El cielo estrellado en Tokio era hermoso, aún con tanta luz entre las avenidas principales, se podía apreciar con facilidad el panorama.
“Hoy es una buena noche” —pensó Misaki.
Últimamente se la pasaba nevando, pero todo indicaba que esa noche sería distinto.
El viento soplaba, y aún hacía frío, pero ya era ganancia que se pudiera transitar sin problema alguno.
Misaki aprovechó que el clima no era tan malo para pasar al supermercado y hacer algunas compras, más que nada comestibles que utilizaría en la cena de esa noche.
Al estar de tan buen humor, ni siquiera pensó en que debía medir lo que compraba. Eran tantas las bolsas que terminó buscando un taxi para que lo llevara al edificio donde vivía. Aún así no se salvó de batallar con ellas en el trayecto en el que subía al departamento.
—¡Usagi-san, ya llegué! —avisó Misaki apenas entró. Difícilmente pudo abrir la puerta que daba al interior de la casa; sus manos estaban ocupadas por varias bolsas de supermercado que posteriormente dejó en la barra de la cocina. Sus músculos descansaron cuando se libró del peso extra que cargaba.
Akihiko observaba cada movimiento que daba, viendo como el castaño estiraba sus extremidades para después comenzar a sacar de las bolsas lo que había comprado.
Se encontraba sentado en el sillón más grande de su sala, con una pierna cruzada, y en su derecha sostenía el vaso a medio llenar de vodka. Estaba serio y su mirada era fría, sus ojos seguían la silueta de Misaki y éste último ni se inmutaba, estaba ocupado pensando en lo que haría de cenar para ambos.
Tomó el mandil que siempre utilizaba a la hora de cocinar, y lo ató a su espalda y cuello.
—Mañana veinticuatro voy a tener el día libre ya que es mi descanso —anunciaba Misaki sin siquiera ver a Usami. Éste sólo lo escuchaba sin pronunciar palabra—. El veinticinco se nos fue dado, la empresa no abrirá ese día. Fue un gesto muy bueno de parte de Isaka-san, ¿no crees? Así podemos pasar navid... —no terminó de hablar no porque se le hubiera interrumpido, sino porque al levantar la vista se dio cuenta de que Usami veía para otro lado, como si no le prestara atención, sólo observando el balcón. Su sorpresa fue tal cuando vio que la botella de alcohol se encontraba en la mesa central de la sala.
Usami no era mucho de beber sólo porque sí, a menos que se celebrara algo especial, de hecho, poseía una amplia variedad de vinos, pero rara vez los tocaba.
—Usagi-san ¿estás bebiendo? —dejó a un lado los utensilios de cocina, acercándose a donde se encontraba su novio, avanzado sólo pocos centímetros, frenando su paso al escucharlo hablar por primera vez desde que había regresado del trabajo.
—Takahiro me contó todo —pronunció con dificultad. Realmente le costaba repetir lo que su mejor amigo le había dicho hace un rato.
Misaki se tensó al oír su voz, era distinta a la habitual. Podía sentir que estaba enojado, ¿pero acaso era con él?
—¿Mi hermano? —no entendía del todo a lo que se refería, le causaba curiosidad aquello.
El rostro de Usami también denotaba seriedad, aunque no podía asegurar eso ya que no lo veía directamente. Parecía que la cena iba a esperar un rato, así que empezó a deshacerse del mandil que llevaba puesto, recargándolo en el respaldo del sofá cercano a él.
ESTÁS LEYENDO
Similitud.
FanfictionFanfic de Junjō Romantica & Sekai-ichi Hatsukoi [TERMINADO] Misaki Takahashi de ahora casi 23 años y recién graduado de la universidad, entra a laborar en la famosa y aclamada editorial: "Marukawa Shoten". Después de tanto sacrificio por...