Capítulo 20

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– Ya...ya no puedo seguir ayudándote– dijo Jeong– económicamente hablando–

– ¿Todo está bien?, ¿Hay ... algún problema con la empresa?–

– No, de hecho las ganancias aumentan, incluso me atrevo a decir que seguramente estamos a punto de llegar a nuestro mayor auge– le explicó– Es solo que tengo el presentimiento de que mi papá ha estado revisando mis cuentas y...no quiero tener problemas con él por ayudarte a sus espaldas– se levantó del sillón de la elegante sala de estar en el que estaba y fue hasta un mueble tomando varios billetes envueltos– Está... será mi última ayuda para ti– le extendió.

Ella lo tomó con mano temblorosa. No tenía miedo de la falta de ayuda económica por parte de su hermano pero de cierta forma sentía que se distanciaban cada vez más.

La forma en que le hablaba y actuaba era como si se estuviera despidiendo.

– Jeong, hemos tenido diferencias de opiniones y...si tú quieres concentrarte en el negocio lo aceptaré– suspiró y se levantó acercándose a su hermano, lo tomó por la cintura en un abrazo que hizo que el mayor se tensara– Me... gustaría tener una última conversación con mi hermano– expresó– como lo hacíamos antes.

Las ganas de llorar la invadieron cuando no hubo correspondencia en el abrazo, pero cuando estuvo a punto de alejarse sintió como él recargaba su cabeza sobre la de ella y sus brazos la rodeaban.

Dejaron pasar las cosas, olvidaron discusiones y solo estuvieron juntos, disfrutando de la compañía del otro como los hermanos cariñosos inseparables que fueron alguna vez.

Por más que a ambos les doliera, habían cambiado, habían cambiado lo suficiente como para ya no sentirse identificados uno con el otro.

Lo suficiente para alejarse.

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La pintura ponía de cierta forma triste a la castaña.

Por más que intentara, Cha Eunwoo se había metido en su cabeza para quizá ya no volver a salir.

Solo quizá.

Ella hizo un dibujo simple pero bello a lápiz, definiendo cada parte de su perfecto rostro, sin embargo, este reflejaba tristeza, arrepentimiento y sobre todo...soledad.

¿Que fue lo que en verdad pasó con él?, ¿Que hizo que su vida cambiará tan repentinamente?

O mejor dicho...¿Quién?.

Sus pensamientos fueron interrumpidos por ruido fuera de su galería. Alguien había llegado.

Salió de su estudio para ver quién se encontraba y era la señora Cho con su...¡uff!, Increíblemente guapo nieto.

– He traído algo para alegrarte– dijo la señora Cho que sostenía un bello ramo de un tipo de flores específicas, pero de diferentes colores.

Astromelias. La flor favorita de Sujin.

– Eunwoo las escogió– ella tomó el ramo y volteó a ver al pelinegro. Éste tenía su mirada puesta en otra parte para no encontrarse con la de ella, pero era notable su vergüenza.

– ¿Alegrarme...a mi?– ¿El motivo?, Ella lo sabía bien, pero ¿Cómo lo sabía la señora Cho?

– Si, sé que no lo dirás, pero...hace poco me hicieron un encargo de flores para una recepción, la de la empresa de tú familia para ser exactos– le dijo mientras el chico caminaba por toda la galería apreciando cada pequeño detalle– Me encontré con Jeong, se notaba... bueno, creo que ya te imaginarás–

Y vaya que lo hacía. Los dos estaban decaídos por lo mismo. Se estaban distanciando, por lo que no hubo necesidad de que la mayor diera más explicación.

– uhm– asintió.

– Debo continuar atendiendo la florería. Mi nieto va a dar sus tutorías de inglés en la casa de cultura de aquí cerca– mencionó y Sujin volvió a asentir sin entender porque le daba dicha información– ¡Oh, ya sé!– exclamó– mi florería está más lejos, ¿Que tal si Eunwoo se queda aquí contigo un rato?, Así el llega temprano y te hace compañía un rato.

El pelinegro por fin salió de su trance para ver a su abuela y después a Sujin con los ojos bien abiertos– Abuela, no creo que Sujin quiera lidiar conmigo ahora, se ve que está ocupada y no qui-

– Puedes quedarte si quieres– le sonrió algo apenada, ¿De verdad había dicho eso?– Algo de compañía no me haría mal... sobre todo ahora.

Él tardó un poco en reaccionar pero al final accedió, la señora Cho se retiró como había dicho y ellos dos se quedaron completamente solos.

– Amm...ven, pasa– le invitó a su estudio a lo que no mostró resistencia, pues debía admitir que le daba cierta curiosidad.

En cuanto lo invitó a pasar se arrepintió completamente.

Botes de pintura que dejaban manchas por aquí y por allá, hojas hechas bolita con ideas rechazadas de Sujin, muchos pendientes anotados en hojas en las paredes, los lienzos de diferentes tamaños desordenados. El espacio no era muy grande, así que eso hacía ver el desorden más grande de lo que ya era

¡Era un caos ahí dentro!

Pero lo más importante...

>>El dibujo<<.  Pensó ya alarmada. Lo había dejado visiblemente sobre la mesa. >>Porfavor no lo mires, porfavor no lo mires, no, no!<<

Muy tarde.

Eunwoo dejo sus ojos posados sobre aquella sencilla pero igual efectiva hoja de papel con su rostro perfectamente dibujado. Él se acercó al pequeño escritorio tomando entre sus manos la obra de arte admirándola, mientras Sujin sentía sus mejillas arder de la vergüenza.

– Al menos ahora sé...que no solo yo he estado pensando en ti– dijo casi en un murmullo y se giró para ver a la castaña– ¿En serio...yo me veo así?– preguntó.

– S-si no te agrada puedo cambiar algunos detalles, p-por ejemplo a-

– No, no, ese no es el problema– le interrumpió– solo que...no me había dado cuenta de lo solitario que se ve este chico– hablando de él como si fuera otra persona.

Eso es nuevo, ¿Por qué lo hará?

– Yo...dibuje a ese chico justo como se veía el día que salí con él a la cafetería– mencionó siguiéndole el juego en su manera de hablar.

– Alguien debería hacer algo para cambiar esa expresión en su rostro– la mirada antes clavada en el dibujo cambió directamente a Sujin, él bajó el boceto y a paso lento se acercó a la chica.

>>¿Q-que está haciendo?, Se está acercando demasiado...y-y no se detiene.<<

Su paso se detuvo una vez que ambos quedaron justo frente al otro y el corazón de Sujin casi se salía de su pecho, mientras que Eunwoo tenía una expresión serena, más pensativa que nada, agachó un poco su cabeza para quedar a la altura de Sujin, la mirada de este se posó en los delgados un poco rojos labios de la chica...




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"Astromelias", ¿Entendieron la referencia? 7u7

&gt;&lt; Paint &gt;&lt; Cha EunwooDonde viven las historias. Descúbrelo ahora