Capitulo 14

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CAPITULO 14

―¿Qué se supone qué significa que no puedo levantarme de la cama?

Mamá me miró seria, ceñuda. Estaba a un lado de la cama inyectando algo en un suero que tenía conectado a mi mano. Apenas llevaba dos minutos despierta, lo único que sabía con certeza era que me había desmayado. Mamá me miró brevemente antes de decir:

―Tienes las plaquetas por el suelo. Un golpe en la frente y un brazo desacomodado. Ellie, ¿en serio quieres levantarte?

La verdad era que, me sentía fatal. Me dolía horrores la cabeza, mamá me explicó que eso se debía al golpe que me había dado, y que, también estaba ligado al golpe que me había dado tiempo atrás en el accidente. Lo único que sabía con certeza era que me había desmayo en pleno patio bajo la lluvia. Era verdad, me sentía mal y con pocas ganas de levantarme de la cama. Miré a mi alrededor y me di cuenta que seguía en la casa de los Ranieri.

―Alessia fue quien me avisó que te habías desmayado ―siguió hablando ella con la mirada fija en el suero. Confundida la miré, ella sonrió y luego agregó: ―es una buena chica.

Sí, no ponía en duda aquello, la verdad era que, me caía bien, muy bien en realidad, pero había algo que no me terminaba de cuadrar. Alessia tenía a su alrededor un aire enigmático que no me terminaba de convencer. De todas formas fingí una sonrisa y dije:

―Sí, es linda.

En el lugar se formó un silencio, denso, casi aterrador, mamá siguió en lo suyo revisando algunas cosas y luego se giró hacia mí, no dijo nada, solo me miró. Por un momento pensé que se iría y me dejaría allí pero cuando ella dio dos pasos hacia mí y se sentó en el borde de la cama a mi lado, comprendí que su intención era otra.

― ¿A dónde ibas cuando saliste de casa? Alessia dijo que te vio salir corriendo muy apurada.

Suspiré. Le diría la verdad pero antes de responderle, una cosa más tomó control de mis pensamientos. La noche anterior mientras corría fuera de aquella casa quien me había seguido había sido el idiota italiano, no Alessia, mamá en ningún momento lo había mencionado, por mi mente lo único qué pasó fue, ¿Por qué? De todas formas no tuve tiempo de averiguarlo porque mamá siguió hablando.

―Tus plaquetas no son las mejores, debes de cuidarte y lo sabes.

Lo sabía, mi sistema inmunológico siempre había sido un mierda, aun así no me importaba mucho aquello.

―Estoy bien ―fue lo único que salió de mi boca unos minutos después. Mamá me miró por unos segundos más y luego se puso de pie, acomodó la manta que cubría la mitad de mi cuerpo y luego depositó un beso en mi frente, ella desprendía un agradable olor a rosas.

Mamá asintió con la cabeza, caminó hacia las ventanas y las cerró, me fije entonces en que, la lluvia había mejorado un poco y que ya no caí tanta agua. Unos minutos después, mamá terminó de revisarme. Inyectó algo que reconocí como mi medicamento en el suero y luego de ordenarme quedarme en la cama salió de la habitación. Por detrás de la puerta la escuché hablar con alguien, no había nadie por allí así que deduje que estaba hablando por teléfono. Escuché como ordenaba poner medicamentos y mantener en observación algunos casos preocupantes, después de ahí todo se sumió en un pasmoso silencio. Las luces estaba apagadas, solo se escucha la leve llovizna golpeando las ventanas.

Por primera vez en mi vida, decidí hacer lo que se me decía. Me acomodé mejor en la cama y me acurruqué abrazando la almohada. Pretendía dormir, solo que, segundos después escuché un sonido extraño desde la calle que me puso alerta, por dos cosas: la primera: ¿Quien en su sano juicio salía en medio de una tormenta en un auto? La segunda: reconocí al instante el auto de Jayden solo por el sonidito extraño que hacía cuando iba demasiado lento.

IRRESISTIBLE ©️✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora