Capítulo 39

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— Cielo, por favor, come algo— la mujer que sostenía la cuchara con comida se ponía triste al ver a su pequeño Jeong en ese estado. La operación sería pronto y quería que todo mejorara rápido, no solo por su hijo, sino por toda su familia. El niño por milésima vez en el día rechazo la comida de mamá y solo se limitó a mirar un punto fijo de la blanca habitación. La operación se llevaría a cabo en unos días, pero mientras eso pasaba él debía estar en observación, eso significaba no ir a la escuela, ver a otros niños y ni siquiera jugar solo en el patio. Era un niño, pero debía entender y tener la paciencia de un adulto.

— ¿Cómo va mi campeón?— El señor Kim entró con una sonrisa que se desvaneció al ver a Jeong tan perdido. La señora Kim se levantó de la orilla de la cama de su hijo y tomó el brazo de su esposo sacándolo de la habitación.— Ha pasado tiempo desde que se enteró, y ahora sabe que hay solución, ¿No debería de estar un poco contento?, ¿O comer mínimo?.— dijo casi en susurro solo para que le escuchara su mujer.

— Sabe que hay solución y también riesgos... acordamos que era lo justo involucrar a Jeong en esto, es su cuerpo y debe saber lo que pasa pero... cielo, es un niño, claramente es difícil, no puedes esperar que solo lo acepte y ya.

— Espero que solo sea parte de está fase.

— Te refieres a...— la embarazada pidió una explicación a lo dicho.

— Lo dejo pasar porque es un niño, como dijiste, pero que va a pasar si un día crece y cosas como estás lo siguen afectando, ¿Ah?

— ¿Quieres decir que sé enfermará de nuevo?— preguntó algo exaltada y éste suspiró.

— Lo que digo es que allá afuera el mundo está lleno de problemas y va a tener que afrontarlos, ¡Probablemente sin nosotros!— ella colocó una mano en el hombro de su esposo y se acercó.

— Sabes que no podemos protegerlos para siempre.— refiriéndose a Jeong y a la futura bebé.— pero para eso estamos aquí ahora. Serán personas de bien y fuertes si nosotros los apoyamos.

— Me preocupa Jeong. Es tan... sensible y no me refiero a esta situación, sino a todo. Deja que lo humillen, lo pisoteen...si eso no cambia...va a sufrir.

— Entiendo lo que sientes, pero ¿Podríamos concentrarnos en el ahora?, ¿En lo que está pasando nuestro pequeño?.— El hombre apretó los labios y asintió, entrando con su esposa nuevamente al cuarto de Jeong, pero sin dejar nunca de lado el pensamiento que dijo en voz alta.

El señor Kim no se equivocó del todo, siendo su primogénito tan temperamental era fácil hacerlo sentir tanto mal como bien. Su esposa, la señora Kim, lo consintió demasiado, quizá no fue su intención y simplemente el amor de madre le ganaba, sin querer Jeong no estaba tan preparado para el mundo como su padre quería, pero... ¿Quién lo está?.

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— ¡Él es un adulto y tú no tienes ningún tipo de derecho sobre está decisión!— gritó Sujin apuntando a su padre de forma acusadora.

— ¡Soy su padre!, Y el único que sabe por lo que ha estado pasando Jeong en los últimos años, ¿Sabes por qué?, Porque por una cosa u otra soy el único que se quedó a su lado en lugar de ir trás un estúpido sueño de bajas expectativas.

Sujin bufó— Por favor, te importa más tenerlo por ser el único heredero de la familia más confiable y mejor aún, alguien que sin dudar seguiría una orden tuya, ¡Incluso estando él al mando!— inculpo y padre e hija quedaron cara a cara discutiendo como si Jeong no estuviera.

Citó a su padre y a su hermanita temprano en su oficina, varios empleados se sorprendían al ver a Sujin dentro, pues sabían que básicamente ella estaba vetada del lugar, pero tuvieron que dejarla pasar sí o sí. Ahí dió la noticia con lujo de detalle, incluyendo la participación de Eunwoo en ambas partes. Su error y su cooperación con él.

— ¡Basta!, ¡Los dos!— Se puso en medio de ellos y los hizo alejarse.— No soy...la marioneta de nadie, ¿Oyeron?. No soy el estúpido que seguirá creyendo que te importo más allá de la ridícula empresa.— Apuntó a su padre con rabia en los ojos y sus labios apretados.— Ni tampoco el niñito asustado que necesita de tu protección.— Esta vez apuntó a su hermana, pero con una voz más serena para ella, pues era la única a la que seguía considerando familia.

— Escucha, hijo, sé que estás molesto y con razón, pero no vayas a cometer algo impulsivo cómo-

— ¿Cómo qué?...- le retó a terminar.— ¿Cómo no querer heredar el negocio familiar?, ¿Cómo no hacer un escándalo público?, ¿Cómo estúpidamente decidir no operarme?...ah no, espera...¡Ese último es el menor de tus problemas!, ¡¿Cierto?!.— Se remojo los labios y tomo una bocanada de aire.— No quiero que ninguno se involucre más de lo necesario, está es una operación por la que ya he pasado y con excelente pronóstico, así que no quiero doctores, dinero o...una mano que sostener por parte de los dos, de aquí en adelante aunque no decida que pasará en mi vida decidiré como afrontarlo.

Para suerte de Jeong, los tumores benignos no tienen un alto riesgo, pero para desgracia suya su pequeño y a la vez gran problema estaba en una zona delicada, lo que implicaba más tiempo, más peligro y más miedo del chico que ahora se sentía prácticamente sólo.

El señor Kim suspiró.— Bien, pero por lo menos quiero saber buenas o malas nuevas, como te tratan y-

— No. Tú simplemente ya no tienes ninguna autoridad sobre mí. Sujin será la única que esté al tanto.— El hombre mayor hizo un gesto mostrando un descontento.

— ¿Ahora también me hablarás de "Tú*?— dijo con voz más profunda y sin afán de gritar.

— ¿Sigues esperando respeto por mí parte?, ¿Después de ésto?

— ¿Sabes lo que puedo hacerte si sigues en el camino de tu hermana la fracasada?.— amenazó.— No es un futuro viable para mí hijo.

— Lo sé y no te preocupes no dejaré que tú lo hagas, ya me encargué.— Tanto Sujin como el señor Kim se mostraron curiosos.— Mañana a primera hora está oficina estará vacía, ya presenté una válida carta de renuncia y aún sin trabajar tengo suficiente en mi cuenta para la operación y por fin tomar el descanso que me merezco.— Su padre se quedó boquiabierto y con una vena en su frente casi saltando, salió dando un portazo en la puerta. Sujin...ella no pudo evitar sonreír levemente, no le alegraba la situación de su hermano y le preocupaba que no la quisiera cerca, pero Jeong tomaba las riendas de su vida de forma que le enorgullecía.

Había cositas de confíanza que detallar, sobre todo con una personita en especial que ella sabía la esperaba afuera del gran edificio.





>< Paint >< Cha EunwooDonde viven las historias. Descúbrelo ahora