DESDE LA TRINCHERA

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El hombre despierta en la madrugada con un sobresalto, agitado y gritando salta de la cama y dos parpadeos después Rick ya lo tiene sujeto contra una de las paredes impidiendo que intente hacer nada y el moreno forcejea con él hasta que termina de despertar y comprende que está a salvo, que Merle esta muerto y que odia su vida.

El hombre regresa a la cama sudando frío y entonces llega Paul para sustituir al sheriff, y ambos personajes intercambian lugares sin pronunciar una palabra; los golpes que tiene el pelinegro habrían sido "poco graves" si previamente no hubiera tenido una pelea con los reclusos y otra más en el enfrentamiento a las puertas de Woodbury.

—Merle ganó tiempo para mí —suelta el pelinegro.

Merle sabía que Paul volvería por su hermano y vendría con la caballería pesada, eso piensa el moreno. No intentó realmente liberarlo, pero mató nueve de los soldados e intentó matar al gobernador; peleó como oso cuando lo atraparon y causó tantos problemas que ahorcarlo tardó más de lo necesario, suficiente para que el grupo de rescate llegara.

El mayor se frota la cara arrancando las lágrimas con las uñas y Rovia lo mira apretando los labios con el corazón roto. No sólo le ganó tiempo, incluso muerto ayudó, su cuerda se rompió bajo su peso y el caminante se abalanzó contra Martínez plantándole una mordida que lo meterá en la tumba, y Jesús, que para cuando comenzaron las balas ya se había infiltrado en el pueblo, le hizo un favor a Daryl y mató a Merle con un cuchillo en la nuca, por desgracia no pudieron quedarse a enterrar el cuerpo, cogió a Daryl y se lo llevó de allí, y volvieron a la cárcel y curaron las heridas físicas del pelinegro; han pasado tres días desde eso.

—Estoy agradecido con Merle como no tienes idea —susurra Jesús.

—Volviste.

—Siempre. Todos volvimos, en cuanto supieron fuiste la prioridad del grupo.

—¿Por qué?, los dejé.

—Porque no los dejaste, te obligaron a irte; pero perteneces aquí y ellos lo saben, Rick, Carol, Beth, Glenn, lo saben...

Hay un silencio profundo.

Daryl odia estar en la enfermería, por eso dejó que lo curaran, pero no se quiso quedar en la camilla, a cambio aceptó una de las celdas para quedarse mientras se recupera, y en general lo hace bien y rápido, come y descansa, no se queja cuando Beth entra a hacerle compañía cantándole canciones mientas cuida a Gio, y siempre deja que Carol le limpie las heridas.

—Mañana estaré en la junta —dice el hombre recostándose, porque sabe que Rick está haciendo reuniones preparándose, seguro de que el gobernador no se quedará con las manos cruzadas, Michonne y Paul le han dicho todo cuanto saben y no son precisamente cosas buenas.

Paul quiere oponerse, Daryl ha estado poniendo todo de su parte para recuperarse, «Merle le ganó tiempo y ahora el moreno va a pagarle haciendo algo con ese tiempo, peleando y sobreviviendo», puede leer en cada mirada y cada silencio, por eso no dice nada y sólo asiente de nuevo.

—Sabe que estamos en la cárcel, Merle se lo dijo —suspira Daryl, y Jesús le quita la culpa explicando que su hermano lo supo porque Maggie lo dijo, que no lo llevarían a la cárcel, si de alguien es la culpa es de ella, o de todos por no haber dejado a Merle venir, ya no son los de antes, ya podrían haberlo controlado.

—Pero no saben cuántos somos ni qué tan armados estamos —dice Rovia recostándose a su lado en el suelo sobre la colchoneta.

—Da igual, no somos ni la mitad de ellos y ellos tienen las armas de los militares. 

Julio está terminando y el arquero duerme destapado. El moreno se ha mostrado cada día mejor, activo y despierto, obligándose a estar bien para sacar provecho a lo que le consiguió su hermano, pero las noches lo han estado traicionando, las pesadillas lo tienen despierto, sueños tan violentos que despierta como quien está en medio de un campo de guerra y han tenido miedo de que se lastime, por eso duerme a turnos con alguien que lo vigile, Rick, Glenn, Paul y Tyreese, el hermano de Sasha, ese hombre grande y fuerte como un oso, pero siempre amable; Rick lo controla, Glenn lo detiene, Tyreese lo sujeta, Rovia sólo lo abraza, ha dormido con él durante diez años, ha soportado sus pesadillas y aunque estas son las peores que le ha visto nunca, todavía sabe cómo mantenerlo abrazado y un abrazo parece mantenerlo en calma.

Amagi del EdénDonde viven las historias. Descúbrelo ahora