Capítulo 3

1.2K 97 6
                                    

                            ^^

   ~     ~     ~     ~     ~     ~     ~     ~

Comenzaba a oscurecer. Sujin había quedado sumida en sus pensamientos y el tiempo se fue más rápido de lo que ella esperaba.

Aunque no le gustaba dejar obras a medias se decidió por dejar la obra hasta ahí, ya que no quería regresar tan tarde a casa.

>>¿Volveré a tener otro de esos sueños?, Y él...¿Estará ahí?...<<

Debía de admitir que tenía algo de miedo por ir a dormir esa noche. El no saber si está o no está en un lugar específico la desconcertaba y también el no distinguir lo que es real y lo que no.

Si, ella solía pintar cosas irreales en sus obras. Pero era diferente. Ella sabía la razón de porque las había dibujado y estaba consiente de lo que eran. A diferencia de sus sueños, los cuales no le daban tanta información como ella quisiera.

Una vez acomodadas las cosas y asegurado el local, Sujin se dispuso a cerrar.

Antes de comenzar a caminar observó que la calle está prácticamente vacía. Las personas dejaban de circular Después de cierto tiempo. En fin, no era la primera vez que caminaba a altas horas y además era por calles que ya conocía.

Se detuvo un momento debido a que se percató de que la señora Oh no había cerrado las puertas de su florería aún. Eso era demasiado extraño. Esa señora debido a su avanzada edad ya no trabajaba tanto como antes, ni siquiera pasaban las 3:00 PM y su puesto ya estaba cerrado, pero ahora era diferente.

>>¿Me preguntó si estará bien?...
Tal vez necesite ayuda...<<

Sujin solía ayudar a la señora oh de vez en cuando. Era una viejita bastante amable y de lo más  generosa. Ella fue de los pocos apoyos que tuvo cuándo se mudó por la gran discusión que había tenido con su padre el día que ella se decidió por ser una artista.

Su padre era un hombre de negocios, que quería que sus dos hijos heredaran todo. No quería que personas que no fueran de la familia obtuvieran tal poder comercial. Su papá logró que el hermano mayor de Sujin se uniera al equipo pero era distinto, ya que a su hermano siempre le había interesado el trabajo que por ley tendría que recibir algún día...pero a ella no.

Pese a la decisión de su hermano, nunca dejó de apoyar a su hermanita en la carrera que había decidido. Su apoyo era sobre todo económico. Claro, a espaldas de su padre. Si lo descubría le daría el peor regañó y sermón de su vida.

Sujin se dió unos cuantos pasos hacía el local de flores. A diferencia de su local, el de la señora Oh estaba bastante lleno de arreglos florales. Desde afuera ni siquiera podía alcanzar a verse el mostrador ya que la ventanilla se llenaba de sus adornos. Pero la exageración de los arreglos no lo hacían parecer extravagante.

Los pasos de la chica de cabello castaño se detuvieron al lograr distinguir una cabellera negra que podían sobresalir de los adornos florales. Eso obviamente no pertenecía a la ya anciana señora Oh. Se alarmó al creer cosas que podrían ser incorrectas.

>>Y si...es un ladrón?
Tal vez  la señora Oh se fue desde hace tiempo y quiere aprovecharse de eso...<<

Claro, un ladrón no está interesado en la flores, pero si en el dinero. La señora Oh no era la más cuidadosa si de dinero hablamos. Conociendo la tenía todo lo que había ganado en un cajón junto al mostrador.

Sujin ya le había advertido lo riesgoso que era eso, pero no, esa señora era más terca que nada.

Sea como sea, si esa persona estaba ahí para robar algo, Sabía sobre el dinero...

&gt;&lt; Paint &gt;&lt; Cha EunwooDonde viven las historias. Descúbrelo ahora