BREAKABLE

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Terminus es una vieja estación de trenes abandonada. Desde las rejas por donde espía el moreno no puede ver nada sino trenes abandonados, cajas de carga olvidadas y carpas pequeñas de plástico con señales de estar siendo utilizadas, a veces.

-No se ve gente -dice el hombre; se echa la ballesta a la espalda para trepar y saltar la reja, tras de él salta Carol y luego Rick-, pero hay gente -apunta las huellas en el piso. Huellas de zapatos y de llantas de una motocicleta, marcas que van y vienen.

Los niños se quedan escondidos del lado externo de las rejas, mirándolos, Carl se queda a cargo de las niñas y los tres están armados, la orden es clara, no deben dejarse ver y deben esperar a que los adultos regresen; Rick asiente a Carl y su hijo también asiente.

El sheriff dirige la marcha. Espían en los rincones y se ocultan en las esquinas. Es Carol quien sugiere ir por la gente que acampa, tomarlos de rehenes e intercambiarlos por Beth...

-Si todavía está viva -murmura, muy a su pesar, y pone una mano amable en el hombro del pelinegro-, pero si no lo está, haremos que lo lamenten. -Entonces van hacia las tiendas improvisadas. Hay un perro que duerme pacíficamente amarrado a una reja que despierta al oír a Daryl y se pone a ladrar dando la alarma: de la tienda salen un par de tipos medio ebrios y ven al arquero, mientras están decidiendo en sus cabezas qué está pasando, Carol les salta por la espalda dándoles golpes en la nuca con su pistola para noquearlos.

Los ladridos del perro y los cuerpos cayendo sacan a otro par de hombres que están bebiendo, miran a Rick y están subiendo sus armas todavía cuando el hombre de oscuros cabellos usa la misma estrategia de Carol y los golpea en las cabezas con más violencia usando la ballesta y se desploman.

-Sus armas, hay que quitárselas -dice el moreno-. Hay que amarrarlos con el perro.

Tres hombres más llegan dando la vuelta por el edificio y otros tres más asoman por entre las cajas que parecen estar siendo usadas de casas. El viejo Joe está dentro del edificio, desayunando, cuando de pronto escucha una voz gritar desde afuera.

La voz, que Joe no reconoce, le exige que salga y harán un trato, y uno de sus muchachos va con él y le explica que hay tres personas afuera que exigen que salga y les devuelva a Beth.

Beth es la chica rubia que se llevó del pueblo hace unos días. La jovencita les advirtió que irían a buscarla las personas con las que estaba y estarían en serios problemas, Joe se burló porque por lo poco que vio y supo eran dos hombres, una mujer y tres niños, no serían ningún problema para sus nueve muchachos que tenía en guardia allá afuera; pero entonces se entera que la gente llegó y de esos nueve, tienen a seis prisioneros en el exterior.

Truena los dedos y le ordena a su acompañante que coja a la rubia y lo acompañe afuera. En el patio principal, sus seis muchachos están hincados, golpeados, y la mujer y Rick les apuntan a las cabezas con sus armas. Apenas salir, Joe ya está siendo apuntado por una ballesta contra la cabeza.

-Tenemos a tu gente, te ofrezco un intercambio -dice Rick.

-¿No es mucha faramalla para una simple chica? -Joe mira a sus hombres y sus hombres lo miran a él, sabe que los necesita porque el grupo se dedica al hurto, sin ellos estará en desventaja cuando se encuentren con otros grupos y quieran asaltarlos.

-No imaginas de lo que somos capaces por los nuestros -responde Rick, y suena a amenaza.

-Muy bien, te la doy, me los das ¿y que te hace pensar que los dejaremos salir?

Rick echa un vistazo hacia la puerta, la han abierto y viene una manada de caminantes entrando. Joe va a necesitar a su gente contra los muertos si quiere conservar el sitio para ellos, de lo contrario se entretendrá en un intercambio de balas y perderá el único lugar con techo con paredes seguras. Y sí, quizá sea demasiado perder sólo por una chiquilla rubia...

Amagi del EdénDonde viven las historias. Descúbrelo ahora