—La ciudad está rodeada —dijo alguien.
El moreno se pasea por el bosque con la máscara de Dwight en la cara y las ropas sucias de porquería de Caminante.
Hilltop lleva menos de una semana rodeada, y Daryl vuelve allá cada tarde: ha visto a Jesús a la distancia, sentado en la cima del muro, tan quieto y silencioso que los Caminantes debajo no lo notan. Daryl sabe, en el fondo, que Jesús se posa allí para que él lo vea y sepa que está bien, que todos están bien, que no haga ninguna locura.
Esa tarde va, como cada tarde, a mirar el muro. Paul está de pie allá arriba, los ojos puestos en los Caminantes, espera que suceda algo y el moreno sabe... Una mano pesada, descomunal y tensa le aprieta el hombro de manera dolorosa obligándolo a voltearse.
Beta nunca es tan bestial como cuando se le tiene cerca, le saca a Delta una cabeza y media y debe pesar más de seis kilos de pura musculatura; el monstruo le dice que tiene que acompañarlos, él y Alpha irán un poco al norte, ahora. Daryl repasa sus dientes con la lengua y asiente.
—Una advertencia —dice Alpha cuando llegan con ella y sin más echa a caminar esperando que los dos hombres la sigan.
—¿Advertencia a quién? —inquiere Daryl.
Alpha no responde.
En el camino se encuentran a cinco Caminantes que Alpha atrae golpeando un machete contra los árboles, cuando vienen, se unen a la marcha y siguen a Alpha del mismo modo que Beta y Daryl; de todos los Susurradores son los únicos que no intentan fingir que son como los otros, ella camina erguida y firme, él es enorme e imponente, y Delta lleva la ballesta en las manos.
—Allí —dice Alpha cuando se detiene.
—Allí —repite Beta—, tienen algo.
Daryl mira. Es un chamizo en el bosque, cuatro paredes y un techo de madera custodiado por cuatro hombres. No algo, alguien, explica Daryl, allí adentro sólo se custodia a un viejo hombre, antiguo líder de Hilltop, un anciano de nombre Gregory que no sirve para nada y realmente a nadie le importa.
Alpha asiente, sale de su escondite sin pensarlo y los Caminantes la siguen.
Para los guardias colonos, son Caminantes y uno de los chicos va hacia ellos con el machete en la mano. Mata al Caminante más cercano y cuando se gira hacia el segundo, Alpha aprovecha, se gira en redondo y lo apuñala por la espalda. El amigo más cercano ve la escena sin entenderla.
—¡Ron! —grita, los Caminantes voltean. Pelea contra ellos y sus otros dos amigos van en su ayuda, entonces aparece Beta, detrás de uno al que coge la cabeza y de un solo movimiento le rompe el cuello, Alpha asiente y le hace una orden silenciosa para que el Delta dispare su flecha y mate al tercero mientras Beta ya se encarga del cuarto.
El moreno con la ballesta preparada apunta en dos segundos y la flecha se encaja directo en el estómago de Beta.
El monstruo cae con un rugido de ira, hincado, su mano tantea la flecha y la arranca con apenas menos violencia que su grito. Alpha mira la escena sin moverse un milímetro: lo siguiente que sabe Daryl es que está huyendo por el bosque con Beta persiguiéndolo de cerca.
No voltea a verlo, escucha sus pesadas pisadas y sus juramentos de muerte.
Corre por su vida. Una flecha no será suficiente para matar a esa bestia, a no ser que consiga metérsela por el ojo hasta el cerebro, y Beta no pondrá de su parte para quedarse quieto y que eso suceda.
—¡Estás muerto! —ruge Beta, jade, resolla, sangra: —Le daré tu cabeza a Alpha, traidor. ¡Tú no eres uno de nosotros!
Beta taclea a Delta cuando lo tiene suficientemente cerca.

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Amagi del Edén
FanfictionContinuando con la saga de Fics, en el interludio antes de que exista "un nuevo orden mundial". Paul sabe que la vida ha sido mala desde que el mundo se fue al infierno y los muertos se comenzaron a levantar, y sabe que para Daryl la historia fue mu...