marukawa Shoten". Después de tanto sacrificio por...