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Eunwoo hacía gestos tratando de recordar a la susodicha y después su expresión cambio a una que ya la había visualizado– ahhh...la niña pecosita– Sanha asintió algo avergonzado– Pero...¿Que no te gana con dos años?–
– E-es poquito– defendió.
Este soltó una risilla– Si tú lo dices– volteó a ver a el menor y al parecer este también está sonriendo.
Recordar a la niña con pecas parecía hacerle feliz.
– Hyung– Sanha llamó la atención de Eunwoo– ¿Cree que algún día podré...dejar de tener tanto miedo?–
Él le sonrió sin mostrar los dientes – Si que lo harás. Tú confía en lo que te digo. ¡Oh, ya sé!– exclamó– puedes pedirle a Jina que te ayude con tu pánico a tocar en público– aconsejó confiado.
– ¡¿Acaso se golpeó?!– exclamó quitándole su cara de confianza al mayor– n-ni siquiera puedo acercarme a ella, mucho menos hablarle, ¿Cómo voy a pedirle algo así como si fuéramos amigos?–
– amm...¿haciéndote su amigo?–
– Con todo respeto, Hyung, hoy está teniendo horribles ideas– dijo seguro.
– ¿Cómo estás ahora?– le cambió el tema, ya que si él no quería hablar con Jina no podría hacer nada.
– Mucho mejor ahora– respondió. Se levantó del suelo y tomó su guitarra entre sus manos– me... gustaría practicar otro rato si no le importa. No falta mucho para el recital y para que mamá me vea– Ese era el Sanha al que Eunwoo amaba ver.
– Eso está bien, pequeño, pero...¿No quisieras descansar un poco?– el menor se veía dudoso– te compraré un panque de chocolate en la cafetería...–
– ¡Vamos, Hyung!– acomodó su guitarra para no tirarla o golpearla y extendió la mano a Eunwoo para ayudarle a levantarse.
Si, como si su cuerpecito pudiera.
Ambos salieron ya más tranquilos de ese almacén y Sujin continuaba afuera esperando.
– Toma, Sanha, para que no se maltrate– llegó el castaño con el estuche de guitarra y se la dió al menor.
– gracias, Minhyuk Hyung– agradeció y este asintió.
– Sanha, ella es Sujin, es una amiga que vino a acompañarme– Tomó a la castaña de la muñeca para hacer que se acercara.
– Un gusto– le dijo haciendo una reverencia, acción que hizo que Sujin se muriera de ternura.
– Sujin, Sanha y yo vamos a comer algo, ¿Quieres venir?– Está iba a poner alguna clase de excusa ,pero no podía negarse a querer convivir más con Eunwoo como con la criatura llamada Sanha que le acaban de presentar.
– Me encantaría ir con ustedes, si no les molesta–
El pelinegro negó– Para nada. Minhyuk– llamó a su amigo– ¿Quisieras venir también?– ofreció.
– Lo siento, Woo. Quizá en otra ocasión. Debo ir a revisar los ensayos– explicó para después despedirse y retirarse sonriente.
El rizado ya se había adelantado con la guitarra en su estuche colgando de su hombro dejando a los mayores atrás. Sujin jaló un poco la sudadera de Eunwoo para llamar su atención, y funcionó. Este volteó a verla.
– ¿Que se supone que debo hacer con esto?– señaló las astromelias que aún tenía en mano.
– Ah, eso– definitivamente él se había olvidado de el ramito– Tenía un plan para ellas, pero...creo que lo voy a cambiar ligeramente– Sujin ladeó la cabeza sin entender– Tú solo espera. Ya verás a lo que me refiero.
[...]
>>¿Enserio?, ¿Acaso Sanha podría ser más adorable?<<
Esas preguntas sonaban en la cabeza de la castaña mientras veía al pequeño degustar su panque junto con una cajita de leche chocolatada.
Nunca ...repito, NUNCA es suficiente chocolate.
Sus mejillas se abultaban haciendo aparecer un lindo pucherito cuando masticaba. Si de por sí ya era encantador, ahora lo era mil veces más.
Ella, Eunwoo y Sanha estaban en una mesa de una cafetería que tenía el edificio para los docentes y alumnos. A Sujin le encantaba el ambiente. Era como una escuela pero solo de artes y manualidades y seguramente más divertida que una escuela normal, dónde te vez obligado a aprender cosas que no siempre son de un interés común, con estrés, tareas, varios maestros amargados...iugh. Horrible para ella.
Eunwoo codeo a Sujin y está giró a verlo. Él le señalo disimuladamente con el dedo hacia unas cuantas mesas adelante y se encontró con la imagen de una niñita de... quizá más de 10 años a su parecer que tenía sobre la mesa unas pinturas y una hoja especial para usarlas.
Okay...era una niña pintando, ¿Y eso que tiene de importancia?
Sujin regreso a verlo y le dió una mirada confundida, no entendía que relevancia tenía esa pequeña pecosita. Él giró los ojos divertido por el poco entendimiento de su acompañante.
– Pss, Sanha– llamó la atención del pequeño– ahí está Jina, sonará a disco rayado, pero quizá debas inten-
– No, Hyung. Ya le dije que soy horrible con eso– le respondió sin apartar la mirada de su panque con chispitas de chocolate y leche del mismo sabor. De verdad no quería alzar la mirada para que notarán lo nervioso que se ponía– Además... aunque pueda acercarme no podré hablarle, tendré miedo y me iré... como siempre– eso último lo murmuró.
Eunwoo le dió una pequeña mirada a Sujin y después a las flores. Ella se quedó pensante por un momento, hasta que... quizá...¿Lo que está pensando será lo que Woo le quiso decir?.
– ¿Y...que te parece si no hablas?– Sujin entró a la conversación.
Sanha la miró confundido– ¿Cómo se supone que puedo hacerme su amigo si no le hablo?
– Bu-bueno, no siempre tienes que usar las palabras para poder relacionarte con alguien. Ella se ve que es muy amable y comprensiva, seguro no será tan complicado como piensas– Por fin Sanha se digno a girarse un poquito para alcanzar a ver a la pecosita y suspiró.
– ¿Cómo?– parece que lo estaba reconsiderando.
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700 lecturas :'D
A esta parte...está pequeña parte, se le llama felicidad...
Gracias, gracias, gracias! 💜
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>< Paint >< Cha Eunwoo
FanficElla captaba la esencia de aquél chico que soñaba todas las noches en sus pinturas... Esa conección podría sanarlo y hacer que ella tome caminos por los que nunca se imagino pasar. 🍃 -Historia original. 🍃 - No se permiten copias, adaptaciones y/o...