Capitulo 44

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CAPITULO 44

Yo siempre había pensado en la forma que moriría. Miles de formas distintas se reproducían en mi cerebro pero en ninguna de ellas estaba el morir a manos de un cerdo asesino.

Su mirada recorría todo mi rostro y cuerpo con deseo y repulsión a la vez. Sus labios gruesos y pálidos estaban curvados en una línea recta. Podía ver como la sangre salía sin control alguno de su hombro, eso no parecía importarle.

―Te voy a matar ―dijo nuevamente. Sostuvo mi rostro entre sus manos y lo apretó. Trague grueso y cerré los ojos. Mi final estaba tan cerca ―No tendré ninguna clase de compasión contigo. Y juró que disfrutaré tu muerte.

Lo creía capaz. Su mirada me lo decía, él lo haría. Ninguna palabra salió de mi boca. Podía escuchar pesadas respiraciones y sollozos. Pero en eso momento nada más me importaba.

―Te creíste muy valiente, perra ―algunas gotas de saliva cayeron sobre mi rostro, una mueca de asco se formó en mis labios ―Pero todos tienen un final y el tuyo está muy cerca.

Tomó un gran puñado de mi cabello entre sus manos y tiró de él. Gemí débilmente. Miré como su mano libre buscaba algo entre sus pantalones, me alarmé al instante.

Segundos después una filosa navaja apareció ante mis ojos. Él sonrió triunfante cuando vio el miedo en mis ojos. Con suma lentitud pasó la navajo por mi mejilla. Cerré con fuerzas mis ojos. Estaba tan asustada.

―Aléjate de mí, por favor ―susurré como pude, todo mi cuerpo estaba temblando.

―Oh no, hermosa. Realmente te mataré.

La navaja siguió su recorrido por mi rostro. Cuando llegó a mi labio inferior presionó ahí y sentí como la sangre comenzaba a salir. Entonces hizo algo realmente asqueroso. Acercó sus labios a los míos y succionó la sangre que salía de los míos.

Quise empujarlo y mandarlo lejos de mí, pero sabía que una de las cosas que no debía hacer era enfadarlo más. Aunque sentía asco de ese hombre me las ingenié para devolver lo que empezaba a ser un beso ansioso, varias arcadas quisieron salir de mis labios pero me las guardé. Un gruñido salió de sus labios mientras intentaba introducir su lengua dentro de mi boca. Abrí mi boca para él y no dudó en lamer mi lengua, cuando lo sentí distraído mordí su lengua y le di una fuerte patada en la entre pierna.

Un grito realmente aterrador salió de sus labios mientras se retorcía de dolor. Corrí lo más rápido que pude hasta llegar a Natalie y coger una llave que había en una pequeña mesa. Sus ojos estaban llenos de lágrimas mientras me miraba.

―Saldremos de aquí ―dije mientras abría la cadena que ataba sus manos. Una sonrisa tensa se formó en sus labios, cuando terminé con sus manos empecé con sus pies pero un grito por parte de Natalie me hizo detener.

― ¡Cuidado!

Fue muy tarde, porque segundos después sentí como el cerdo cogía un puñado de mi cabello y tiraba con fuerza de él. Mi cráneo dolía pero me las ingenié para dar la pelea. Pataleé y grité, nada parecía detenerlo, él me estaba arrastrando hacia donde estaba minutos atrás atada.

― ¡Déjame! ―arañé sus manos pero eso solo sirvió para que su rabia aumentara más.

―Te voy a matar.

Le creía. Sabía que por más que los postergará ese era mi destino. Morir.
En mi mente se reprodujeron miles de recuerdos. De lo que fue mi vida. En lo que me había convertido. Estaba cansada y pensándolo bien, no tenía más ganas de luchar.

Estaba dispuesta a morir.

El hombre siguió arrastrándome bruscamente por todo el lugar. A lo lejos escuché los gritos desesperados de Natalie. Traté de mirar hacia ella y lo que vi me dejó pasmada, un hombre les estaba inyectando algo a todos haciéndolos perder la consciencia. La única que estaba consciente era Natalie quien gritaba.

IRRESISTIBLE ©️✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora