AMAGI

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...traducido literalmente "retorno a la madre". Era la palabra empleada por los sumerios para regresar a los esclavos su estado de libertad devolviéndoles sus posesiones y derechos.


Los sueños son ilustraciones del libro

que tu alma está escribiendo sobre ti mismo.

MARSHA NORMAN


INICIO

Paul se restregó la cara con las manos, era casi la medianoche y el cielo despejado permitía ver la luna y las estrellas, un espectáculo que no tenía comparación y que se sentía satisfecho de que su hijo pudiera verlo en todo su esplendor.

Parpadeó con el sueño pegado a las pestañas, miró a un costado donde dormía plácidamente Hunter arrebujado entre sus mantas y sobre la colchoneta. El niño de cinco años usaba la parte trasera de la camioneta como una casa de acampar improvisada, al rededor del vehículo, disfrutando del buen clima, sus padres habían levantado un campamento y una pequeña fogata todavía ardía en silencio. Estaban en una zona alta, al resguardo de todo peligro, de cualquier manera, el moreno había puesto trampas para Caminantes y Paul había pasado parte de la noche rondando los alrededores colocando las alarmas de cuerdas y latas. Los rubios cabellos de Hunter estaban cortados con navaja casi a rape para que no fuera a atorarse con nada, era un niño pequeño y robusto, sonriente, tal vez hasta feliz. Por la mañana había ido con el pelinegro a pescar en el río, por la tarde padre e hijo se pusieron a jugar con Koda o Koda jugaba con ellos, daba igual, el asunto era que el niño aprendiera a correr y a Koda el moreno lo estaba enseñando para que protegiera al niño... Koda era el nuevo perro de la familia, en realidad no era un perro, era un lobo americano del sur, a Jesús no le pareció buena idea quedárselo, pero a Daryl parecía parecerle la mejor de las ideas, por no mencionar que Hunter lo alimentó y ya no pudieron deshacerse de él. Diablos si no Paul pensó en los lobos wargos de los Stark cuando ese animal comenzó a crecer, pero ahí estaba, echado junto a Hunter, dormido y alerta a un mismo tiempo. Daryl lo llamó Koda porque dijo que significaba aliado y porque lo encontraron en su paseo por las Montañas Nubladas, no encontraron a los cheerokie, pero dieron con la cría de lobo solitario y su marido dijo algo sobre espíritus protectores y cosas por el estilo. Espíritu o no, lobo o perro, Daryl y Hunter adoraban a la mascota y Paul no pudo quitárselos.

Se removió en su cama y entonces se percató de la ausencia de Daryl.

Se levantó buscando con la mirada.

Koda abrió un ojo al sentir el movimiento, pareció comprender que sólo era el castaño padre del cachorro de niño y volvió dormir. El moreno yacía a bastante distancia del fuego, tragado entre las sombras, sentado en una piedra y con la vista puesta en el cielo.

Rovia lo llamó más bien para anunciarse y se acercó a él abrazándolo por detrás.

Daryl se estremeció y a Paul se le quebró un poco el corazón; aveces todavía le pasaba aquello a su marido, despertarse a mitad de la noche en el medio de una pesadilla y pasar el resto del tiempo en vela sumergido en sus propios pensamientos. A veces el moreno se veía verdaderamente descompuesto, como si las cosas, las ideas, los recuerdos pudieran causar en él un dolor físico.

Su pasado le había dejado demasiadas marcas, Rovia lo sabía mejor que nadie, cada cicatriz era una letra que escribía y describía su pasado, y había dolores más profundos, ideas más dolorosas que cortadas, nombres muertos, terrores nocturnos que a veces lo asfixiaban, no lo decía porque de día debía ser el padre fuerte que su hijo necesitaba y el esposo que Jesús quería, pero de noche los monstruos regresaban, cada vez con menos frecuencia, pero cada vez más fuertes, y Rovia habría hecho lo que fuera por evitarle esas penas, se dijo, si tan siquiera dependiera de él, él habría cuidado y protegido al moreno para que nada malo le pasara nunca. Daría y haría lo que fuera, pensó, Daryl no se merecía tanto dolor, y si pudiera borrar de su pasado todo lo malo, o tan siquiera un poco de todo eso...

Amagi del EdénDonde viven las historias. Descúbrelo ahora