Capitulo 47

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CAPITULO 47

Edison —alias, Ed—

Ella caminaba por el lugar con una firmeza increíble. Miraba todo a nuestro alrededor con total desagrado. Ella estaba totalmente de vuelta y nada me hacía más feliz que eso. La Ellie de antes, había sido solo una fachada.

―Quiero verlo.

Ella se refería a su padre. Él estaba en una de las habitaciones. Fue un error de su parte creer en nosotros, nuestro plan siempre fue simple: Entregárselo en bandeja de plata a Ellie. Por no mencionar que acabar con un monstruo más, de aquel pueblo.

En cuanto supimos que aquella vez Ellie no había acabado con él, fue nuestro deber usarlo a nuestro favor. Por tal motivo lo engañamos diciéndole que al igual que él queríamos muerta a su hija. Nos creyó. Por esa estúpida razón fue necesario usar la violencia, al principio sólo queríamos traerlos sin hacerle ningún daño, las cosas se nos salieron un poco de las manos.

Mi mirada cayó sobre Ellie. Su cabello estaba húmedo, había decidido tomar una ducha, ahora vestía un ajustado vestido negro que Alessia le había prestado. No podía dejar de verla, me moría por besarla, pero este no era el momento. Ella estaba incluso más hermosa que antes, más madura, más mujer. Trague fuerte.

Cuando llegamos a la última habitación del lugar escuchamos gritos de dolor, súplicas y amenazas. Una sonrisa se deslizó por el rostro de Ellie mientras tomaba la manilla de la puerta entre sus manos.

Alessia quien estaba a su lado me dio una mirada rápida, sabía lo que me estaba diciendo, así que simplemente asentí. Ellie podía llegar a ser muy peligrosa, ella entró al lugar y como un perro faldero la seguí, los demás se quedaron fuera.

Enzo estaba atado de manos y pies en una silla. Su boca estaba amordazada y su rostro estaba rojo por los golpes recibidos. En una mesa a nuestra derecha descansaba el arma de Ellie, la misma que me encargué de cuidar por mucho tiempo. Sus ojos se encontraron con los míos y miré ese brillo. La necesidad de estar juntos era palpable en el aire pero para suerte de todos aquí, sabíamos contenernos.

―Hola, papá ―Ellie tomó una silla y se sentó frente a él cruzando las piernas. Su tono era realmente frío, su mirada denotaba odio. Aun así, en ningún momento perdió la finura que la caracterizaba.

Enzo levantó la mirada del suelo y miró a Ellie, sus ojos se llenaron de lágrimas. Cobarde.

―Ellie, por Dios. Por favor ―él dijo tratando de soltarse de las cuerdas que lo sujetaban.

― ¿Por favor? ―Ella se cruzó de brazos y sonrió nuevamente ―Así te decía cuando me estabas lastimando, más sin embargo nunca te detuviste.

Todo el tiempo estuve de pie cerca de la puerta mirando la escena, actuaría si fuese necesario pero sabía que Ellie sabría manejar la situación. Mientras Enzo suplicaba por su vida y Ellie le restregaba en la cara que lo mataría, me permití pensar en aquella noche. Fue un recuerdo bastante claro:

La luz de la luna se colaba por las ramas de los árboles. Estaba detrás de ellos con Broutus. Ellie caminaba por la oscura carretera mirando hacia todos los lados. Ella sabía que alguien la estaba mirando. Dio dos pasos hacia atrás, casi me reí en voz alta cuando cayó de culo al suelo. Entrecerré los ojos cuando la luz de una linterna cruzó los arbustos. Brutus la conocía, por eso, cuando salió disparado hacia ella no me sorprendió demasiado. Gritó tan fuerte cuando Brutus presionó su hocico en su cuello que el pobre perro se espantó. Ellie lo miré y arrugó las cejas.

―Eres bien feo.

El perro la miró como si entendiese sus palabras, luego se acercó a ella, tenía la boca abierta y los colmillos fuera, se veía amenazante así. Ellie se sentó y comenzó a mover una rama de un lado a otro, sonreí porque a Brutus le gustaba eso, quizá una parte de ella lo sabía y por eso lo hacía, sola allí, comenzó a hablar:

IRRESISTIBLE ©️✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora