>< Paint >< Cha Eunwoo

Capítulo 7

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Silencio... incómodo y perturbador silencio.

Todo el camino a casa de la abuela de Sujin no había cambiado la situación. Hubiera sido más fácil para todos si él simplemente se alejara y cambiara de asiento, pero no lo hacía.

En repetidas veces Sujin lo encontró mirándola como si quisiera decirle algo pero al parecer se negaba y regresaba su vista al frente. Eso lo hacía aún más incómodo.

>>Por favor que esto terminé ya...
¿Cuanto falta para llegar?<<

Ella miró por la ventana y los lugares comenzaban a hacerse conocidos. No faltaba mucho.

El autobús se detuvo dando a entender que ya era la parada.

- O-oye - tocó ligeramente el hombro del chico para que esté le prestará atención y funcionó- Perdón, pero crees que podrías...- no encontraba las palabras exactas para decirle que ella tenía que irse y pedirle de favor que se levantará.

Podría solo decirlo y ya, no habría problema, pero para ella todas las formas existentes de decirlo sonaban...¿Groseras? O tal vez irrespetuosas. Sea como sea, ninguna le convencía.

Los labios del chico formaron una línea, lo que le daba entender a Sujin que su ceño estaba fruncido, osea que él no entendía la situación, pero después de un rato su boca se abrió ligeramente formando un "ahh", como si se le acabará de iluminar el mundo.

Eso último dejó que Sujin pudiera ver sus dientes. Los cuales también eran perfectos. Blancos y sin imperfecciones. Él se levantó para darle pasó a su acompañante.

- Gracias...- dijo casi entre dientes y se levantó dispuesta a salir.

No dio ni un paso cuando sintió como una mano se aferraba a su muñeca. Se quedó estática. Dió la vuelta y observó la mano del chico de negro sosteniendola, jaló un poco su brazo atrayendola a él, lo que hizo que Sujin se tensara nuevamente. Lo tenía tan cerca.

Lentamente comenzó a subir la cabeza, lo que fue raro porque todo lo que llevaba con el se había mantenido cabizbajo.

¿Era imaginación de la chica o ese momento pasaba exageradamente lento?. Como si su subconsciente alentara el tiempo para guardar a detalle todo lo que pasaba. Para recordar el instante en el que por fin miraría los ojos de aquella persona que le parecía tan intrigante.

Sujin pudo presenciar esos ojos grandes y penetrantes que había estado imaginando como serían desde que lo conoció.

Estaría mintiendo si digo que la belleza de sus ojos no superó las expectativas que Sujin tenía sobre ellos, sin embargo, así fue...

Con su mano libre el chico sacó algo de el bolsillo delantero de la sudadera, extendió los dedos de la Palma de la mano de Sujin y puso un objeto bastante delgado que era reconocible al tacto.
También aprovecho para saber cómo era la mano del muchacho. Su madre decía que muchos gestos, movimientos e incluso las líneas de la mano de una persona decían bastante. Su mano era suave y cálida, daba una sensación de protección y cuidado como nunca lo había sentido antes.

- Debes cuidar bien tus cosas- dijo con una tonalidad no muy alta y voz serena. Se trataba de aquel pincel que Sujin había arrojado cuando se frustró por las palabras de su hermano Jeong.- Sea lo que sea que te preocupa...espero que todos tus problemas se resuelvan pronto. Al igual que yo con los míos.

Ella podía sin seguir hablar o moverse solo se quedó ahí observando. Notó como se alzaba levemente la corbatura de sus labios en una pequeña, muy pequeña sonrisa que parecía ser un gesto de amabilidad que inmediatamente le transmitió confianza.

>>Si se ve tan lindo cuando hace gestos pequeños...¿Cómo sería si realmente sonriera?<<

Sujin ya no hacía ni el menor intentó por tratar de ocultar el asombro con su Perfecto rostro. No valía la pena. Al final su fuerza de voluntad perdería...

- ¡Oye!, Chica ¿Bajas o no? - el grito del conductor la regreso a sus sentidos.

Él soltó su muñeca y se sentó de nuevo como si nada. Antes de bajar del autobús Sujin no dudo en darle un pequeño gesto de desagrado al conductor.

Ella admiró ese perfil que la tenía embobada desde hace tiempo irse debido a que el autobús se ponía de nuevo en marcha.
Miró el pincel que había dejado en su mano y no pudo evitar sonreír, pero su sonrisa se borró cuando recordó lo imprudente que había sido el conductor.

Bufó- Ese conductor,¿No pudo haber esperado un poco?. Ni siquiera le pregunté su nombre.

>>Ja,  por favor, como si fueras a hacerlo<<

- No opines, ¿Quieres?

Y así pasó todo el camino hasta la casa de su abuela. Quejándose y teniendo discusiones mentales con ella misma. Lo normal.