Capítulo 12

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Admirando los delicados y suaves labios carmesí que había dibujado, Sujin estaba sentada  frente a un pequeño escritorio en su estudio. El boceto de los labios del "chico de negro" se veía bastante bien para ella, tan lindos y vividos que llegaba un punto en el que ni siquiera sabía si lo que miraba era verdaderamente un dibujo o por accidente su subconsciente había encerrado en una hoja blanca al verdadero.

Tomó una hoja en blanco de su cuadernillo, un lápiz de punta fina y comenzó un nuevo boceto, esta vez dibujaría sus ojos. Era increíble cómo aún los recordaba a la perfección.

Sujin decidió pensar en que era una casualidad, una muy grande casualidad. El que ella soñara al "chico de negro" justo antes de conocerlo. Sí, tenía que ser eso. Una simple casualidad.

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Se encontraba sentada en su sillón preferido con una taza de café, aunque era de noche a ella no le importaba, ya que no importaba cuanto café bebiera nunca le quitaba el sueño.

Salió de sus pensamientos al escuchar el timbre de su casa, miró el reloj que se encontraba colgando en su pared.

- Ya van a dar las 12:00, ¿Quién vendría a esta hora?- dijo para sí misma.

Se levantó y abrió la puerta lentamente, la verdad, la persona a la que se encontro era a quien Sujin más deseaba ver.

- Jeong...¿que haces aquí?- vaya, incluso pronunciar esas palabras era difícil. Había sentido que fue una eternidad desde la última vez que lo vió.

- Sinceramente...no sé si estoy aquí para disculparme o para reclamar- alzó más la vista con un semblante serio- Tal vez ambas.

>>Reclamar...¿Porque?<<

- Oye... tranquilo no importa, creo que solo tuviste un mal día y eso está bien...yo también he tenido días pésimos y es difícil hablar con las personas cuando uno se enoja...

- Pequeña...

- Creo que puedo entender, así que no es necesaria una disculpa, aunque no entiendo el hecho de una reclamación...

- Hey... pequeña...

- No sé que es lo que hice que te molesto, pero somos hermanos y creo que podemos...

- ¡Kim Sujin!, cállate y déjame hablar- la menor se quedó perpleja, el semblante de Jeong se relajó para continuar- ¿Puedo pasar?...- ella asintió y se apartó para darle pasó.

No era su culpa. No estaba acostumbrada a no ver a su hermano por tanto tiempo, así que tenía muchas cosas que decirle. Por eso se puso tan "lengua suelta".

Después de un rato los dos se encontraban uno enfrente del otro en la sala de estar.

- ¿Que te está pasando Jeong?- lo dijo en voz baja para sí misma, pero él escuchó y después de tanto por fin la miró a los ojos.

- ¿Yo debería preguntarte lo mismo?- la pregunta la tomó por sorpresa- Te dije que venía por dos cosas- ella asintió para darle a entender que comprendía la situación- Ok...- soltó un suspiro. Si, le costaba disculparse a veces a pesar de ser alguien bastante abierto con casi todas las personas. Ese orgullo lo habían recibido ambos por parte de su padre y eso a Sujin muchas veces le asustaba. No quería ser como él ni en el más mínimo aspecto- Comenzaré por la disculpa... La última vez que estuve aquí, reaccioné de manera un poco agresiva, debo decir que no solo tenía el derecho de actuar así, sino también mis razones...correctas razones, pero aún así entiendo que te hice sentir mal, no lo pensé antes y por eso yo...amm...Lo siento.

No era común recibir disculpas de Jeong, ya que rara vez se peleaban y cuando pasaba siempre era por algo pequeño. Esto era diferente.

- Ahora la segunda parte- ¡RAYOS!, Es a lo que Sujin le ha temido todo este tiempo- La reclamación...

- Adelante... También necesito una explicación de esto...

- No, yo soy el que necesita la explicación- Ahí estaba de nuevo, confundiendola.- Ya dilo, ¿Porque le dijiste eso a nuestro padre?

- Jeong...ya lo dije, no había mantenido el contacto con él por muchísimo tiempo- el nombrado frunció el seño ligeramente.

- "¿Habías?"...- preguntó dándose cuenta de lo que decía su hermanita.

Ella suspiró- Hace poco...me encontré con él. Encuentro que no terminó para nada bien, no solo para mí, sino que... afectó a más personas- refiriéndose a la señora Oh.

- Entonces es cierto...¿Cómo puedes hacerlo?... hablar así de mí...que hipocresía...

Sujin comenzaba a desesperarse, amaba a su hermano, pero el que no fuera directo al grano y solo la confundía más la molestaba.

- A ver, Kim- le llamaba por su apellido cuando se molestaba y él se percató de eso- Deja tanta maldita adivinanza a un lado y ve directo al punto- se inclinó hacia adelante- ¿Que demonios es lo que, según tú, le conté a nuestro padre?, ¿Que le dije?, ¿Que hice?. ¡Lo que sea!, Pero se más directo y deja de...volverme loca.

- Que... querías todo para ti. Nos quitarías todo.

- ¿Todo?

- Cuando te encontré en la calle el día que vine a verte...te hablé de la manera más linda que pude...

"Princesa", "Mi hermana favorita"... Era lo que venía a la cabeza de Sujin.

- "¿Que pudiste?" ¿Quieres decir...que se te complicaba hablarme de esa manera?,. Pero si siempre nos hemos tratado así.

- Te hablé así porque aún no quería hacerme a la idea de que... básicamente me estuvieras apuñalando por la espalda, pero llegué a un punto en el que ya no pude fingir como me sentía y solo...no sé, comencé a decir todo lo que pensaba al azar. Perdón- suspiro frustrado y paso una mano por su cara.

- ¿Que pasa?, ¿Que tienes?

- ¡Esto es un asco!. Estoy tratando de reclamarte y solo logras hacer que me disculpé...

- Entonces, continúa.

- Una persona vino a mi oficina el otro día...y me dijo algo que por obvias razones no creí. Ni una palabra.

- ¿Quién era?

- No sé su nombre, y tampoco me interesó. El punto es que me dijo que... tú querías tomar mi lugar.

- ¿Tú lugar?. ¿Hablas...de heredar el negocio de papá?...- asintió. Sujin quiso reír, pero no era el momento- Jeong sabes que eso...todo lo que hacen tú y mi padre no es para mí, nunca quise algo así y nunca pasará.

- Eso fue lo que pensé y por eso no le creí en un momento.

- ¿Entonces al final si lo creíste?

- Después de escuchar lo que tenía que decir, mi papá lo confirmó, diciendo que era cierto todo lo que había escuchado.

- Sabes que es un mentiroso... siempre lo fue- recordó como había tratado a su mamá y a ellos.

- Lo sé. Mi confianza en ti persistía a pesar de lo que dijeran todos, pero luego papá dijo que no lo hacías por ti- "¿Entonces por quién?", Pensaba ella- Lo hacías para ayudar a los demás- soltó una sonrisita- si te soy sincero...eso si suena mucho a ti, ahí fue Dónde comencé a dudar.

>>Extrañaba verlo sonreír...
Lástima que sea la sonrisa más falsa que pueda regalarme...<<


&gt;&lt; Paint &gt;&lt; Cha EunwooDonde viven las historias. Descúbrelo ahora