BIFURCACIÓN

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Cuando Rick baja a la sala, el moreno está recostado en un sillón mirando el techo, su rostro oscurecido, como quien carga tanto peso que si se desconcentra lo aplastará, y el policía piensa en esa gente en el pabellón de la muerte.

El sheriff va con él y se inclina para ponerse frente a su mirada, Carol se quedará a cargo de los niños mientras ellos van a buscar provisiones.

-¿Nos estamos quedando o sólo es una parada? -pregunta el aludido, incorporándose.

Rick lo piensa, no lo sabe, quiere irse, pero también quiere quedarse, la casa ha sido segura todo ese tiempo, nadie ha pasado por el viejo camino, y quiere algo fijo para Carl y Carol para las niñas y seguro que Daryl lo quiere para Beth.

Han pasado ocho días desde que el moreno y la rubia llegaron con ellos y tal vez es hora de empezar a decidir cosas. Rick le pregunta al otro hombre si él cree que deben irse o quedarse y Daryl opina que lo que diga Rick estará bien.

Mientras caminan por la calle vacía, Rick le pregunta por qué llegó allí con Beth y él le confiesa que buscaban un auto, estaba llevándola al este, a las costas, probablemente con el mar allí habría menos caminantes llegando de todas partes. El sheriff promete contemplar esa opción.

-Todavía llevas el anillo de casado -comenta Dixon casualmente mientras se detienen en una casa y golpean la puerta para ver si salen caminantes.

-Lo hago -asiente Rick jugando girando su anillo en la mano.

Daryl contiene las ganas de sujetar el suyo en el cuello, había pensado en quitárselo y tirarlo, pero Rick todavía lleva el suyo y ahora se pregunta si habrá un problema en decidir quedárselo aunque sea de recuerdo por alguien que lo hizo pensar que las cosas podían terminar bien, que los finales felices podían existir.

-¿Quieres que me lo quite? -pregunta el sheriff y Daryl lo mira, y Rick se pregunta si se lo quitaría realmente si Daryl se lo pide.

-Me da igual.

Rick asiente. No hay ruido dentro de la casa, así que entran.

-¿Te gusta Carol? -pregunta el policía mientras registra la alacena.

Daryl, en el cuarto contiguo de la sala, responde con un gruñido. Suben juntos a catear los dormitorios donde no encuentran nada. Rick quiere seguir hablando, pero Daryl ha regresado a su estado primitivo de respuestas cacofónicas, así que lo deja por un rato.

-Paul -llama Eugene-. Deberíamos parar, las probabilidades de encontrar un rastro en medio de un bosque cuando está atardeciendo es de menos de un quince por ciento.

-Claro -acepta Jesús y donde está se detiene-, como sea.

-Oye, tu chico está vivo y bien, eso es lo que importa -lo anima Alisha-, mientras esté vivo y tú lo estés buscando, lo encontrarás. -Rovia asiente y simplemente se sienta en la tierra del mismo sitio donde está.

Acamparán allí.

Alisha va por madera seca y Lilly enciende un pequeño fuego mientras Tara revisa las latas de comida deshidratada para repartir alimento a todos. Mientras comen de las latas frías, Tyreese comienza una charla sobre ella y su hermana cuando eran pequeños. En otras circunstancias la plática de Sasha de niña le agradaría a Jesús, pero en estos momentos sólo come y custodia en la oscuridad que se extiende.

-Niños -murmura Rosita con falso aire de fastidio.

-Eres joven, pero un día querrás tener tus hijos -sonríe Alisha. Alisha no quiere hijos, ella es lesbiana y le agrada pensar que no los tendrá, y Paul se burla por lo bajo al verse reflejado en ella.

Amagi del EdénDonde viven las historias. Descúbrelo ahora