Capitulo 6

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CAPITULO 6

Al día siguiente me sentía más molesta, más ansiosa y más usada. En mi mente se reproducía una y otra vez el episodio del día anterior. No podía parar de pensar en eso.

La cabeza me dolía muchísimo. Tenía los ojos rojos de tanto llorar, además, no había dormido nada durante toda la noche. Lo único que se repetía en mi mente era la seguridad con la que Jayden me había dicho que él no tenía nada que ver con lo de ayer. Nuevamente pasó por mi mente la pregunta si él tenía razón. ¿Quién más podía haber hecho algo como eso?

Tenía la mirada fija en él. Estaba solo a dos mesas de mí, sentado al fondo con su grupo de amigos, riéndose de alguna estupidez. Solo debía correr un poco para llegar hasta él y traspasarle por la garganta un tenedor. Sería rápido y...

―Come.

La orden de Natalie me sacó de mis pensamientos para nada adecuados. Ella estaba allí sentada a mi lado en una de las mesas de la cafetería. Prácticamente me obligó a venir hasta aquí, yo no quería, no quería ver las caras de estos idiotas mientras se me quedaban viendo como los idiotas que eran. Algunos incluso me detenían para preguntar alguna estupidez referente a auto-lesionarse. Eran en verdad inmaduros.

Quité la mirada de Jayden y la pose sobre ella. La noche anterior había ido a mi casa, sin decirme nada me abrazó y me dijo que me apoyaba, se quedó conmigo y me soporto llorando toda la noche. Agradecía eso, yo sola no hubiese podido.

―No tengo hambre.

Moví con demasiado asco la ensalada y el puré de patatas que tenía delante. Tenía náuseas y si me entraba eso en la boca terminaría vomitando sobre Natalie.

―No es algo que me importe. Come y punto.

Rodé los ojos, antes de rendirme y echarme el primer bocado de puré en la boca. No sabía tan mal como tenía previsto, mi estómago gruñó en respuesta, así que, devoré aquello con muchas ganas. Natalie me miró y sonrió complacida.

―Me encanta que me hagas caso, me siento como una madre responsable.

Hice una seña con la mano dándole a entender que era ridícula. Ella se rio y dijo algo sobre ser la mejor amiga del mundo. El sonido de la campana que indicaba que el receso había terminado sonó. Toda la cafetería se puso de pie y comenzó a salir de allí. Natalie recogió unos libros que tenía sobre la mesa, me tomó por las manos y me impulsó a salir de allí. Teníamos literatura juntas.

―Quería preguntarte algo.

Sabía que no me iba a gustar su pregunta por el tono que estaba utilizando. Fruncí el ceño y me solté de su agarre. Ella me miró por encima del hombro y preguntó:

― ¿Crees que Jayden diga la verdad? Lo vi muy seguro.

Detuve mis pasos mirándola incrédula. Decidí no responderle, quería al menos por unos minutos olvidar a aquel rubio. Aquella mañana sentía incluso más rabia.

―Además...

―Natalie, fin de la conversación.

Ella suspiró rendida. Nuevamente volvimos a caminar. Cuando llegamos hasta el salón ambas entramos y nos sentamos juntas. Aunque todos en el lugar sabían, que los trabajos en pareja, lo hacía solo ella, porque ni para eso tenía talento. Saque mis cosas de mi mochila, mi lápiz no tenía punta así que, me puse de pie con la intención de ir hasta el bote de basura. La mano de Natalie alrededor de mi brazo me detuvo. Giré mi cabeza hacia ella, sus ojos eran curiosos y atentos.

―Ten cuidado. Estoy segura que lo que sea que estás pensando, no es algo bueno.

Entrecerré los ojos y asentí. Después de eso, le saque punta al lápiz y volví a mi lugar. Segundos después la profesora entró al lugar con su característica sonrisa.

IRRESISTIBLE ©️✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora