IRRESISTIBLE ©️✔️

Capitulo 3

CAPÍTULO 3

Debía terminar una tar...

―Oh no. Corre ―Natalie siguió intentando quitar una goma de mascar que se había pegado en su cabello ignorando mi advertencia.

―Déjame. Pienso llegar tarde a clases.

Desvíe la mirada de ella hacia el ogro un venía caminando hacia nosotras. Por como estaba su rostro deduje que no estaba nada contento, debíamos correr. Estaba entrando en pánico así que, agarré la mano de Natalie. Ella intentó soltarse de mi agarre, pero la sostuve con fuerza.

―Jayden viene hacia nosotras.

Eso fue suficiente para que Natalie mirase hacia atrás y comenzara a correr aun sosteniendo mi mano. Ambas parecíamos dos locas salidas de algún manicomio, en aquel momento eso era lo de menos.

―No... No puedo ―intentó parar, pero la jale nuevamente, no podíamos darnos el lujo de parar ahora. No cuando detrás de nosotros, venía una copia barata de Samson.

― ¡Las voy a matar!

El grito de Jayden nos hizo correr aún más rápido. Mientras corría, una carcajada salió de mis labios, aquella situación me parecía realmente graciosa.

― ¿Te comió el pene la araña?

Estaba jugando con fuego, lo sabía, pero era una de las tantas cosas que no me importaban en lo absoluto. Jayden debía darse cuenta de una vez por todas que conmigo no se jugaba, y aquello que estaba pensando era ridículo tomando en cuanto que había decidido ponerle arañas en los pantalones, haciendo aquel tipo de bromas nadie nunca en la vida me tomaría en serio como enemiga, debía mejorar mis venganzas.

Los pasillos estaban llenos de estudiantes que fácilmente esquivábamos, en varias ocasiones chocamos con muchos cuerpos, pero aun así logramos salir victoriosas de aquella multitud de estudiantes sudorosos. Esa misma mañana encontré a una chica en el baño llorando porque un chico había jugado con ella, como si el mundo me amase aquel chico era Jayden, como si el mundo me amanse más mientras la chica lloraba, soltó como insulto:

«Es un poco hombre. ¡Le tiene miedo a las arañas por Dios!»

Decidí entonces, ponerle arañas en los pantalones para que aprendiera a no meterse con las chicas, debía aprender a respetar. Obligué a Natalie a que me ayudara, ella se negó pero la amenace con decirle a todo el instituto que tenía un enamoramiento por cierto futbolista. Eso fue caer bajo, aunque nunca pensé en decirle a nadie realmente. En aquel momento solo pensé en la satisfacción de verlo correr, no pensé en las consecuencias, quizá, por eso ahora estábamos a punto de ser acribilladas por Jayden y sus secuaces, que ahora resultaba también se habían unido a la caza.

―Entremos allí ―Natalie apuntó el salón de recreaciones. Me detuve de inmediato no tenía pensando entrar aquel lugar, de ninguna manera lo haría. Ni siquiera quería cerrar los ojos porque entonces vería nuevamente aquello y no quería, entrar allí era como echarle limón a una herida.

Natalie me dio una corta mirada antes de buscar con la mirada otro posible escondite. A unos pasos de nosotros estaba el cuarto de limpieza, así que ambas corrimos hasta allí. Una vez estuvimos  delante de la puerta intente abrirla, para nuestra mala suerte ―y de esa teníamos mucha―tenía seguro.

―Ábrela ―insistió Natalie claramente entrando en pánico. Se movía ansiosa a mi lado, eso era una mala señal, en cualquier momento se pondría a llorar allí mismo. Le imploré que mantuviera la calma, mientras, intenté abrir nuevamente la puerta, miré hacia atrás, Jayden junto a sus ogros cada vez estaban más cerca.