Amagi del Edén

FIEBRE

La noche todavía es helada. La nieve es una fina capa sobre el patio y Jesús vuelve de la ronda exterior de la cárcel junto con Tyreese y Rick, luego de haber matado a una decena de caminantes atascados en la nieve y el agua congelada del canal que corre fuera de la cárcel a lo largo del lado norte. Ha sido un momento extraño e incómodo, pero necesario.

-Entonces ¿te gusta Daryl?

-No; no como a ti, quizá.

Estaban apenas saliendo por la tarde a hacer la ronda, cuando de la nada Rovia sacó el tema.

Rick, a quien fue dirigida la pregunta, respondió con fingida tranquilidad.

A Rovia no le molesta que la gente sepa que es gay, eso le ha causado problemas con muchas personas a lo largo de su vida, pero son problemas que sabe responder, mientras que le ha evitad otros problemas que prefiere no tener. Nunca ha rechazado a una chica que le agrada, porque las chicas saben que es homosexual, nunca ha confundido a un chico, porque los hombres saben que es gay y se evita la pena de que confundan coqueteos donde no los hay o no los noten donde sí los hay.

Paul jamás se ha acercado con intenciones románticas a nadie porque es malo coqueteando, y mucho menos si ese alguien no es abiertamente homosexual, luego de su primer novio aprendió la lección...

...Hasta que apareció en su vida Daryl, pero esa ocasión le salió bien. En esta nueva ocasión no, pero tampoco va tan mal; cree que se están comenzando a entender del modo correcto y eso le agrada. Ahora mismo su único problema con respecto a Daryl se llama Rick Grimes. Rick es heterosexual, lo ha sido toda su vida y, sin embargo, es evidente que siente algo especial por el moreno y no entiende por qué ni cómo. Su duda al respecto es comprensible, y la sospecha viene al ver a Dixon y Paul juntos preguntándose si puede tratarse de algo así, y no duda de su heterosexualidad, duda de sus sentimientos hacia Daryl Dixon, que no es lo mismo.

Con todo, la respuesta que le dio a Jesús fue directa y sincera, pero apenas un poco convincente, porque es evidente que él mismo quiere saberlo. ¿Qué es? ¿Qué hay de diferente?

Paul no insistió con el tema y Tyreese no dijo nada al respecto.

Cuando vuelven ya está oscuro, el grupo en cada pabellón está cenando. El interior del edificio de ellos es tibio y el comedor tiene una temperatura agradable entre la comida y la gente. Mientras se encaminan los tres al edificio, notan en la oscuridad una lámpara encendida colgada sobre el cofre abierto de un viejo carro e inclinado sobre del motor, Dixon parece entretenido reparando algo.

Rick y Paul lo ven y van hacia él. Tyreese prefiere no meterse y decide dejarlos y entrar para ir a cenar. Los dos recién llegados se colocan a cada lado de Daryl y el moreno al notarlos saca la cabeza del cofre y se vuelve hacia ellos limpiándose las manos con un estropajo; mirando primero a Rick y luego a Paul, regresando a esa sensación de quedarse en medio de ambos, el primero le da un apretón en el músculo del brazo y el segundo le regala una encantadora sonrisa, y el pelinegro sólo frunce el ceño y murmura que los estaba esperando. Viste un suéter no precisamente grueso y una playera de manga larga y holgada con pantalones de forro de lana, así es como él soporta el invierno. Rick lleva una camisa gruesa y una chamarra de fondo de lana y guantes y abrigo encima, mientras que el castaño lleva un par de suéteres, una chamarra, pantalones de carga invernales, bufanda, gorra y guantes.

Mientras apaga la lámpara y cierra el cofre, les comenta a ambos que Glenn sigue enfermo, ni mejor ni peor, pero ahora Jude y la pequeña Lizzie también tienen fiebre, y en la otra marquesina, siete personas más dan muestras de estarse enfermando.

Gripe, quizá, demasiado contagiosa y tienen pocas medicinas.

Samuel ha sugerido juntar a todos los enfermos en el Pabellón A para no expandir el virus y el moreno está ajustando los frenos de la camioneta para ir al otro día al pueblo para buscar en las farmacias y las casas cualquier medicina que sea de utilidad. Si esto se hace más grande puede volverse una epidemia.