Amagi del Edén

LOS MOTIVOS DEL LOBO

Rick tiene que correr a sujetar al arquero antes de que mate a golpes a Jason. Carl y Beth van hacia el hombre en el suelo, medio inconsciente, y le toman el pulso mientras le miran el rostro resquebrajado y luego observan al moreno quien lanza un escupitajo con sangre a un costado de donde lo están sujetando. Fue un mal día y todos están molestos y estresados: dos sentimientos con los que Daryl no convive de otro modo que no sea de una forma agresiva. Con todo, si llegó a los golpes con Jason tuvo que ser porque éste comenzó, Carl está seguro, pero no lo dice.

A una orden de Rick, Beth abraza al pelinegro como para impedir que éste se abalance de nuevo contra Jason, y el sheriff se lleva al inconsciente prácticamente arrastrando a la enfermería.

-¿Qué le pasó? -pregunta Maggie cuando el hombre deja el cuerpo en una camilla.

Rick lanza una mirada a Daryl, quien se niega a explicar nada y se limita a gruñir.

Esa mañana, según los planes, fueron a buscar la cafetería y despejar la clínica de su sección de edificios, pero todo se salió de control un momento y, aunque controlaron rápido a la decena de caminantes que les cayeron encima apenas abrir la puerta del comedor, uno en el suelo alcanzó a Hershel y lo mordió en un pie. Hubo que amputarlo y ahora el anciano pelea por su vida contra una fiebre que lo mantiene casi tan inconsciente como Jason.

-¿Fue por Rovia? -quiere saber Maggie. Todos saben que Jason no estaba cómodo con el juego de Paul rondando al pelinegro al mismo tiempo que Carol. El asunto es que la mujer ha dejado de rondarlo y detuvo sus bromas, ahora sólo lo llama pookie de forma cariñosa y burlona, pero no hace nada más que eso, mientras que Paul sigue girando y girando en torno al moreno.

El moreno no responde, lanza una mirada al viejo Hershel sujeto a una camilla por si se transforma, mira a Jason siendo curado por Lori, la cual le limpia con un algodón las heridas mientras Beth le pasa un poco de alcohol por la nariz para hacerlo reaccionar; gruñe quedo y hosco, y cuando Carol se le aproxima para limpiarle la cortada en el labio, el hombre se da la vuelta y sale de allí.

-Fue por Jesús -decide Maggie.

-No podemos tener este tipo de problemas internos -comenta Lori.

-No -conviene Rick, porque es verdad, ya tiene problemas suficientes como para tener otros que hagan eslabones débiles en su cadena, porque resultó que en el comedor no sólo había comida para meses enteros, sino un grupo de seis prisioneros que al caer la prisión corrieron a encerrarse ahí para sobrevivir.

-Tienes que poner las cosas en su lugar -asiente Carol.

Y no habla sólo de esa pelea, sino de los criminales, no es seguro tenerlos rondando aplacer por la cárcel y cerca de ellos, que tienen niños y mujeres. Algunos reclusos parecieron agradecidos de ver que Rick estaba despejando las habitaciones, pero otros se mostraron hostiles porque ahora tendrían que compartir el alimento... Comida que Rick tampoco estaba seguro de querer compartir con ellos.

El moreno se pasa el resto de la mañana afuera en el tercer patio quemando los cuerpos de los caminantes que mataron antes de entrar al comedor. Ignora de manera tajante a tres prisioneros que desde la reja que divide ahora su edificio del de ellos, lo llaman con silbidos y comentarios obscenos, y cuando se harta de oír comentarios sobre culos y vergas, atraviesa la empalizada metálica y se agarra a puños con los tres al mismo tiempo.

-¡Daryl! -grita Glenn al darse cuenta y llega corriendo a ayudarlo. Rovia, que había estado con Glenn buscando en las despensas las cosas que necesitan para la fiebre de Hershel, aparta de dos puñetazos al tipo que está sujetando a Daryl, y hace una barrida para derribar al que aprovecha para golpearlo.