INEVITABLE SEGUNDA VEZ

217 25 49
                                    

El agua fría cae sobre su cuerpo desnudo. La sensación es deliciosa contra el calor del verano. Rovia se quita los cabellos de la cara y agradece la ducha tan temprano en la mañana, y sonríe a medias cuando oye la puerta abrir y cerrarse, seguido de un largo silencio. En la casa remolque hay un pequeño baño en una esquina, tiene agua conectada a la cisterna del antiguo museo.

Rovia mira sobre de su hombro al moreno que se mueve inquieto en el rincón de la entrada, cerca de la diminuta ventana, sus ojos miran el suelo con aire abochornado y se muerde un labio de modo insistente. Paul sonríe y le dice que puede entrar a la regadera sin pedir permiso.

-Sigo sin estar de acuerdo con esto -dice el mayor entrando al agua fresca cinco minutos más tarde, desnudo y dando una exclamación ante la sensación.

Han tenido la misma discusión durante los últimos dos días, uno no intenta convencer al otro, simplemente expone su punto de vista, sea como sea, Paul tiene razón en que no tienen otra opción por el momento y tendrán que ser pacientes.

-Simon se llevó la mitad de lo que tenemos, necesitamos más cosas -asiente el más joven.

-Si le seguimos dando la mitad de lo que tenemos siempre nos faltarán cosas -espeta el moreno.

-No tenemos arma sin gente que sepa pelear, cariño-; sale de la regadera enredándose en la toalla para secarse y desde allí mira a Daryl tallarse el cuerpo con un estropajo de fibras que alguien hizo hace algunos días.

Gregory siempre fue un imbécil con aires de grandeza incapaz de dirigir a Hilltop, aunque hizo lo suyo jugando al líder para mantenerlos de pie, con fe y unidos. Jesús tuvo que hacer todo lo que el hombre no pudo, proteger de los caminantes, soportar a los salvadores, conseguir cosas para esa gente, despejar las zonas, detener peleas y ayudar con la gente que quería aprender a defenderse, pero huyó de los trabajos en el campo, de los levantamientos de los muros, de cuidar a los animales, de las fiestas, de las juntas, de las convivencias. La simple existencia de Daryl cambió mucho las cosas, el cazador consigue comida allá afuera y las salidas de Paul no son tan urgentes, ha reparado el tractor y los campos externos se trabajan rápido, ayuda a espejar afuera de los caminantes y apoya con las guardias y enseñando a la gente a disparar con el arco. Rovia piensa, con una sonrisa y persiguiendo el agua que baja por el cuerpo del pelinegro, que salió de Virginia para buscar a ese hombre y ayudarlo en ese mundo nuevo, y al final ha resultado que es ese hombre quien lo ha ayudado a él... otra vez, porque Daryl puede no ser un buen peleador como él, no es ágil, no sabe abrir puertas ni hurtar en silencio, habilidades lógicas para la supervivencia, pero es, sin embargo, el soporte más fuerte y el pilar más ancho en cualquier lugar donde se planta y es capaz de soportar cualquier techo.

-Conseguimos provisiones después de que venga Simon cada mes, así se llevará la mitad cuando tenemos poco y luego tendremos más y más tiempo para usarlo -suspira Jesús-, conseguiremos armas en el camino y les enseñaremos a usarlas a la gente, pero hasta entonces, soportaremos. Luego habrá que buscar apoyo...

Cuando salen de la ducha, vestidos y listos para irse, encuentran en la sala a Ron de pie sujetando un trozo de lata con una cuerda jugando al teléfono con Sam. El menor está allá afuera con su otro extremo de cuerda y lata, emocionado porque el truco funcionó.

Paul pasa al lado de Ron alborotándole los cabellos y le explica que se está quedando como el hombre de la familia, a cargo de Sam y Enid mientras ellos regresan; el muchacho se remueve en su sitio, odia que lo traten como un niño, pero todavía lo es y asiente, porque los dos hombres le dan un cuchillo para que lo use en su cinturón y lo cargue todo el tiempo mientras vuelven; es real y es oficial, lo están dejando a cargo porque es lo que necesita, responsabilidades y confianza: al salir se despiden de Sam con besos en la frente y la orden tácita de que obedezca a Ron. De camino a la puerta donde espera la camioneta que usarán, se encuentran con Enid y el pelinegro la abraza y le encarga que cuide de los chicos, porque seriamente confían más en el juicio de ella que en Ron, así que ella asiente y los despide con un amago de sonrisa. En la camioneta, Weasley y Mina los están esperando listos para el viaje del día de hoy, la ruta los llevará sobre la sesenta para ir al pueblo vecino a hurtar las casas, el par de colegios y la estación de policías. Gregory ha estado de acuerdo con que consigan cosas y con el pueblo elegido, simplemente no le han dicho que buscarán armas, ese es el tipo de cosas que el hombre no debe saber. Weasley y Mina lo saben, por eso han sido los elegidos para acompañarlos. La camioneta parte con Weasley al volante cuando el sol acaba de terminar de salir, y Mina, al lado del conductor, lee para todos la lista con el tipo de cosas que cree que necesitan. Daryl añade algunas piezas para carros y Jesús pide libros, los quesean, los leerá de cualquier manera.

Amagi del EdénDonde viven las historias. Descúbrelo ahora